Es 100% nueva, toda renovada, pero mantiene las características que la hicieron famosa. Eso si ahora tiene un aspecto más familiar y menos deportiva. Su motor es notable y responde con soltura en toda situación. Probamos la «tope de línea», con un precio de $22.490.000.
Considerado por la mayoría como el precursor de los todoterrenos familiares, el Outback nació en 1997 para dar respuesta a la demanda de un vehículo que aunara ciertas capacidades todoterreno con la habitabilidad y el confort de un familiar. En seguida fue un éxito, entre las familias activas que apreciaban su polivalencia y compactibilidad respecto a vehículos de dimensiones mucho más grandes. Lo anterior lo corroboran sus más de ocho mil clientes. Ahora, trece años después, sigue siendo una apuesta segura para los que exigen ciertas aptitudes offroad a la par que grandes sensaciones al pisar el asfalto.
Indumotora, representante oficial de la marca japonesa en Chile, puso a nuestra disposición por espacio de dos días la versión más poderosa y equipada de uno de los station wagons más apetecidos del mercado: el outback con el motor bóxer gasolinero de 3.6 litros y 260 caballos de fuerza en color plateado acero metálico. No hay que olvidar que también se comercializa el motor de 2.500 c.c. que eroga 167 HP.
Nuestro mercado siempre ha sido uno de los más importantes para Subaru dentro del bloque sudamericano. Lo anterior queda refrendado por el hecho de que hemos sido privilegiados para recibir, casi en paralelo con su debut mundial las nuevas generaciones del Subaru Legacy y Outback.
En materia de diseño, podemos señalar que nos encontramos frente a una tercera generación del Outback completamente nueva. Este modelo es 45mm mas largo (4.775 mm), 50mm más ancho (1.820 mm) y 605mm más alto que su antecesor (1.615 mm). De frente lo primero que llama nuestra atención es su imponente trompa que le confiere prestancia y robustez. A ello contribuyen los faros de generosa superficie que crecieron longitudinalmente, los que flanquean una máscara de tres lamas. El paragolpes delantero se integra perfectamente al resto de los elementos, por cuanto la parte baja va en plástico negro en cuyos extremos se alojan los neblineros.
Visto de costado, los flancos están llenos de líneas remarcadas, mientras que los marcados pasos de ruedas se encargan de otorgarle un aspecto aventurero. Aquí se advierte en la parte baja del zócalo el empleo de plástico negro para proteger la carrocería de eventuales golpes de material ripiado o piedrecillas.
La zaga exhibe grupos ópticos que ocupan parte de los hombros y del portalón. El parachoques también luce robusto con unos reflectantes de forma casi rectangular ubicados en ambos extremos, que anteriormente vimos en los ejemplares japoneses de la segunda generación del Outback (1999-2003).
El Outback desde su aparición en nuestro mercado en 1997 ha sido señero dentro de su segmento, es así que con el solo hecho de darle un vistazo a su interior advertimos la presencia de un habitáculo de gran calidad: polímeros gomosos, cuero y superficies recubiertas con imitación madera son la norma al abordar esta versión del Outback.
Algo que constituye una novedad absoluta en esta nueva generación y que lo comparte su hermano mellizo Legacy es el freno de mano eléctrico, cuyo mando se ubica en el costado inferior izquierdo del tablero, liberando espacio para poder almacenar objetos en el hueco central.
El cockpit puede ser acomodado a gusto del conductor gracias a que el volante es regulable en altura y profundidad y que el asiento cuenta con reglaje eléctrico en su desplazamiento lineal, inclinación del respaldo y soporte lumbar. La vista por los retrovisores es más que buena, eso si se agradecería la incorporación de espejos abatibles eléctricamente desde el interior. Cuenta con memoria para dos conductores distintos. Cabe destacar que el asiento del acompañante dispone de reglaje de ocho posiciones. Podemos señalar que el espacio que se dispone en las plazas delanteras es abundante, los asientos revestidos en cuero son blandos sin dejar de otorgar una adecuada sujeción al enfrentar curvas.
Al contrario, el espacio disponible en las posteriores se ve penalizado por la presencia de un lomo al centro. Aun así, éstas pueden acoger cómodamente a dos alturas de estatura considerable. Luego nos encontramos la zona muy amplia destinada a la carga que considera de serie un piso falso de plástico, él que es lavable para cuando se transportan mascotas, bicicletas o indumentaria deportiva. Puede almacenar desde los 490 litros de equipaje con los asientos en posición normal hasta los 1.726 litros si abatimos los asientos. Además cuenta con un práctico cubre equipaje retráctil fabricado en aluminio liviano que permite ocultar lo que se lleva del sol o miradas ajenas.
Si usted pensaba que estamos en presencia de un tranquilo auto familiar, olvídelo puesto que el monograma 3.6 R ubicado en el costado derecho del portalón indica que estamos ante una prodigiosa fuente de potencia inagotable: es el motor bóxer de seis cilindros más grande y refinado que se haya montado en un Outback. Son 3.6 litros que erogan respetables 260 caballos cuando el tacómetro toca las 5.600 rpm. En ciudad se comporta como un gentil caballero, pero es en carretera o cuando usted lo requiera que el motor transmita en cosa de segundos un batallón de caballos al piso logrando recuperaciones impresionantes gracias a sus 350 Nm de torque y teniendo el privilegio de oír el ronco sonido del doble escape, eso sí todo perfectamente bajo control de la tracción integral AWD y los sistemas de seguridad.
Este motor va asociado a una caja automática de cinco velocidades con distribución de torque variable, la que permite un paso de marchas rápido y directo. A lo anterior se agrega el plus del sistema SI-Drive que permite disfrutar aún más su manejo. Se trata de un mando giratorio ubicado en el hueco central que permite modificar la respuesta del motor entre tres alternativas: deportivo que brinda un rendimiento suave del motor a cualquier velocidad, deportivo intenso: donde la respuesta de aceleración es directa e intensa y el inteligente que prioriza el ahorro de combustible.
La suspensión exhibió un comportamiento bastante calibrado en asfalto y en superficie algo agreste. Al enfrentar curvas podemos señalar que lo hace como un sedán, lo que eleva el grado de seguridad en carretera, a pesar de tener un centro de gravedad más elevado. Los frenos no demostraron fatiga por más que se les exigiese. El sistema ABS y EBD permiten mantener el control y trayectoria impecables. Precio de la versión probada: $22.490.000.
Fuente: Por Raúl Farías, Destacados News