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Subaru Outback 3.6R: Cambia, todo cambia…pero mantiene la esencia
Es 100% nueva, toda renovada, pero mantiene las características que la hicieron famosa. Eso si ahora tiene un aspecto más familiar y menos deportiva. Su motor es notable y responde con soltura en toda situación. Probamos la «tope de línea», con un precio de $22.490.000.
Indumotora, representante oficial de la marca japonesa en Chile, puso a nuestra disposición por espacio de dos días la versión más poderosa y equipada de uno de los station wagons más apetecidos del mercado: el outback con el motor bóxer gasolinero de 3.6 litros y 260 caballos de fuerza en color plateado acero metálico. No hay que olvidar que también se comercializa el motor de 2.500 c.c. que eroga 167 HP.
En materia de diseño, podemos señalar que nos encontramos frente a una tercera generación del Outback completamente nueva. Este modelo es 45mm mas largo (4.775 mm), 50mm más ancho (1.820 mm) y 605mm más alto que su antecesor (1.615 mm). De frente lo primero que llama nuestra atención es su imponente trompa que le confiere prestancia y robustez. A ello contribuyen los faros de generosa superficie que crecieron longitudinalmente, los que flanquean una máscara de tres lamas. El paragolpes delantero se integra perfectamente al resto de los elementos, por cuanto la parte baja va en plástico negro en cuyos extremos se alojan los neblineros.
La zaga exhibe grupos ópticos que ocupan parte de los hombros y del portalón. El parachoques también luce robusto con unos reflectantes de forma casi rectangular ubicados en ambos extremos, que anteriormente vimos en los ejemplares japoneses de la segunda generación del Outback (1999-2003).
El Outback desde su aparición en nuestro mercado en 1997 ha sido señero dentro de su segmento, es así que con el solo hecho de darle un vistazo a su interior advertimos la presencia de un habitáculo de gran calidad: polímeros gomosos, cuero y superficies recubiertas con imitación madera son la norma al abordar esta versión del Outback.
El cockpit puede ser acomodado a gusto del conductor gracias a que el volante es regulable en altura y profundidad y que el asiento cuenta con reglaje eléctrico en su desplazamiento lineal, inclinación del respaldo y soporte lumbar. La vista por los retrovisores es más que buena, eso si se agradecería la incorporación de espejos abatibles eléctricamente desde el interior. Cuenta con memoria para dos conductores distintos. Cabe destacar que el asiento del acompañante dispone de reglaje de ocho posiciones. Podemos señalar que el espacio que se dispone en las plazas delanteras es abundante, los asientos revestidos en cuero son blandos sin dejar de otorgar una adecuada sujeción al enfrentar curvas.
Si usted pensaba que estamos en presencia de un tranquilo auto familiar, olvídelo puesto que el monograma 3.6 R ubicado en el costado derecho del portalón indica que estamos ante una prodigiosa fuente de potencia inagotable: es el motor bóxer de seis cilindros más grande y refinado que se haya montado en un Outback. Son 3.6 litros que erogan respetables 260 caballos cuando el tacómetro toca las 5.600 rpm. En ciudad se comporta como un gentil caballero, pero es en carretera o cuando usted lo requiera que el motor transmita en cosa de segundos un batallón de caballos al piso logrando recuperaciones impresionantes gracias a sus 350 Nm de torque y teniendo el privilegio de oír el ronco sonido del doble escape, eso sí todo perfectamente bajo control de la tracción integral AWD y los sistemas de seguridad.
La suspensión exhibió un comportamiento bastante calibrado en asfalto y en superficie algo agreste. Al enfrentar curvas podemos señalar que lo hace como un sedán, lo que eleva el grado de seguridad en carretera, a pesar de tener un centro de gravedad más elevado. Los frenos no demostraron fatiga por más que se les exigiese. El sistema ABS y EBD permiten mantener el control y trayectoria impecables. Precio de la versión probada: $22.490.000.
Fuente: Por Raúl Farías, Destacados News