Mitsubishi Motors Chile invitó a la prensa especializada a probar su citycar eléctrico i-MiEV (Mitsubishi Innovative Electric Vehicle) en Valle Escondido. La idea de sus importadores es poder comercializarlo durante 2011.-
SANTIAGO.- Octubre 13 de 2010.- Durante los últimos años, Mitsubishi Motors ha plasmado de forma constante su firme compromiso con el desarrollo de vehículos amigables con el medioambiente. Prueba de ello es el i-MiEV, un compacto citycar de cuatro plazas movilizado por un único motor eléctrico de 47 KW (unos 60 HP) y un torque de 180 Nm que se logra apenas se toca el acelerador.
El sistema de alimentación del iMiEV se ha diseñado con baterías de ion-litio agrupadas en grupos de 4 u 8, dando un total de 88 unidades. Están situadas bajo los asientos traseros, cerca del motor, y su peso total es de 230 kilos. Y aquí va la primera pregunta… ¿resulta demasiado peso para un motor con esta potencia?. Lo sorprendente es que el “i”, modelo del que deriva el iMiEV, pesa 980 kilos, es decir, sólo 50 kilos menos. En cualquier caso, la sensación de aceleración es más propia de los coches con una buena relación peso-potencia.
El trabajo en materia energética viene desarrollado por la empresa GS Yuasa, que aportó a Mitubishi las baterías de ión litio de alta densidad. El principal problema de estas baterías es el conocido como “efecto memoria”, que acaba mermando la autonomía y que en principio no debería ocurrir en este coche. Según la marca, la duración a pleno rendimiento es de 10 años, pudiendo bajar a partir de ahí hasta el 80%.
En cuanto a la autonomía, Mitsubishi asegura que puede recorrer hasta 160 kilómetros con una carga. El tiempo de recarga es de 7 horas si lo conectamos a un enchufe normal, el que se acorta a 30 minutos si se hace en un punto de carga trifásica, obteniendo el 80% de la carga total. El motor opera con corriente alterna de 330 voltios al igual que el sistema de aire acondicionado, los otros accesorios sólo requieren 12 voltios. Una carga de las baterías no debiese irrogar un costo superior a los $1.600 pesos.
El auto es capaz por sí solo de regenerar parte de la energía cinética y almacenarla en las baterías de nuevo, por ejemplo en el momento en el que el motor se encuentra detenido. A través de un indicador en el tablero, se puede comprobar cuándo se produce cualquiera de los dos fenómenos (descarga o recarga). El cambio es automático y cuenta con dos modos de conducción, además de la directa, que lo hacen diferente: una posición «Eco» gestiona de forma más eficiente la energía de las baterías, mientras que la posición «B» incrementará el grado de recarga en pendientes (y por tanto durante las detenciones).
Por Raúl Farías D´H.; Destacados News
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