MOSCU.- Octubre 25 de 2010.- Rusia se ha convertido en un cementerio de las cuatro ruedas con vehículos que superan los 24 años en la carretera y un mercado de segunda mano más activo que nunca.
“Los automóviles de más de diez años de antigüedad representan el 51% del mercado de segunda mano, cifra que ha aumentado desde la primera mitad de 2010?, revela una encuesta de la agencia de estadística rusa Rovstat, disponible en su página web.
Vehículos fabricados durante la era soviética inundan todavía las calles que rodean al Kremlin y las tradicionales catedrales ortodoxas que contrastan con los edificios grises de la época estalinista en Moscú.
Esta habitual postal no se hace extraña si tenemos en cuenta que los vehículos rusos permanecen una media de 12,5 años en circulación en comparación con los 8,5 años de vida útil que tienen los autos en los países europeos o los 9,2 en Estados Unidos.
La antigüedad de estos automóviles se traduce en un número mayor de accidentes en las carreteras rusas, donde durante el primer semestre del año perdieron la vida más de 12.500 personas y otras 130.000 resultaron heridas.
Para mejorar esta situación, el Gobierno ruso ha puesto en marcha un programa que compensa con 50.000 rublos (unos 1.200 euros) a todo conductor dispuesto a entregar a su compañero de viaje por uno nuevo.
Pese a que la iniciativa gubernamental ha reducido un 3,1 por ciento la edad media de los vehículos en activo, los concesionarios critican la demora de la compensación económica.
Asimismo, los conductores se quejan de las extensas listas de espera que tienen que sufrir para adquirir un vehículo nuevo.
Es el caso del moscovita Vladímir Skvortsov, quien decidió entregar su AvtoVAZ Lada de la época soviética por un automóvil de concesionario.
“Quería un auto con dirección asistida, elevalunas eléctricos, aire acondicionado y calefactor en los asientos, pero me dijeron que tenía que esperar nueve meses para que me entregaran un vehículo de esas características”, afirmó Skvortsov.
Según el Ministerio de Industria ruso, en estos momentos las esperas para hacerse con un automóvil nuevo pueden prolongarse hasta el año.
Para afrontar la excesiva demanda, los concesionarios están ofreciendo a quienes se acogen al programa gubernamental vehículos en su gama más sencilla.
“No tuve más opción que renunciar a parte de las características que quería y adquirir un modelo básico para poder disponer del auto cuanto antes”, señaló Skvortsov, todavía indignado por la letra pequeña que esconde este programa de renovación de vehículos.
Al mismo tiempo que el mercado de primera mano crece en Rusia, los de segunda y tercera mano se han reactivado.
En los anuncios de compra-venta es ahora habitual encontrarse con vehículos de la marca ucraniana LuAZ o la rusa Moskvich, que en su mayoría superan los 24 años, o de la también ucraniana ZAZ, cuya vida en las carreteras alcanza los 18 años.
Según el estudio de Rovstat, estos mercados son más activos en la península de Kamchatka, situada en el extremo oriente ruso, donde los coches alcanzan un promedio de vida útil de 19,6 años.
A esta región le siguen la isla de Sajalín (18,9), también en el extremo oriente, y el enclave báltico ruso de Kaliningrado (18,7), vecino de la Unión Europea.
Por su parte, la capital es una de las zonas de Rusia donde se venden más vehículos de primera mano, de los cuales, un alto porcentaje se considera de lujo.
Sin embargo, entre mastodónticos Hammer y limusinas, todavía circula una marabunta de cuatro ruedas que tienen una media de 9,4 años de antigüedad.