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Subaru Legacy 2.5i Limited: el legado de tradición continua
SANTIAGO.- Noviembre 09 de 2010.- Nuestro mercado siempre ha sido uno de los más importantes para Subaru dentro del bloque sudamericano. Lo anterior queda refrendado por el hecho de que hemos sido privilegiados para recibir, casi en paralelo con su debut mundial las nuevas generaciones de este sedán y el Outback.
El último paso evolutivo del ya tradicional sedán de Subaru subraya con sabiduría los factores en los que siempre ha sido fuerte.
Es de suponer que Subaru no encontró razones para que esta nueva generación del Legacy incorporase cambios radicales. Y como la evolución no da saltos, hay elementos en el recién lanzado modelo que pueden ya encontrarse primigeniamente en su primera generación (1989 – 1993)
El exterior sigue estrictamente las líneas históricas del Legacy. Eso significa que su aspecto sigue siendo el de un auto serio y mesurado. La única estridencia es el frontal, que está sobredibujado con demasiados detalles, perfiles, muescas y texturas, así como por unos grupos ópticos descomunales, con luces de xenón las que de noche proporcionan una excelente visión del camino por donde se transita.
La parte trasera tiene una tapa de maletero pequeña sólo en apariencia, puesto que el compartimiento mismo es muy amplio: puede albergar hasta 476 litros de equipaje.
No hay que olvidar que también se comercializan el motor de 1.994 c.c. que eroga 150 HP (presente en los acabados X, XS y XA) y el de 2.457 c.c. y 265 caballos que monta el tope de línea: el Legacy 2.5 GT.
La seguridad es relevante en la gama Legacy 2011. Nuestra versión de prueba tenía seis airbags, frenos ABS y control electrónico de estabilidad. Estos dos últimos elementos son estándard, además, en toda la gama que comprende ocho versiones.
Este modelo cuenta con un habitáculo realmente grande. Esta es una cualidad que no necesitaba mejorarse, pues el Legacy siempre ha sido amplio; en cambio, la posición del asiento del acompañante del conductor siempre ha sido demasiado baja y eso sigue siendo así.
Algo que constituye una novedad absoluta en esta nueva generación y que lo comparte su hermano mellizo Outback es el freno de mano eléctrico, cuyo mando se ubica en el costado inferior izquierdo del tablero, liberando espacio para poder almacenar objetos en el hueco central.
En cambio, los ocupantes de los asientos posteriores nunca han marchado más cómodos. El espacio para las piernas se agrandó, mientras que a la altura de los hombros y la cabeza la sensación de espacio está favorecida por un techo alto y paredes muy verticales.
Ahora la consola central con terminaciones metalizadas es mucho más protagónica. Es una columna de aspecto sólido e imponente.
Nuestro Legacy de prueba ofrecíó respuestas mucho más ágiles y, más que nada, un régimen de aceleración mucho más parejo a lo largo del cuentarrevoluciones.
La caja de cambios, de variación continua (CVT) ofrece respuestas deportivas pero sin llegar a sorprendernos, puesto que no oculta su lado enfocado a un andar suave. Cosa que muchos de sus potenciales clientes agradecerán.
La suspensión es suficientemente blanda como para que el auto merezca el calificativo de sedán caballeroso, pero el hecho de que nuestra unidad de prueba monte neumáticos 215/50 R17 marca diferencias notables con otros sedanes de su categoría. En primer término, el conductor tiene más sensación de la pisada del auto y de que el Legacy se afirma como un gatito en las curvas gracias al control electrónico de estabilidad VDC. La sensación de control es notable, incluso cuando por necesidad o diversión se cambia de trayectoria sin bajar la velocidad. Precio de la unidad probada: $17.090.000.
Por Raúl Farías D´H.; Destacados News
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