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Estudio advierte sobre la vulnerabilidad de los autos inteligentes
ESTADOS UNIDOS.- Diciembre 29 de 2010.- Por un momento imagine o pongase en la situación de que va manejando su automóvil, que cuenta con sofisticados sistemas electrónicos y visualiza que en la pantalla del computador de abordo, sólo se despliegan groserías, o que el climatizador se descontrola o peor aún que el velocímetro visualice que usted va a 50 km/ cuando realmente esta circulando a 100 km/hr.
Un sedán de lujo común lleva más de 100 MB de código binario en alrededor de 50 a 70 computadoras independientes. En la investigación, los investigadores demostraron que los sofisticados sistemas electrónicos de los automóviles actuales corren el riesgo de ser hackeados y alterados.
Por medio de varios análisis realizados, tanto en un laboratorio como en un aeropuerto abandonado, demostraron cómo es posible ignorar a los dueños de los autos y darles órdenes a distancia. Para ello emplearon dos autos, cuya marca y modelo se mantienen en reserva para no afectar el prestigio de la firmas, demostrando la vulnerabilidad de los sistemas tecnológicos.
Los analistas lograron entrar al sistema central de los autos y probaron varios tipos de códigos maliciosos (virus) que lanzaron a los sistemas. Así pueden hacer que el auto no arranque, que el computador de abordo indique sólo groserías, que el cierre centralizado se abra y se cierre descontroladamente, que los limpiaparabrisas funcionen sin control. Uno de los ataques lanzados, hizo que todas las luces del auto se apagaran. Imagine si eso llegase a ocurrir circulando en carretera de noche a 120 km/hr. Nada grato, verdad.
Pero eso no es lo más peligroso que se podría enfrentar, si se tiene enfrente a un hacker experimentado y un auto sin antivirus, es decir un auto común y silvestre. Con otro código creado, pudieron desactivar a distancia el sistema de frenos, haciendo que el auto pueda detenerse en cualquir lugar o bien que a cierta velocidad sea imparable.
Sume a lo anterior, que los investigadores lograron probar que la combinación de otras órdenes lograron que la computadora central se reseteara sin dejar indicio alguno de que los cambios fueron efectuados a distancia, siendo imposible determinar si el defecto fue intencional o no, y con ello minimizando las posibilidades de emprender acciones legales contra los causantes de estos ciberataques. De ahí que los investigadores hagan un ferviente llamado a los fabricantes a adoptar medidas tendientes a miniizar o evitar estos hackeos automovilísticos.
Por Raúl Farías D´H.; Destacados News