SANTIAGO.- Abril 8 de 2011.- Existen numerosos mitos sobre cuál es la conducción más adecuada de un automóvil. En ocasiones, esos hábitos no son los más apropiados para conseguir una conducción eficiente, que permita gastar el menor combustible posible y reducir las emisiones de CO2.
Por ello, les ofrecemos unos consejos para aprovechar las posibilidades del automóvil a la vez que se cuida el consumo de combustible. Lo agradecerán su automóvil y su bolsillo.
Al partir
– Arranque el motor sin usar el acelerador (a menos que no sea catalítico y no disponga de encendido electrónico), después espere unos segundos antes de iniciar la marcha.
Primera velocidad
– Úsela únicamente para iniciar la marcha. Cambié a segunda en dos segundos o en seis metros.
Cambio de velocidad
– Según las revoluciones (para ello usé el tacómetro que va situado al lado izquierdo del tablero): Entre 1.500 y 2.000 rpm es el límite apropiado
– Según la velocidad: Tercera a 30 km/h, cuarta a 40 km/h y quinta a más de 60 km/h.
Velocidad de conducción
– Mantenga la velocidad de forma regular.
– Evita frenar, acelerar o cambiar de marcha sin necesidad.
Desaceleración
– Levante el pie del acelerador y deje que el auto siga en la marcha actual.
– Frene con suavidad y reduzca los cambios lo más tarde que pueda, con especial suavidad en las pendientes.
Frenada
– Cuando la velocidad y el espacio lo permitan, frene sin reducir las marchas.
Parada
– Cuando pare por más de sesenta segundos, apague el motor.
Use el aire acondicionado sólo si es necesario, y preferente en modo automático. Estudios han demostrado que el aire acondicionado incrementa el consumo de combustible en cerca de un 15%.
Por Raúl Farías D´H.; Destacados News