SANTIAGO.- Mayo 18 de 2011.- Movidos por la curiosidad de ver en vivo y en directo la réplica oficial del De Lorean DMC-12, modelo que cobró fama después de aparecer en la trilogía de la película Volver al Futuro, como el automóvil transformado en máquina del tiempo por el excéntrico Dr. Emmett Brown, es que dirigimos nuestros pasos hacia el corazón de la comuna de Vitacura, al Museo de la Moda, el que desde 1962 hasta 2006 fue la casa que habitaron los padres de Jorge Yarur. En 2007 fue transformada en museo.
Según nos señaló Esteban Torres, Encargado del área educativa y de extensión del recinto, el auto fue adquirido por el director y dueño del museo, Sr. Jorge Yarur en un remate el 6 de noviembre del año pasado en US$80 mil dólares, monto que fue en beneficio de la fundación de Michael J. Fox que batalla contra el Mal de Parkinson. El auto, que es una réplica reconstruída por Joe Wasler, fue liberado por el Servicio de Aduanas el 18 de enero pasado y se mantuvo guardado en la casa de su propietario por un tiempo, luego de lo cual, el mismo Yarur lo manejo en una secreta operación de traslado nocturno hasta su ubicación actual en las dependencias del museo, donde está rodeado por una serie de televisores ochenteros que emiten constantemente escenas de la película donde actuaron Christopher Lloyd y Michael J Fox como Marty Mc Fly, además de varios letreros de neón.
Un auto con historia
El De Lorean DMC-12 es un auto con historia. La compañía fue fundada por John De Lorean en octubre de 1975 y permaneció activa hasta 1982, año en que se declaró en quiebra. El DMC-12 se caracterizaba por tener 2 puertas de abertura tipo alas de gaviota, una carrocería completamente de acero, un motor bencinero PRV (de la unión de Peugeot, Renault y Volvo) de 2.849 c.c. que erogaba únicamente 130 CV debido a las estrictas normas antipolución (en Europa la potencia llegó a los 170 CV) y entregaba un par de 215 Nm.
El interior del modelo, tal cual lo ilustran las imágenes que acompañan esta nota, contaba con tapicería de cuero, la que podía escogerse en dos tonalidades: gris y negro. Además contaba con aire acondicionado, espejos eléctricos y volante regulable. Este modelo fue concebido por su creador para dar seguridad a sus ocupantes y tener una larga vida. Los paneles exteriores están hechos de un acero cinco veces más caro que el común, y en vez de soldaduras se emplearon tornillos, a objeto de facilitar las reparaciones. Las puertas alas de gaviota fueron escogidas por tener menor tendencia a obstruirse en caso de choque y darle un toque de distinción al conjunto del auto. Su espacio interior es amplio, tanto que puede albergar cómodamente a dos ocupantes de más de 1.93mt de altura. Se sabe que antes de caer en bancarrota, De Lorean Motor Company alcanzó a fabricar entre 8.600 a 9.200 unidades del DMC-12, a un precio promedio de US$25.000 dólares.
Volviendo a lo que fue nuestra visita al museo, todos quienes ingresen a las dependencias, se encontrarán con que en costado derecho del antejardín hay cinco autos virtualmente enterrados en el pasto: se trata de automóviles que marcaron tendencias en los ochenta como el Peugeot 504, Daihatsu Charade, Subaru Loyale Station techo bajo (versión americana), Chevrolet Chevette 1.4 SL y un lujoso Oldsmobile Cutlass Ciera.
Para aquellos que quieran visitar esta interesante muestra de época, está abierta de martes a viernes de 10:00 a 18:00 hrs y los fines de semana entre las 11:00 a 19:00 hrs. Los precios de las entradas son de $3.500 para público general y de $2.000 para estudiantes y tercera edad. Los días miércoles se cobra un único valor de $1.800 en Av. Vitacura Nº 4562. Agradecemos las facilidades otorgadas por el Sr. Torres y el personal del museo para la realización de esta crónica.
Por Raúl Farías D´H.; Destacados News
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