BAHÍA INGLESA.- Agosto 31 de 2011.- Para Chevrolet no basta sólo con asegurar que posee la línea de camionetas más completa del mercado, sino que para ofrecer pruebas irrefutables de ello nos invitó a probar su line up nada menos que en la Región de Atacama, la que sirvió para realizar por segunda vez el evento Pick Ups: Territorio Chevrolet. De esta impresionante travesía trata la siguiente nota.
Para los que de algún modo u otro estamos relacionados con el mercado automotor, no resulta extraño el hecho de que Chevrolet es una de las pocas marcas que están en condiciones de ofrecer una completa variedad de productos, de todos los precios y para todos los gustos y necesidades. Así es, esta marca originaria de Estados Unidos, pero que ofrece una gama de productos de variados orígenes, y que se apresta a celebrar próximamente sus primeros 100 años de vida.
Una de sus frases publicitarias más conocidas es «Pick-ups, territorio Chevrolet», destacando la buena acogida que han tenido la nueva Montana y otros modelos como DMAX, Colorado y Silverado.
Acompañados desde el primer minuto por los ejecutivos de General Motors Chile, Mariano Domínguez y Daniel Tarragó más la Directora de Comunicaciones de Extend, Luz María Aguirre, tomamos el avión con rumbo al norte del país, nos aprontábamos para vivir unos dias inolvidables.
Una vez concluido el periplo aéreo y terrestre, llegamos a Bahía Inglesa, lugar de una belleza indescriptible, si no la conoce debe visitarla la playa es maravillosa Para alguien que nunca ha contemplado tal espectáculo, como es el caso de quien les escribe, el paisaje resultaba absolutamente increíble.
Un hermoso y soleado día auguraba que tendríamos una excitante jornada. Todo comenzó con la presentación técnica de la nueva DMAX, para luego dirigirnos hacia el estacionamiento del hotel , donde nos aguardaban ordenadamente 10 unidades de todas las camionetas que comercializa la marca del corbatín dorado: la nueva Montana Sport (que a todo esto hizo una proeza que sus creadores en Brasil, sus creadores de seguro ni pensaron que sería capaz y que trataremos en otra nota), la nueva DMAX E4 (ver crónica aparte),Colorado, Silverado en todas sus tipologías: Cabina simple, doble y la recientemente estrenada Extended Cab, terminando con la lujosa Avalanche. Las Pick-ups estaban a nuestra disposición para hacer las pruebas correspondientes, y nada mejor que enfrentar una entretenida ruta, que según nuestro experto guía y conocedor de la zona., Michael Goic, quien nos advirtió que nuestro raid tenía un grado de dificultad medio, recorriendo aproximadamente 80 kilómetros.
Salimos desde el hotel en caravana por la Ruta 5 Norte, para luego torcer a la izquierda y tomar un camino que nos condujo a la primera prueba: conducir bordeando la playa, allí nos detuvimos por unos instantes para hacer algunas fotografías, luego proseguimos la marcha, debiendo cruzar la carretera con suma precaución, para adentrarnos hacia el interior por una ruta que contempló calor, arena, dunas, pendientes, zanjas. La ruta consideraba una serie de detenciones que servirían para intercambiar vehículos, tomar algunas fotografías, disfrutar del paisaje, además de oir la charla técnica acerca de precauciones y consejos acerca de cómo ir enfrentando las dificultades que se nos irían presentando.
Lógicamente que al momento de guiar las camionetas con tracción 4×4 el manejo se tornaba un poco más sencillo. Uno de mis colegas se vió apremiado con dos atascos debido principalmente al peso de la camioenta que manejaba, pero más adelante bastó con bajar la presión de los neumáticos para impedir que el problema se volviese a reiterar.
Desde la compacta camioneta Montana Sport, con su nervioso motor a gasolina de 1.8 litros y 105 caballos de potencia, pasando por la forzuda nueva D-Max E4equipada con su nueva planta motriz diésel de 2.5l itros y 136 caballos, para llegar al notable desempeño potencia y confort de la Colorado 4×4 Z71 , con motor de 3.7 litros y 242 HP, y la gama alta conformada por las poderosas Silverado y Avalanche se abrían camino por senderos colmados de arena y otros no tanto.
Sin embargo, el conducir bajo un sol abrazador, nuestro indicador de temperatura exterior nos indicaba 33º celsius fuera de nuestra Colorada, mientras dentro disfrutàbamos de la emoción y la adrenalina con el agrado del aire acondicionado. Sin embargo, se hacia imperativo hacer un aro en el camino para recuperar las energía, por lo que en una explanada en la que logramos divisar varias lagartijas, Chevrolet estableció un campanento base donde nos aguardaba un delicioso almuerzo y sobre todo refescantes bebidas.
Mientras todos hacian la sobremesa, decidí ponerme al volante de una flamante D-Max para dar unas vueltas en el terreno, cuando me entero por la radio que todos ya estaban reiniciando la marcha, por lo que decidí afrontar la ruta sin saber lo que nos deparaba el camino más adelante. Decidí avisar por radio a los demas integrantes que no imprimieran demasiada velocidad a sus camioentas, enterándome a medida que me adentraba en la zona desértica que me habían dejado atrás, pero no iba sólo, puesto que iba seguido por una Chevrolet Colorado conducida por Luz María Aguirre y su conavegante, Gabriel Baeza, Product Manager de Camionetas Chevrolet. Gabriel me aviso por radio si necesitaba ayuda, la que acepté gustosamente, puesto que delante mío se presentaban varios senderos en algunos tramos, desconociendo cual tomar. Imprimí mayor velocidad a la D-Max, batallando con la arena que a veces intentaba sacarnos de la huella por la que circulábamos. Por algunos minutos nos distanciamos tanto de la Colorado que nos seguía, que tuvimos que detenernos totalmente en una de las tantas cimas de colinas, a objeto de tener mejor recepción por el radiocomunicador. Seguimos avanzando, hasta que logramos divisar a los lejos unos objetos que brillaban, era el grupo que me precedia. Me adentré en una zona de arena más suelta, siempre confiando en la increíble capacidad tractora de la D-Max E4, bajando una pronunciada pendiente en primera marcha sin tocar el freno. Todo lo hace la D-Max E4 uno se ocupa únicamente del volante. En este lugar, nos detuvimos para reagruparnos, tener una nueva charla técnica y conductiva que nos puso en alerta al tramo màs interesante y adrenálinico de nuestro raid: el famoso tobogán, una antigua quebrada con varias curvas y pendientes y bajadas pronunciadas a las que no cualquier conductor off road amateur se atrevería.
Opté por ir de connavegante del experimentado mecánico, radiocomunicador y piloto Eduardo «Walo» Frias abordo de la misma D-Max que me llevó hasta ese punto. Mientras ibamos inciando el recorrido, el descenso por empinadas bajadas, siempre de frente para evitar la posibilidad de volcamiento y que se vaya la cola de la camioneta, esto último era inevitable en los ejemplares de mayor tonelaje como una Silverado cabina simple que nos precedía. Eduardo Frías demostró sus profundo expertise como conductor off road, sacando completo provecho de la capacidad de la nueva D-Max sin perder en ningún momento el control ni capacidad de tracción. Incluso el camino nos deparaba una roca de generosas dimensiones, la que sorteamos sin mayor contratiempo. Nuestro carrusel adrenalínico duró sus buenos minutos manteniéndome firmemente sujeto de la agarradera del techo y asegurado por el cinturón de seguridad, eso sí sin de dejar de captar algunas instántaneas de esta aventura extrema con el lente de mi cámara, algunas de las cuales ilustran esta crónica.
Luego, al salir de aquel tobogán enfrentamos un terreno más suave y nos dirigimos hasta el campamento base donde habíamos almorzado para recoger la Montana Sport. No dudé un instante en abordarla como copiloto de Eduardo Frías (ver crónica aparte próximamente). Luego, cual Afrika Korps del desierto, al ritmo de la sinfonía «Caballería Ligera» de Gustav Mahler, todo el line up Chevrolet emprendió la ruta de retorno, deteniéndonos un rato para recomponer energías en la cima de una suave bajada, desde la que se podía apreciar la inmensidad del desierto bañado por la cristalinas aguas de nuestro oceáno pacífico.
Luego de bajar la pendiente y cruzar una última zona de suaves dunas, retomamos la ruta 5 sur y lentamente la caravana regresó al hotel recorriendo una pintoresca y costera ruta, contemplando como el sol poco a poco se ocultaba en el horizonte, llegando al hotel con el gusto de haber vivido una aventura inolvidable con el que más conoce de Pick Ups: Chevrolet.
Por Raúl Farías D´H.; Destacados News
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