Por gentileza de Porsche Chile, importador y representante oficial de Volkswagen en Chile, por espacio de un día, pudimos conocer y probar las bondades de la edición limitada y numerada del sucesor del Escarabajo, modelo que originalmente fuese presentado en Alemania hace casi siete décadas, y que hoy en su segunda generación, nos propone un auto mucho más equipado y porque no decirlo, a un valor que ya no guarda relación con su propósito de «Auto del Pueblo»: Nos referimos al Volkswagen Beetle 1.4 TSI DSG7 «Fender Edition», cuyo valor asciende a los $16.990.000.-
Se trata de una reducida partida del Beetle, limitada únicamente a 12 unidades seriadas (de las cuales ya tienen dueño seis), pensada en aquellos clientes que quieren disfrutar de un sonido de alta calidad, proporcionado por un fabricante musical de primer nivel, además de un diseño único, con las que la marca alemana busca diversificar su gama, acercando el modelo a clientes apasionados por la música, versión que viene a complementar las versiones 1.4 Design y 2.0 Turbo.
Un modelo con mucha historia
Pero antes de zambullirnos en sus detalles, es menester darle a nuestros lectoras/es una pincelada acerca de la historia de este emblemático modelo, que actualmente se fabrica en la planta de Puebla en México. Las diferentes generaciones del modelo, ya sea de los 50, 60, 70, 80 ó 90 se convirtieron en objetos de culto, puesto que reflejaban el diseño de auto más conocido del mundo y que sigue encantando a las nuevas generaciones. No por nada, desde el inicio de su comercialización se han vendido más de 21 millones de ejemplares, situándose por detrás de un conocido modelo de origen nipón.
Haciendo memoria, recuerdo lo exitosas que resultaron las generaciones del Escarabajo 1300 de origen brasileño, comercializadas en nuestro mercado a comienzos de la década de los ochenta o el furor que causó el regreso del modelo en 1993 con las unidades con inyección y catalizador, procedentes también de la tierra de Pancho Villa, las que traían un ingenioso sistema de alarma con activación mediante una llave especial (iba conectada a la bocina). Recuerdo incluso que su anterior representante comercializó unidades «Open Air», equipadas con un techo de lona practicable de manera manual.
Pero sin duda que 1998, con el debut del New Beetle, versión que desató una verdadera fiebre en el mundo por ese modelo, en virtud de que representaba como ningún otro auto, una suerte de filosofía de vida automovilística completamente nueva. En Chile, las últimas versiones comercializadas fueron el 2.0AT y el Cabrio 2.5 AT, ambas descontinuadas en 2011.
El ícono vuelve con una personalidad más marcada
Ese año, los Jefes de Diseño del Grupo VW, Walter Da Silva y de la marca, Klaus Bischoff tenían por misión la de crear un «nuevo original», surgiendo en Wolfsburg el diseño final de lo que es la segunda generación (que en Chile la recibimos con cierto desfase en noviembre de 2014). Si se hace el ejercicio de comparar el modelo del 98 con el actual, éste último se caracteriza por una marcada deportividad, que se aprecia en una serie de detalles como son:
- La mayor longitud del capot.
- La inclinación pronunciada del parabrisas delantero.
- Sus dimensiones más achatadas y ancho.
No olvidemos que un adelanto de lo que es el actual Beetle, VW lo mostró en 2005 con el conceptual Ragster, una suerte de Hot Road basado en el New Beetle. El Beetle Fender Edition tiene una longitud de 4.278mm (152mm + que su predecesor), un ancho de 1.808mm (84mm+) y un altura que se rebajó en 12mm, llegando a los 1.486mm. Su distancia entre ejes creció en 22mm, llegando a los 2.537mm. El resultado de lo anterior son proporciones completamente nuevas: al aumentar la longitud aumenta también la tensión del techo, a su vez retrocede el parabrisas y la zaga sigue los contornos del ‘Escarabajo’ original. El nuevo centro de gravedad se sitúa ahora en la columna C.
Particularmente, el Beetle Fender Edition se reconoce por sus molduras protectoras laterales del color de la carrocería, las que llevan una banda cromada, las inscripciones en grafía negro de “Fender Edition” junto con el número seriado, además de dos listones negros paralelos en la parte baja de ambas puertas laterales, la monografía en relieve cromado sobre fondo negro en los laterales de la parte delantera y bajo el logo VW en el portalón trasero. Calza neumáticos Hankook Optimo de medida 215/55 R17 con llantas de aleación de aluminio con diseño “Talaia”.
La sección delantera luce muy ancha (en términos visuales), con un capó amplio y alargado, en cuyo centro va el logo cromado del fabricante. A ambos lados encontramos los clásicos ópticos circulares halógenos, de generosas dimensiones, los que otorgan un haz luminoso más que adecuado. Me hace creer como si el Beetle nos brindase una acogedora sonrisa. El parachoques envolvente, con marcados ángulos, también rinde homenaje al parachoques cromado (de dimensiones mucho menores en generaciones anteriores). La sección baja es empleada como toma de aire y en los extremos encontramos los repetidores de los intermitentes y los neblineros. Una línea cromada recorre todo a lo ancho, dándole un realce a esta parte del auto.
Lateralmente destacan sus generosos pasos de ruedas, muy proporcionados entre el eje delantero y trasero, los limpiaparabrisas semiocultos (por tema de resistencia aerodinámico). El listón cromado ubicado cerca del zócalo, me recuerda esa suerte de pisapie amplio que tenían los Escarabajos de antaño. Las puertas que antes disponían de marco, ahora no disponen de él, lo que sin duda contribuye a darle más deportividad al conjunto. Un notorio listón cromado marca la frontera entre la superficie vidriada y la de acero de la carrocería. Los espejos disponen de reglaje eléctrico y desempañador, además de repetidores de los intermitentes integrados en su carcasa, parcialmente en el color del auto.
En su zaga encontramos un generoso vidrio posterior (pero desde dentro la visión no es de las mejores por el retrovisor interior), lo que se compensa con la excelente retrovisión de los externos. Un alerón bicolor (negro/blanco), le da otro toque de deportividad a su carrocería. Bajo este elemento y al centro se ubica la tercera luz de freno LED.
Los ópticos traseros de forma más ovalada, se distinguen por su llamativo color rojo. Un dato interesante es que esta versión dispone de cámara de reversa con guías de ayuda. Si usted se pregunta dónde está, le contamos que al insertar la reversa, el logo VW trasero se desdobla y emerge la cámara (el mismo logo nos permite acceder a su maletero). Nos hubiese gustado que estuviese complementada con sensores. Más abajo encontramos las luces reflectantes y la salida de escape doble al lado izquierdo. Es sabido que ningún Escarabajo ha tenido limpiador trasero, pero creemos que no se vería mal con uno de pequeñas dimensiones instalado discretamente sobre el alerón.
Habitáculo cómodo y funcional
Nos llamó lo atención lo pesadas que son sus puertas, lo que nos habla de la robustez de su carrocería. Al acomodarnos en el puesto de manejo, encontramos otro guiño a sus predecesores: la parte alta de las puertas, el salpicadero y los aros del volante son del color de la carrocería. Todo un detalle «vintage».
El nuevo Beetle equipa una guantera adicional, similar a la del original, integrada en el panel frontal del acompañante. Al contrario que laguantera estándar de apertura hacia abajo, la guantera adicional del Beetle se abre hacia arriba.
La característica principal del nuevo Beetle es la completa modificación de los parámetros ergonómicos y de diseño interior: si los conductores del modelo refrigerado por aire lo conducían desde una posición muy baja del asiento y los del New Beetle desde una posición más bien elevada, gracias al posicionamiento avanzado del parabrisas, los conductores del nuevo Beetle experimentarán una sensación de manejo mucho más deportiva.
Los asientos van recubiertos en tela, disponen de regulación longitudinal, reclinación (mediante una perilla redonda) y altura. El volante posee regulación en altura y profundidad con comandos satelitales para el sistema de audio y control del computador de abordo. Los mandos del control crucero son compartidos con el señalizador y regulador de luces bajas/altas.
El cuadro instrumental es funcional y ergonómico con tres relojes circulares, que de izquierda a derecha son: tacómetro, velocímetro (de mayores dimensiones) con el computador de abordo con monitor gráfico de seguridad y que nos informa sobre varios parámetros: temperatura exterior, autonomía, consumo promedio e instantáneo, velocímetro digital, entre otros). Finalmente está el indicador del nivel de combustible.
Diseño, ergonomía, manejabilidad y calidad encajan como piezas de puzzle para crear un nuevo y simpático automóvil dotado de máxima personalidad y practicidad para un uso diario que se traduce en una gran oferta de espacio para los viajes largos: 4 plazas y un gran maletero con capacidad que va desde los 310 a 905 litros. Adelante se dispone de amplio espacio, mientras que atrás puede acomodar a dos ocupantes.
El nuevo VW Beetle Fender Edition debe su nombre a la prestigiosa fábrica de amplificadores y guitarras norteamericana, que desde hace un tiempo tarabaja junto al fabricante alemán. El sistema de sonido “Fender Sound”, ofrece a los melomános un equipamiento con amplificador digital de 400 vatios y 8 altavoces, con Subwoofer (altavoz de graves, con una caja de bajos cerrada), él que puede conectarse a una gran cantidad de dispositivos gracias a su conexión Media – In. Además posee una entrada de aire auxiliar al interior del auto, que permite conectar la guitarra. Como un plus adicional, quienes tengan la fortuna de ser dueña/o de alguno de estos ejemplares, se hará de una exclusiva guitarra Fender electroacústica. El sistema consta de altavoces de agudos en los triángulos de los retrovisores, así como altavoces delante y atrás.
Mécanica exquisita
Mecánicamente, esta particular versión es propulsada por un motor bencinero de 1.390 c.c. de desplazamiento, biturbo, con cuatro cilindros en línea, que entrega una potencia efectiva de 160HP a 5.800 vueltas, mientras que su torque alcanza los 240Nm disponibles entre las 1.500 y 4.500 vueltas, asociado únicamente a una caja del tipo DSG (de doble embrague) de 7 marchas. Esta planta motriz recibió el año pasado el International Engine Award.
Sin duda que esta combinación de mecánica y caja, convierten al Beetle Fender en una excelente alternativa para el uso diario y familiar. La caja automática realiza un trabajo fantástico. En manejo citadino su funcionamiento es extremadamente suave y sin que percibamos el menor sobresalto. En autopista la pusimos en modo Sport, logrando reacciones muy deportivas. El motor en ningún momento lo advertimos ahogado, ello se debe a lo elástico del motor. Su capacidad de respuesta es amplia, sobre todo al hacer un adelantamiento rápido. Su rendimiento homologado es de 12,7km/l en ciudad; 18,2 en carretera y un promedio de 15,6km/l.
Manejando con la certeza de que todo está bajo control
Sin duda que un manejo entretenido y relajado debe ir acompañado en todo momento de un alto nivel de seguridad activa y pasiva. Eso es algo en lo que VW siempre se ha caracterizado, más aún en su actual portafolio de productos. El Beetle Fender Edition dispone de un sistema de airbags delanteros y laterales para conductor y acompañante. El airbag del acompañante se puede desactivar a voluntad cuando no se requiera. Otro airbag de cabeza protege a los ocupantes delanteros, reduciendo el riesgo de lesiones en el cuello y la nuca. Más detalles en la ficha técnica.
Adicionalmente el sistema de control de estabilidad (ESC), impide que el auto se desvíe de su trayectoria de marcha, interviniendo de manera selectiva en la gestión de los frenos y el motor, garantizando estabilidad en todo momento.
Fotos: Raúl Farías; VW Beetle 1.4 TSI Fender Edition 1 en Blanco Oryx