Según un estudio dado a conocer por el Automóvil Club Alemán (ADAC), se habría puesto a prueba en diecinueve marcas y veinticuatro modelos, la vulnerabilidad a la que estarían expuestos los sistemas de entrada y acceso inteligente, conocidos como Smartkey/keyless. Bastaría con que un amigo de lo ajeno contase con un amplificador de radiofrecuencia inalámbrico para poder entrar y encender un auto en cosa de segundos, sin dejar la más mínima pista.
El grupo de expertos del ADAC demostró que este tipo de vehículos sería más propenso de sufrir hurtos, que aquellos equipados con un sistema de comando a distancia común y silvestre. Basta con que alguien ponga un amplificador de ondas de radio junto al auto y otro situado cerca de la llave, pudiendo abrir un auto, aunque usted tenga la llave en su bolsillo o cartera a varios kilómetros de distancia.
En pocas palabras, los sistemas de acceso y encendido inteligente funcionan mediante un sistema inalámbrico instalado en el auto y en la llave. Basta con acercarse al auto y presionar el botón del comando para que el auto mande una señal, rebote en el comando, confirme nuestra presencia y abra las puertas o bien nos permita encender el auto.
Una vez que el auto es robado, se ha comprobado que éstos funcionan sin sus llaves originales presentes físicamente, mientras haya combustible en el tanque o hasta que el motor se pare o detenga. Incluso algunos autos pueden repostar combustible con el motor encendido.
La ADAC propone que los mismos clientes ejerzan una mayor presión sobre los fabricantes de estos modelos, en orden a tener soluciones en este tema o bien que desarrollen un chip que analice la tardanza entre la recepción y envío de la señal entre el auto y el comando, pudiendo determinar si la llave está cerca o lejos del automóvil.