Un original evento fue celebrado en la encantadora isla de Capri para celebrar el 59 aniversario de Fiat 500. Lanzado en Turín, precisamente, el 4 de julio de 1957, el «pequeño gran coche» se convirtió en un modelo de culto, del que se vendieron cuatro millones de unidades.
Cincuenta años después, en 2007, el Nuevo 500 renació y se convirtió en un éxito mundial, comercializado en más de cien países de todo el mundo y con casi dos millones de unidades vendidas. Desde 2015, el inconfundible diseño de 500 ha sido renovado y se ha completado con más tecnología, nuevos motores y un número infinito de ideas de personalización. Es el desarrollo de una marca obtenido a base de refinar los elementos hasta convertirlo en la obra de arte que es.
Este año, todos los ojos están puestos en 500 Riva, que «invadió» los lugares más famosos de Capri con su elegancia atemporal: la innumerable cantidad de versiones e interpretaciones de la gama 500 no dejan de sorprender.
La última incorporación es esta serie especial limitada y exclusiva que destaca por sus ideas de diseño único y detalles preciosos. Fue diseñado en colaboración con Riva, la marca náutica de fama mundial, sinónimo de elegancia y estilo. Dos leyendas absolutas en el mundo de los autos y de los barcos se reúnen para crear un nuevo objeto deseable, que simboliza la excepcional belleza italiana.
500 encaja con el encanto atemporal de la Riva, para producir un citycar que combina las características de estilo y diseño de ambas marcas. La carrocería cuenta con una pintura especial lacada «Sera Blue», un color exclusivo para esta serie limitada y uno de los más apreciados de la paleta ofrecido por Aquariva Súper, mientras que los acentos de madera de caoba real con incrustaciones de arce, son el resultado de un proceso único e innovador en el sector del automóvil al usar las mismas maderas utilizadas en los yates Riva para una decoración interior.
Para un auto que se ha inspirado en el mar para seducir en las carreteras no podía haber mejor escenario para celebrar su aniversario que las rocas de Faraglioni y Piazzetta Umberto I en la deliciosa isla de Capri. El ambiente era el de los años sesenta, una «explosión del pasado», en la que el sucesor del legendario 500 vuelve a ser la estrella indiscutible del glamour y la elegancia de la que Italia es famosa en todo el mundo