Pocas veces visto, pero sin duda un gesto de humanidad y servicio al prójimo. Los protagonistas: Ako Duzi, combatiente kurdo, dueño de un BMW Serie 7 de segunda generación, fabricado entre 1986 y 1993. El escenario, las calles de las ciudad de Kirkuk en Irak, controlada por el Estado Islámico o Dáesh. Esta ciudad es considerada clave por sus yacimientos de petróleo.
Duzi, pasó a ser considerado un verdadero héroe durante las últimas escaramuzas, que han tenido lugar después del contraataque que se inició el pasado 21 de octubre, puesto que tomó su auto y viajó hasta la ciudad par apoyar en la contraofensiva. Al recorrerla se dio cuenta de la presencia de personas heridas, muchas de ellas civiles inocentes. La asistencia de los servicios de emergencia estaba negada por la presencia de francotiradores en los edificios, por lo que decidió ocupar su antiguo BMW Serie 7, que había comprado unos cuatro meses antes, poniendo a prueba su blindaje de fábrica, salvando la vida de unas 70 personas, puesto que trasladaba heridos hasta el hospital de esa ciudad.
El lujoso sedán, que en su tiempo irradiaba elegancia y nobleza sin ostentación, sufrió el impacto de cerca de medio centenar de balas provenientes de francotiradores, que no menguaron su capacidad de respuesta si no que sólo algunas averías mecánicas. Recordemos que esta camada tenía motores de 6, 8 y 12 cilindros con cilindradas de 3, 4 y 5 litros, con potencias que iban desde los 218 CV hasta los 300 CV deL 750i.
Producto de la hazaña, el Gobernador de Kirkuk reconoció a Duzi, mientras que BMW Alemania tomó contacto con él para ofrecerle «renovar» su Serie 7 por uno cero kilómetro (obviamente blindado hasta los alamitos), oferta que el bienhechor habría declinado. BMW usaría el auto para mostrar la eficiencia de sus sistemas de blindaje en su museo, no sin antes periciarlo a fondo.
Fuente: Vía Diariomotor.-