Una nueva era ha comenzado en la fábrica de Opel en Rüsselsheim (Alemania) con la salida de la línea montaje del primer Insignia Grand Sport producido oficialmente en serie. «Llevábamos tiempo deseando que llegara este momento y, por fin, ha llegado. Ha sido un día muy importante para Opel y para la planta de Rüsselsheim», señaló el Dr. Karl-Thomas Neumann, durante la ceremonia de inicio de la producción en serie de la segunda generación del Opel Insignia. La marca invirtió más de USD 540 millones en el desarrollo de esta nueva camada.
Un Insignia Grand Sport, de color blanco y con motor 2.0 litros diesel de 170 CV, fue el protagonista de la jornada al final de la línea de producción de Rüsselsheim.
Por su parte, el vicepresidente del Comité de Empresa, Uwe Baum, añadió: «El equipo de Rüsselsheim ha demostrado una vez más su capacidad para realizar lanzamientos que permiten fabricar productos de máxima calidad desde el inicio. El Comité de Empresa está especialmente agradecido a todos ellos en el día de hoy, ya que el nuevo Insignia es una parte muy importante del futuro de Opel».
Los tres primeros autos fabricados están destinados a Polonia, Dinamarca y Alemania. El nuevo buque insignia de Opel acaba de hacer su estreno mundial oficial en el Salón del Automóvil de Ginebra.
El Dr. Neumann confía en que la nueva edición del Opel Insignia continuará el éxito de su predecesor. Hasta la fecha, se han vendido 940.000 unidades de la primera generación del Insignia, Auto del Año en Europa 2009, convirtiéndolo en el cuarto modelo de Opel más vendido.