Por espacio de un día, pudimos comprobar las funcionalidades de un sedán del segmento C, que a estas alturas ha pasado a ser un integrante «imprescindible» dentro de su portafolio: Volkswagen Bora, que ya va en su sexta entrega, presente en nuestro mercado desde 2011 y hasta septiembre de 2014, bajo el nombre de Vento. Su competencia está representada por Hyundai Elantra, KIA Cerato, Mazda 3 Sedán, Nissan Sentra, Renault Fluence, Subaru Impreza y Toyota Corolla.
Recuerdo que a inicios de los noventa, el antiguo representante de la marca en Chile, MACO I.C.S.A., comercializó el Volkswagen Atlantic, que con la entrada en vigencia de la normativa que implementaba la comercialización de autos equipados con convertidor catalítico, a contar de septiembre de 1992, pasó a denominarse como Jetta GLi, los que correspondían a ejemplares de la generación MKII.
Fue a contar de 1995-96, que llegan a Chile, las versiones sedán del Golf MK3, bajo la denominación Vento, cuyas últimas unidades se comercializaron durante el primer trimestre de 1999, con versiones tope de gama signada como 2.0 GLX. Durante ese mismo año, junto con el arribo del Golf A4, llegan los Bora 2.0 litros, 1.9 TDI y algunos escasos 1.8T. Su vida comercial se extendió hasta 2014, cuando se dejó de fabricar. Paralelamente, en 2006 fuimos testigos del arribo del Vento 2.0 y 2.5, que conocimos hasta 2010.
La sexta generación (conocida internamente como Type 1b), hizo su ingreso a nuestro mercado en 2011, experimentando una ligera actualización en enero de 2015, cuando pasó a denominarse nuevamente Bora, en directa alusión al viento catabático que afecta a grandes regiones, los que en ocasiones pueden superar los 100 km/h. Sin embargo, la génesis de esta entrega se remonta a 2010, cuando VW Norteamérica desarrolla el proyecto NCS o New Compact Sedán (Nuevo Sedán Compacto). Emplea la plataforma PQ35.
La gama en nuestro mercado está conformada por siete versiones, dos motorizaciones, tres tipos de transmisiones y cuatro niveles de equipamientos, todas provenientes de la planta mexicana de Puebla.
Versiones y precios a mayo 2017 Volkswagen Bora Bencina (TSI) y Diesel (TDI) (*)
Bora Bencina
Volkswagen Bora 1.4 TSI Trendline 6MT $11.490.000.-
Volkswagen Bora 1.4 TSI Advance Plus 6MT $12.490.000.- (Versión probada)
Volkswagen Bora 1.4 TSI Luxury DSG7 $14.290.000.-
Bora Diesel
Volkswagen Bora 2.0 TDI Advance 6MT $13.490.000.-
Volkswagen Bora 2.0 TDI Advance DSG6 $13.490.000.-
Volkswagen Bora 2.0 TDI Highline 6MT $13.490.000.-
Volkswagen Bora 2.0 TDI Highline DSG6 $13.490.000.-
(*) Valores corresponden a precios de lista. Consultar en www.volkswagen.cl precios con bonos.
Analizando su propuesta estética, podemos señalar que el Bora representa a la perfección lo que es un sedán de corte conservador, con tres volúmenes claramente definidos, cuyas líneas lo hacen ver atractivo. Por delante apreciamos la clásica calandra con tres lamas cromadas y el logo de la marca al centro, flanqueada por ópticos trapezoidales alargados que emplean lámpara H7 de larga duración halógenas y albergan en una sola pieza luces de posición, bajas, altas e intermitentes, las que son apoyadas por neblineros (de serie en todas las versiones) más grandes y elegantes (en el anterior eran redondos). El facelift hace ver a la máscara más afilada.
De costado, se muestra como un sedán de generosas dimensiones, con un pilar B revestido en pintura negra brillante, una equilibrada proporción entre superficie vidriada y de acero, con marcos de las ventanas delgados y vidrios laterales traseros y posterior con «Privacy Glass». Conserva los clásicos retrovisores parcialmente del color de la carrocería con repetidores de los intermitentes en la carcasa, además de tener función desempañante.
Nuestra versión de prueba, al igual que la de entrada, Trendline se desliza sobre neumáticos Hankook Ventus Prime de medida 205/55 R16 con llantas de aleación con diseño Sonoma de cinco rayos dobles. Externamente, las variantes tope de línea Luxury TSI se reconocen por la presencia de neumáticos con aro 17, y la presencia del techo corredizo eléctrico.
Sin embargo, al apreciar su zaga, es donde el Bora nos revela los cambios a los que fue sometido: Las luces presentan un nuevo diseño, puesto que fueron ligeramente recortadas en sus extremos inferiores (cerca de la zona del portaplacapatente) y adquirieron una tonalidad más ahumada. El largo vidrio posterior le otorga una buena visibilidad, además de reforzar la línea dinámica.
El monograma «Bora» va del lado izquierdo, pero no inmediatamente bajo el óptico, como acontecía en el Vento. Otros sutiles cambios se aprecian en su paragolpes que tiene dos sutiles pliegues inferiores, prescindiendo del difusor de aire negro central, mientras que las luces reflectoras fueron reubicadas en una posición más baja. Mantiene la doble salida de escape del lado izquierdo, que nos hubiese gustado que contase con un acabado cromado para realzar aún más la elegancia de esta zona del auto.
Sus medidas alcanzan los 4.644 mm de largo (9 cms más que su antecesor), 1.778 mm de ancho, 1.482 mm de alto (6 cms menos)y una distancia entre ejes de 2.651 mm (73 mm más) lo que redunda en una excelente habitabilidad con un espacio para las piernas en las plazas posteriores equivalente al de sedanes de mayor tamaño como el desaparecido Passat.
En su cabina, también encontramos cambios respecto de su predecesor, el Vento, puesto que reconocemos inmediatamente la presencia de ciertos elementos tomados en calidad de préstamo del Golf A7, como lo es su volante, el cuadro de instrumentos y la consola. Ahora bien, en materia de gustos no hay nada escrito, pero nos gustó la presencia de revestimientos internos en las puertas y ciertas zonas del tablero en un plástico simil madera, que lo hace lucir más elegante que el aluminio cepillado presente en Vento. Otros leves cambios se aprecian en las ornamentaciones cromadas que rodean las rejillas de aire, el volante con comandos satelitales y aplicaciones en negro brillante.
Los asientos lucen un ligero rediseño, con contornos más marcados y envolventes, que redundan en una mejor sujeción para sus ocupantes. Nuestra versión de prueba disponía de tapiz de cuero sintético negro. El tapiz de tela es privativo de la versión Comfortline. Es sumamente fácil hallar la postura de manejo perfecta, por cuanto ambos asientos delanteros disponen de regulación de altura y lumbar.
Sobre sus terminaciones, podemos decir que están por sobre la media de las que encontramos en su segmento. Nos gustó la presencia de luces de cortesía en las puertas, así como de un vierteaguas en el contorno de la puerta con recubrimiento tipo felpa, recubrimiento blando de los reposabrazos. La zona alta del tablero va revestida con plásticos blandos al tacto.
En relación a la presentación del cuadro de instrumental, ésta sigue la línea pbservada en otros modelos de la marca con dos relojes principales analógicos: tacómetro y velocímetro, que albergan a su vez a otros más pequeños: temperatura del motor e indicador del nivel de combustible, los que flanquean el computador de abordo monotono.
La consola va presidida por las rejillas de aire, en cuyo centro encontramos el hazard y los testigos de funcionamiento de la bolsa de aire del acompañante. Inmediatamente bajo ellos, encontramos el sistema de audio RCD 510 con pantalla táctil de 6.5″, con ocho parlantes, bluetooth y entrada para USB. No soy de aquellas personas hiperconectadas, por cuanto no enlazé mi teléfono con el BT del auto, caí en cuenta de que no dispone de sistema Mirror Link, que permite en la pantalla del sistema de audio, visualizar las funciones de nuestro celular inteligente. Prefiero mantener la vista en el camino y las dos manos al volante. De recibir un llamado manejando, preferible no contestarlo o bien devolverlo una vez que estoy estacionado en un lugar seguro.
El sistema de climatización, que VW denomina para esta variante equipada con aire acondicionado con accionamiento manual, como Climatic, salvo la Luxury que dispone del Climatronic bizona, operó perfectamente, incluso a su máxima capacidad.
El túnel central entre ambos asientos delanteros, dispone detrás de la palanca de cambios, de dos posavasos (uno de ellos con cenicero/basurero independiente) y un pequeño portaobjetos con tapa, que hace las veces de reposabrazos central. Nos gustó que ese elemento contase con alfombrado interior .
Sobre el espejo retrovisor interno, encontramos un plafonier que alberga las luces de cortesía interior, de lectura y un portalentes. Los pasajeros traseros disponen de luces de apoyo en el techo.
Sobre las plazas traseras, éstas se presentan muy amplias, con cabida para tres ocupantes, cada uno con su respectivo apoyacabeza y dos anclajes ISOFIX para sillas infantiles. En caso de ser empleado por dos pasajeros, dispone de un reposabrazos central con dos posavasos.
Un elemento no muy común en este tipo de automóviles es la presencia de salidas de aire para los ocupantes de los asientos traseros, garantizado por la presencia de dos dos rejillas adicionales, que hacen más confortable los viajes, además de una toma de 12V.
Para aquellos matrimonios o parejas con hijos, agradecerán la presencia de un generoso portamaletas con capacidad para 510 litros de vituallas, que se puede abrir desde el comando interior, situado del lado de la puerta del conductor o bien desde el mando a distancia, espacio que se puede ampliar aún más abatiendo los respaldos del asiento posterior en proporción 60/40.
Al abrir su capó, extrañamos que no se le haya traspasado los amortiguadores a gas del Golf 7, manteniendo la clásica varilla. Pero es un detalle menor, tomando en cuenta la evolución experimentada por su planta motriz, que pasó del antiguo motor de 2 litros y 115 HP del Vento anterior, que dio paso a un eficiente motor TSI (Inyección directa estratificada con turboalimentación) de 1.396 c.c. de desplazamiento con cuatro cilindros, con un block hecho íntegramente en aluminio, y que forma parte de la grupo de motores EA211, pero con una potencia ligeramente menor a la del Golf 7 Sport TSI.
Entrega 122 HP a 5.ooo vueltas, mientras que su par llega a los 200 Nm, disponibles cuando el tacómetro se mueve entre las 1.500 y 4.000 vueltas. La caja manual de cinco relaciones del Vento, dio paso a una de seis marchas, que complementa a la perfección a este propulsor.
Muchos lo pueden subestimar, en cuanto a sus capacidades dinámicas, pero hay que manejarlo. El motor se siente elástico y progresivo, con capacidad de empuje, tomando en cuenta de su peso que debe rondar los 1.300 kilos. Aunque nuestra prueba fue principalmente en tramos urbanos, este motor se mostró dócil y presto a nuestros requerimientos de aceleración. Eso sí pensemos que este motor está orientado a lograr eficiencia en el consumo de combustible.
Sobre su andar, podemos decirles que se mostro ágil y apegado al pavimento en todo momento, lo que se explica por los cambios registrados en su sistema de suspensión que es McPherson delante y Multibrazo trasera (en el Vento era rígida), lo que explica la seguridad y aplomo con que el Bora devora y domina las curvas en caminos sinuosos como los existentes al interior de Valle Escondido.
Lo anterior es apoyado por la presencia de una dirección precisa y rápida para trazar trayectorias, que obedece en todo momento las órdenes que le damos. Su rendimiento en condiciones de manejo citadino anotó un registro de 12 a 13 km/l.
Algo que no se le puede criticar a este Bora es su generosa dotación de equipamientos de seguridad, superando incluso a sus rivales: airbags frontales, laterales y de cortina, sistema de frenos ABS con MSR, controles electrónicos de estabilidad (ESC) y tracción (ASR) y bloqueo electrónico de diferencial, sumado a la presencia de discos de frenos ventilados delanteros y discos sólidos traseros que garantizan una frenada segura en todo momento, tomando siempre en cuenta las posibilidades de la física y un manejo prudente.
A modo de conclusión, podemos decir, que el Vento se presenta como una alternativa válida dentro de su segmento, sobre todo por su mecánica, eficiencia, amplitud y seguridad. Podrá no ser ultraequipado o contar con chiches como botón de encendido, infoentretenimiento de última generación, pero cumple a cabalidad con las expectativas de un sedán confortable tradicional, que se agradece se haya actualizado con mecánicas y cajas recientes. Aunque ¿ cómo se vería con un 1.4 con 160 HP como se ofrece en otros mercados?
Fotos: Raúl Farías; VW Bora 1.4 TSI Advance Plus 6MT en Blanco Puro.