La próxima edición del Concurso de elegancia de Pebble Beach será testigo de la exhibición, por parte de la casa bávara BMW, del conceptual Z4, un roadster de tamaño compacto, cuya versión de producción final se espera que sea presentada durante 2018.
Este prototipo representa la visión del fabricante acerca de lo que debe ser un deportivo de este tipo, puesto que representa el nuevo estilo de diseño de BMW, apreciable desde todos los ángulos y en todos los detalles presentes en el auto, eso sí, sin dejar de lado los rasgos característicos de un roadster como son: la batalla larga, una silueta baja y estirada, y una zaga compacta.
Un capó más corto y alerones definidos aseguran que el conductor se siente más cerca del centro del vehículo, lo que no ocurría en los modelos anteriores. Esto hace que las nuevas proporciones ofrezcan una sensación centrada, deportiva y ágil.
La afinidad entre el interior y el exterior del BMW Concept Z4 es evidente, tanto en forma como en color. El lenguaje de diseño del interior toma el carácter potente y tridimensional del exterior, y añade otra voz al conjunto dinámico. Gran parte del interior adopta el color de la carrocería, lo que crea un claro enlace visual entre el interior y el exterior. Solo una moldura cromada exclusiva ofrece separación.
Su interior sirve para reforzar la concentración total en la experiencia de conducir. El asiento del conductor, así como los paneles de las puertas, el cuadro de instrumentos y la consola central que rodean al conductor están completamente acabados en negro y destacan de forma prominente respecto a los tonos del exterior y del resto del interior conjuntados en naranja. Juntos, forman una zona claramente definida que rodea al conductor como una cápsula, lo que produce una sensación muy deportiva.
Lo antes señalado crea un entorno centrado únicamente en la conducción, con un “cono de visión” pronunciado, donde el volante y el resto de superficies negras parecen surgir hacia adelante y, al hacerlo, acentúan el potente enfoque en el conductor del habitáculo.
El cuadro de instrumentos y la pantalla de información central forman un conjunto de pantallas exclusivas integradas en el puesto de conducción para darle una ergonomía perfecta. Las dos pantallas están ubicadas casi a la misma altura y muy cerca la una de la otra, por lo que parece que sean una sola unidad cohesionada. Trabajan juntas para ofrecer la información adecuada en el momento preciso. Mediante un comando táctil, el conductor puede elegir qué elementos del contenido disponible desea mostrar en la pantalla de información.
Entre estos se encuentran la guía de rutas, las listas de reproducción u otras características de info-entretenimiento. Sobre el cuadro de instrumentos, el Head-Up Display muestra la información de conducción esencial dentro del campo de visión directa del conductor.
Fotos: BMW.