Hulot dimitió en septiembre de 2018 en protesta por la falta de compromiso de Macron con el medio ambiente y desde entonces el Gobierno rara vez ha mencionado el veto, en parte debido a las protestas de los «chalecos amarillos» contra los impuestos sobre el CO2 en los combustibles y el alto costo de vida.
Elizabeth Borne afirmó a un medio televisivo frances: «Tenemos un objetivo de neutralidad en las emisiones de carbono para 2050 y necesitamos una hoja de ruta creíble, que incluye la prohibición de la venta de vehículos propulsados por combustibles fósiles para 2040», sostuvo.
«Desde el inicio del mandato de Emmanuel Macron, nuestro objetivo es el programa climático que Nicolas Hulot anunció en el verano de 2017. Ahora vamos a convertir este objetivo en ley», dijo Borne.