La reducción de CO2 y la movilidad sostenible son elementos clave de la estrategia empresarial. Como parte del plan de sostenibilidad, Ambition 2039, Mercedes-Benz trabaja para ofrecer en 20 años su gama de vehículos nuevos neutros en cuanto a las emisiones de CO2.
Mercedes-Benz AG es el primer fabricante de automóviles premium cuyos objetivos de protección del clima se han verificado científicamente por la Iniciativa de Objetivos Basados en la Ciencia (SBTI). Con estos objetivos, la empresa apoya el Acuerdo Mundial de París sobre el cambio climático. El objetivo de este acuerdo es reducir el calentamiento global al menos 2°C frente a los niveles preindustriales.
“Para la reducción de las emisiones de CO2, nos hemos fijado ambiciosos objetivos y estamos aplicando medidas concretas. Por ejemplo, estamos invirtiendo una cifra de diez dígitos en la expansión de nuestra gama eléctrica. Somos conscientes de nuestra responsabilidad y cumplimos nuestra parte”, señaló Ola Källenius, Presidente de Daimler AG y Mercedes-Benz AG. “Al tener nuestros objetivos de protección climática científicamente reconocidos por la Iniciativa de Objetivos Basados en la Ciencia (SBTI), aseguramos nuestro apoyo en camino del Acuerdo de París sobre el cambio climático”.
En el contexto del plan Ambition 2039, Mercedes-Benz AG se ha fijado el ambicioso objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de su gama de vehículos nuevos durante su uso (como parte del Scope 3, de las tres áreas de emisiones establecidas) en más de un 40 por ciento para 2030 frente a los valores de 2018.
Para ello, Mercedes-Benz confía en una inteligente combinación de motores de combustión de última generación y una electrificación parcial con tecnología de 48 voltios, híbridos enchufables a medida y eléctricos alimentados por baterías o mediante pila de combustible.
Mediante el empleo de los llamados «e-fuels», los motores de combustión también podrían llegar a ser “neutros en CO2” en el futuro por así decirlo. Los e-fuels son combustibles sintéticos. Se convierten en una alternativa real cuando su síntesis se deriva de energías renovables y el CO2 se obtiene de la atmósfera o proviene de la biomasa.
Sin embargo, al margen de las posibilidades puramente tecnológicas, la ampliación de la infraestructura y las condiciones específicas del mercado, el factor determinante de los objetivos de protección del clima será, en última instancia, una cosa por encima de todo: la decisión de compra de los clientes a favor de estos productos eficientes.