El 2017 marcó un hito para Mercedes-Benz. A continuación te explicamos el porqué. Hasta antes de ese año, el buque insignia de la marca de la estrella de tres puntas era el lujoso Clase S, desde el cual las otras clases se beneficiaban de parte de las tecnologías presentes en esa berlina de representación.
Sin embargo, con la presentación de la quinta generación del Clase E, fue este modelo que tomó la posta como el más avanzado y tecnológico del fabricante alemán, como fue el caso del «Intelligent Drive», que agrupa avanzados sistemas de asistencia al manejo. Han pasado tres años, y ya se presentó la actualización de media vida, que no sólo es estética, además de importantes mejoras en los ítems de confort y seguridad.
Por fuera, ahora desde los modelos de entrada, encontramos el look Avantgarde exterior, además de llevar el logo en la grilla frontal. De hecho, su parte delantera presenta un mayor número de elementos cromados. Las versiones Avantgarde disponen de una remodelada grilla con dos lamas cromadas y barras verticales negras brillantes, mientras que los Exclusive presentan una grilla con diseño específico, además del clásico logo sobre el capó y elementos cromados de gran superficie en el parachoques delantero. De serie son las luces LED integrales, que opcionalmente puden reemplazarse por LED Multibeam con luces altas Ultra Range.
Por detrás nos encontramos con un nuevo parachoques, luces LED de dos elementos con configuración interna nueva y un tapa maletas rediseñado.
La gama de colores incorpora tres nuevas tonalidades: gris grafito metalizado, gris plata high tech y plata mojave. La llantas poseen propiedades aerodinámicas que ayudan a incrementar el ahorro de combustible.
En su habitáculo, encontramos un nuevo muestrario de materiales y colores, nuevas combinaciones cromáticas, así como nuevos elementos de adorno: madera de fresno en color plata con poros abiertos, madera de raíz de nogal fondente, aluminio cepillado y aluminio con estructura de carbono.
El diseño de los asientos delanteros acentúa el ambiente deportivo que se respira al interior del Clase E, sumado a sujeciones laterales seguras, mediante acusados apoyos laterales. La zona central, según nivel de equipamiento, consta de módulos transversales o longitudinales. El color de la zona central del respaldo y de la banqueta armoniza con la configuración general de los asientos.
En cuanto a sistemas de asistencia al conductor, la actualizada Clase E, en seguridad activa, puede intervenir directamente en caso de que el conductor no reaccione. El sistema «Hands Off», ahora usa sensores capacitivos, lo que aumenta la comodidad durante el manejo parcialmente autónomo. Si el conductor quiere avisar al sistema, que él ese hará cargo del manejo, basta sólo con que ponga las manos sobre el volante.
Si el sistema reconoce que el conductor separa las manos del volante durante un periodo de tiempo determinado, se inicia una cadena de advertencias que, en caso de prolongarse la inactividad del conductor, puede conducir en definitiva a la activación del asistente de parada de emergencia.
En cuanto a la oferta motriz, el reestilizado Clase E ofrece siete modelos híbridos enchufables, con potencias que van desde los 156 hasta los 362 HP. Por primera vez, se ofrecerá el motor bencinero M254, de cuatro cilindros, equipado con un alternador arrancador integrado de segunda generación, con hasta 15 kW de potencia adicional y 180 Nm de torque extras, sumado a la presencia de una red de 48 voltios.
Se perfeccionó el cambio automático 9G-TRONIC para la integración del ISG de segunda generación, y se incorpora en un primer paso en combinación con el motor de cuatro cilindros. El motor eléctrico, la electrónica de potencia y el radiador del cambio se montan ahora dentro del cambio o junto a este componente. Es decir, se suprimen las conducciones necesarias hasta ahora, lo que aporta ventajas de peso y de espacio de montaje.
Fotos: Daimler Media