Han transcurrido menos de seis años desde su lanzamiento en Chile (julio de 2014), cuando la marca bávara presentase su deportivo híbrido i8 que analizamos en profundidad aquí, primero en su variante coupé, al que hace poco se sumó la exclusiva variante roadster, ésta última alcanzó a fabricarse poco más de dos años. La detención de su fabricación en Leipzig se planea para el mes entrante, con más de 20 mil unidades comercializadas a la fecha.
Recordemos que este modelo, junto al urbano y 100% eléctrico i3, dieron vida a la submarca BMW i, orientada a la fabricación de vehículos híbridos enchufables y eléctricos.
Sobre sus orígenes, éstos se remontan al Salón de Frankfurt de 2009, cuando la marca bávara presentó su Vision Efficient Dynamics Concept. Dos años más tarde vería la luz el BMW i8 Concept. Su estreno mundial tuvo lugar en el Salón de Frankfurt en 2013 junto con el BMW i3. El doble debut fue la señal de partida para implementar una estrategia integral de electrificación, con la cual BMW Group estableció el curso temprano y consistente para un programa modelo dirigido hacia el placer de conducir de manera sostenible.
Es el primer vehículo deportivo del mundo, que se ha desarrollado teniendo en cuenta la sostenibilidad desde el principio. En particular, se forjaron nuevos caminos con la arquitectura específica del vehículo BMW i y el sistema híbrido enchufable. La combinación de una celda de pasajeros hecha de polímero reforzado con fibra de carbono (CFRP) con un chasis de aluminio fue tan revolucionaria como la interacción controlada de forma inteligente del motor de combustión y el motor eléctrico.
Su propulsor lo conforma un moderno motor eDrive conformado por un motor bencinero, tricilíndrico, con un desplazamiento de 1.499 c.c. con tecnología Twin Power Turbo de alta sobrealimentación y alta sobrealimentación que va montado en la parte posterior. Eroga 231 caballos de fuerza y un par de 320Nm, que se envían al eje trasero mediante la caja Steptronic de seis marchas. En el eje delantero, encontramos un motor eléctrico, que aporta nada menos que 131 caballos adicionales, que recibe su energía de una batería de litio que se recarga conectándola a la corriente eléctrica doméstica normal. Esto es lo que BMW denomina como sistema “Plug in Hybrid”, que permite conducir sólo en modo eléctrico por una distancia de hasta 37 kilómetros, pudiendo alcanzar hasta los 120 km/h de velocidad punta.
Pero su mayor atractivo radica en la combinación del trabajo conjunto de ambos motores, desarrollando nada menos que 362 caballos de potencia, empezando a operar el sistema de tracción integral a las cuatro ruedas, pudiendo experimentar una aceleración dinámica a cualquier velocidad. Desde parado hasta los 100 km/h, apenas necesita 4,4 segundos, mientras que su velocidad máxima está limitada electrónicamente a 250 km/h.
Para los modelos MY19, se aprecian ligeros cambios, los que beneficiaron principalmente a su mecánica: La tecnología BMW eDrive optimizada que se utiliza en las dos versiones incluye una batería de alto voltaje con una capacidad de celda y contenido de energía expandidos de manera importante, y un motor eléctrico que genera una potencia pico superior (12 HP más que su predecesor). El resultado es un incremento notable en el desempeño dinámico, y el rango de operación utilizando únicamente el tren motriz eléctrico, cuya autonomía pasó de 37 a 55 kilómetros en modo eléctrico.
Un ejemplar de este modelo ya tiene su espacio reservado en el Museo de BMW en Münich, mientras que la marca alemana está fabricando las 200 últimas unidades de la edición de despedida: Ultimate Sophisto Edition.
Fotos: Raúl Farías; BMW i8 Coupé 2017