Uno de los principales desafíos, si no el más importante, que tienen los fabricantes de autos eléctricos e híbridos, dice relación con la duración y posterior eliminación de las baterías de litio, luego que éstas han cumplido su vida útil.
La filial europea de Honda Motor se asoció con una empresa de gestión de residuos llamada «Societé Nouvelle d´Affinage des Métaux» (SNA), quienes evaluaron la trazabilidad de las baterías al final de su vida útil y se aseguró que se desecharán adecuadamente. Con este nuevo acuerdo, la empresa analizará las baterías para darles un uso de segunda vida.
Específicamente, SNAM aceptará baterías de iones de litio e hidruro de níquel-metal de distribuidores de Honda e instalaciones de tratamiento autorizadas en 22 países. Una vez en casa, las baterías se probarán y SNAM determinará si se pueden separar y reutilizar para el almacenamiento de energía en aplicaciones domésticas e industriales. Si no, hay una segunda opción.
Utilizando la hidrometalurgia, que generalmente se puede describir como un método de purificación química que separa y extrae metales mediante una reacción en un medio a base de agua, se puede extraer el cobalto y el litio de las baterías usadas. Honda dice que estos materiales se pueden usar para construir baterías nuevas, como pigmentos de color o como aditivos para el mortero. El cobre, el metal y los plásticos de la batería también se reciclan y/o reutilizan.