Los excrementos de pájaro pueden tener implicaciones serias en la pintura de nuestro auto pero, afortunadamente, en Ford se preparan para combatir esta eventualidad, con la ayuda de fecas de pájaro artificiales.
Los excrementos sintéticos desarrollados en laboratorio son tan realistas que pueden reflejar con precisión las diferentes dietas – y la consiguiente diferente acidez de los excrementos- de la mayoría de las aves que hay en el Viejo Continente.
Aplicadas los paneles de prueba como un spray, las piezas de muestra se envejecen a 40°C, 50° C y 60° C en un horno para replicar el uso del cliente en temperaturas extremas, llevando la protección contra la corrosión de la pintura al límite.
La prueba de la caca de pájaro» es sólo una de las muchas a las que son sometidas las muestras de pintura. También se las rocía con ácido fosfórico mezclado con detergente de jabón, y polen sintético en los paneles antes de envejecerlos en hornos a 60° C y 80° C durante 30 minutos. La prueba protege contra las partículas en el aire como el polen y la savia pegajosa de los árboles.