Fiat Chrysler y PSA sellaron el sábado pasado su tan esperada fusión para crear Stellantis, el cuarto grupo automovilístico más grande del mundo con los bolsillos suficientes para financiar el cambio a la conducción eléctrica y enfrentarse a rivales más grandes, Toyota y Volkswagen.
Los fabricantes italoamericanos y franceses tardaron más de un año en finalizar el acuerdo de USD 52.000 millones, durante el cual la economía mundial se vio trastornada por la pandemia de COVID-19. Primero anunciaron planes para fusionarse en octubre de 2019, para crear un grupo con ventas anuales de alrededor de 8.1 millones de vehículos.
«La fusión entre Peugeot SA y Fiat Chrysler Automobiles NV que liderará el camino hacia la creación de Stellantis NV se hizo efectiva hoy«, dijeron los dos fabricantes de automóviles en un comunicado.
Las acciones de Stellantis, que estará encabezada por el actual presidente ejecutivo de PSA, Carlos Tavares, comenzarán a cotizar en Milán y París el lunes, y en Nueva York el martes.
Ahora los analistas e inversores están centrando su atención en cómo Tavares planea abordar los enormes desafíos que enfrenta el grupo, desde el exceso de capacidad de producción hasta un lamentable desempeño en China.
Tavares celebrará su primera conferencia de prensa como CEO de Stellantis el martes, después de tocar la campana de NYSE con el presidente John Elkann.
FCA y PSA han dicho que Stellantis puede reducir los costos anuales en más de USD 6,1 mil millones sin cierres de plantas, y los inversores estarán ansiosos por obtener más detalles sobre cómo lo hará.
Como todos los fabricantes de automóviles globales, Stellantis necesita invertir miles de millones en los próximos años para transformar su gama de vehículos para la era eléctrica.
Pero se avecinan otras tareas urgentes, incluida la reactivación de las rezagadas fortunas del grupo en China, la racionalización de su enorme imperio global y la solución del enorme exceso de capacidad.
El CEO de FCA, Mike Manley, quien dirigirá las operaciones clave de Stellantis en América del Norte, ha dicho que el 40% de las sinergias esperadas del fabricante de automóviles provendrían de la convergencia de plataformas y motores y de la optimización de las inversiones en I + D, el 35% de los ahorros en las compras y otro 7% de ahorros en operaciones de ventas y gastos generales.