Sin duda que la espera de la primera camioneta compacta de Hyundai, de seguro para muchos podría equipararse con la espera de la llegada del Viejito Pascuero en nochebuena, puesto que las primeras luces las vimos hace más de seis años, en el Autoshow de Detroit de 2015, de la mano del Santa Cruz Concept.
Hyundai realizó investigaciones de mercado en el mercado norteamericano, y la respuesta fue abrumadoramente positiva, por lo que la directiva de la subsidiaria en Estados Unidos le dio luz verde al proyecto, en momentos en que la marca coreana ofrecía una gama de modelos conformada principalmente por SUV y automóviles, pero necesitaba de una camioneta para satisfacer las demandas de los consumidores.
El entonces director ejecutivo de Hyundai North America, Dave Zuchowski presionó porque saliese el proyecto de camioneta que se basaría en el Tucson 2016, con ventas proyectadas del orden de las 50 mil a 70 mil unidades anuales, números más que suficientes para hacer viable un precio de USD 25 mil por unidad. Pero Zuchowsky fue removido en 2016 y el proyecto no logró ver la luz. Luego por diversos motivos se fue retrasando, hasta que llegó 2020 con la pandemía, que obligó a retrasar su lanzamiento por razones obvias.
Todo el tiempo que medió entre el conceptual y su entrada en producción, llevó a realizarle mejoras al modelo, por parte del director del Centro Global de Diseño de Hyundai, Sang Yup Lee. La Santa Cruz usaría la misma plataforma de Tucson, pero debía asemejarse lo más posible al estilo presente en los modelos más recientes de la marca.
Otros inconvenientes menores que se fueron resolviendo en el curso de todos estos es que debía ser una camioneta fabricada en suelo estadounidense, pensada para un cliente que busca algunos atributos de camioneta, pero no necesita un despeje, carga útil o capacidad de remolque líderes en su segmento. Hyundai, además de los consabidos rivales como la RAM 1000, tiene en vista la próxima Ford Maverick, que estaría pronta a ser revelada, y se ubicaría por debajo de Ranger.
Santa Cruz cuenta con un impresionante pero al mismo tiempo sofisticado diseño, potentes y eficientes sistemas de propulsión, una flexible cama abierta para carga, una conectividad de avanzada y una muy maniobrable plataforma de tracción en las cuatro ruedas que es igualmente cómoda tanto en ambientes urbanos como en sitios propicios para las aventuras. Será fabricado en Montgomery, Alabama, a contar de junio y estará disponible para la venta durante el verano de Estados Unidos.
Su frontal, se asemeja al del Tucson de nueva generación, y despliega un emblemático esquema de luces ocultas que sólo se hace visible en el interior de la rejilla cuando se encienden. Las luces diurnas presentan un diseño paramétrico en forma de piedra preciosa con detalles muy precisos de alta tecnología. Una llamativa rejilla en forma de cascada ocupa buena parte del frontal, mientras que las luces principales van dispuestas de manera vertical en el parachoques.
Si la vemos de perfil, destaca su cintura ascendente, sumado a la presencia de trazos marcados y llantas de aleación con corte diamantado y un generoso diámetro. Por detrás, sobresalen sus luces LED dispuestas en forma de T y el monograma Santa Cruz estampado a lo ancho del portalón del pick up.
Sin embargo, donde más se manifiesta su similitud con la nueva Tucson es en su tablero, además de una cabina más minimalista, pero muy tecnológica, donde destaca su cuadro de instrumentos similar a una tablet (dispuesta de manera horizontal), personalizable por el conductor.
Cuenta con un diseño de doble cabina envolvente que “encapsula” a cada pasajero. Los equipos de diseño pusieron la mira en la facilidad para entrar y salir y la comodidad ergonómica en viajes largos.
La consola central está presidida por una enorme pantalla multimedia sin bordes de 10″ (opcional). Bajo ella están los mandos táctil del sistema de climatización. Debajo de los asientos traseros, hay convenientes espacios de almacenamiento en la cabina. Para completar el ambiente de primer nivel, también hay disponible un sistema de audio Bose.
Bajó su capó, se podrá escoger entre dos motorizaciones (en el mercado norteamericano): ambas gasolineras de cuatro cilindros. El primero es un 2.5 litros aspirado con sistema de inyección directa, que eroga 190 CV y 244 Nm de par, acoplado a una caja automática de 8 marchas. Su capacidad de arrastre es de 1.587 kilos. El segundo, también es de 2.5 litros, pero turboalimentado, con 275 CV de potencia y 420 Nm de par, que va en concomitancia con una caja automática de 8 velocidades con doble embrague. Puede remolcar hasta 2.267 kilos.
Ambas motorizaciones disponen del sistema HTRAC all-wheel drive, para una total confianza cuando el vehículo se desplaza por zonas más accidentadas.
Fotos: Hyundai News