Fue a finales de noviembre de 2020, que el fabricante estadounidense estrenaba en Chile la cuarta generación de su SUV mediano, incluyendo por primera vez una variante híbrida dentro de su line up, llegando a ocupar el espacio vacante entre Territory y Explorer.
La subsidiaria chilena apostó por comercializar este modelo con dos alternativas de motorizaciones y un acabado único: Titanium, pudiendo optar entre un motor bencinero de 2 litros o bien uno híbrido de 2.5 litros, con una propuesta amigable con el medio ambiente, con un bajo consumo de combustible y emisiones reducidas, procedente directamente desde la planta estadounidense en Kentucky. Esta última fue la que pudimos probar por espacio de una semana en el llamativo color azul eléctrico.
Pero esta cuarta generación, que por precio ya no apunta a tener un volumen de ventas como lo tuvo su predecesora, marca una evolución profunda, que va mucho más allá de incorporar una variante híbrida, puesto que presenta una apariencia mucho más moderna, que no guarda relación alguna con el modelo anterior, sumado a un completo equipamiento de confort, seguridad y tecnología.
Un breve repaso a su historia
Escape debutó en Estados Unidos en 2001, presentando a los conductores una combinación única de estilo, comodidad, eficiencia y capacidad. En su primer año completo de venta, Escape se convirtió en la SUV pequeña más vendida en Estados Unidos. En Chile la empezamos a conocer en 2002. Compartía plataforma con el Mazda Tribute.
Para el año modelo 2005, Ford se convirtió en el primer fabricante estadounidense en ofrecer un híbrido cuando presentó la Escape Híbrida, la primera SUV híbrida del mundo. Entre 2004 y 2012, se vendieron 114.000 de este tipo.
Para el modelo 2013, Ford introdujo una Escape de tercera generación, con un estilo europeo compartido con su prima global, Kuga. El cambio se hizo popular, Escape siguió siendo uno de los vehículos más vendidos. Hasta la fecha, Ford ha vendido más de 4.5 millones de Escapes en Norteamérica.
Líneas inspiradas en emblemáticos deportivos Ford
Para crear una apariencia más deportiva para la totalmente nueva Escape, los diseñadores recurrieron a algunos de los autos deportivos más destacados de Ford. Es así, como la parrilla trapezoidal con forma de escudo está inspirada en Mustang, mientras que la parte delantera inferior toma prestado piezas del exclusivo GT. En comparación con su antecesora, la nueva Escape es más baja, ancha y larga.
Pero vamos por parte. Su frontal está dominado por un capó más largo, en el que destaca una gran grilla hexagonal con entramado en forma de panal de abejas en negro brillante con contornos cromados.
La zona superior del capó es ocupada por luces alargadas hacia los costados, sin olvidar el óvalo azul estampado al centro. Más abajo encontramos los neblineros dispuestos de manera vertical. De noche luce muy bien, puesto que todo el conjunto lumínico dispone de tecnología LED. Al ver esa zona, nos trae a la mente la reestilización más reciente del desaparecido Fiesta.
Al verla de costado, nos encontramos con una línea de techo inclinada, en donde casi no se advierte la presencia del riel de techo muy bien integrado con la carrocería, que hace que tenga una silueta más de coupé de cuatro puertas que de SUV.
La zona vidriada está perfectamente delimitada por contornos cromados, pilares en negro brillante y los “Privacy Glass” presentes en las puertas traseras laterales y portalón. Además, una línea de cintura nace desde el costado de las luces traseras y se extiende de manera descendente hasta casi fundirse con el paso de ruedas delantero. Presenta una segunda más notoria en la zona baja de las puertas. Como buen SUV, mantiene elementos estéticos propios de esta categoría, como son los revestimientos en resina negra que recorren todos los bajos del auto.
Finalmente, su zaga le da un toque de deportividad, con un portalón presidido por un spoiler con parantes en negro brillante, además de una antena tipo aleta de tiburón, que usa el mismo color negro.
Las luces traseras LED están dispuestas de manera horizontal en una agradable combinación rojo/blanco La zona superior central del portaplaca patente lleva el monograma Escape en relieve a lo ancho, siempre con el logo Ford antepuesto al centro. En la zona baja del portalón, en ambas esquinas, vemos los monogramas Titanium y AWD Hybrid, al costado izquierdo y derecho respectivamente. Cabe consignar que el citado monograma Hybrid, es el único elemento que nos permite reconocer que estamos en presencia de una Escape con propulsión ecofriendly.
Finalmente el parachoques trasero está revestido íntegramente en resina negra, además de un difusor bitono central, que alberga las dos salidas de escape, sin olvidar la presencia de dos luces reflectantes dispuestas verticalmente.
Esta nueva camada del Escape es más larga, ancha y baja, se alza sobre la plataforma global C2, que comparte con el nuevo Bronco Sport. De hecho, su largo llega a los 4.585 mm (+60 mm); su ancho a los 1.999 mm (+44 mm), mientras que su altura se redujo en 10 mm, quedando en 1.674 mm. Su batalla aumentó en 20 mm, quedando en los 2.710 mm. Su altura libre disminuyó en 10 mm, quedando en 190 mm. Calza neumáticos Bridgestone Ecopla de medida 225/55 R19 con llantas de aleación bitono.
Interior minimalista y tecnológico
Una vez dentro, nos recibe su tablero digital de 12.3”, que permite configurar y visualizar diversos parámetros del vehículo como información de navegación, consumo, potencia en tiempo real del motor eléctrico y gasolinero, entre otros. Siempre iluminado en un tono azul eléctrico con gráficas blancas, muy agradables a la vista.
La cabina luce bien terminada, muy a tono con los vistos en los últimos modelos de la marca, con detalles agradables a la vista y al tacto, como son las aplicaciones de madera a lo ancho de la zona media del salpicadero.
La zona de la consola central está presidida por una pantalla multitáctil de 8”, que alberga el sistema de infoentretemiento SYNC 3, compatible con Android Auto, Apple Car Play y GPS. El audio es fantástico, gracias a la colaboración de Bang & Olufsen que equipó a Escape con un sistema de audio con 10 altavoces.
Inmediatamente bajo ella, encontramos los comandos físicos del sistema de audio y las toberas de ventilación. Más abajo nos encontramos con el climatizador bizona, además de un puerto USB, una toma de 12 voltios y un espacio para cargar el teléfono celular de manera inalámbrica.
Entre ambos asientos delanteros, hallamos un túnel central, que también presenta el mismo revestimiento de símil madera en color oscuro, él que alberga el selector giratorio de la transmisión automática, con una curiosa L, sobre la que prontamente nos explayaremos. Además, están los interruptores del freno de mano eléctrico, el autohold, además de aquellos que permiten escoger los modos de manejo, sistema de estacionamiento asistido 2.0 (con sólo oprimirlo Escape se encarga por si sola de realizar toda la maniobra, sin tener que pisar ni el acelerador ni el freno) y desactivación o no de los sensores de proximidad.
En cuanto a la posición de manejo, resulta muy cómodo encontrar la ideal, gracias a los múltiples reglajes eléctricos del asiento del conductor, un volante regulable en altura y profundidad. Adicional a lo anterior, dispone de hasta tres memorias, que permiten albergar las preferencias de asientos y espejos de hasta tres conductores distintos.
Los asientos traseros pueden admitir cómodamente hasta tres adultos, lo que se explica por el aumento de la distancia entre ejes, a lo que se suma el hecho de que cuentan con deslizamiento longitudinal.
Su equipamiento es muy completo y ofrece todo tipo de amenidades a los ocupantes: tapiz de cuero bitono, asientos delanteros eléctricos, volante y espejos calefaccionados, espejo interior fotocromático, techo corredizo panorámico, luz ambiental, pack eléctrico completo, plegado automático de espejos exteriores, entre otros.
Sin embargo, sobresale en el aparado de seguridad, por cuanto de serie dispone de: 7 bolsas de aire (frontales, laterales, de cortina y rodilla para el conductor), alarma, frenos de discos a las cuatro ruedas con ABS, EBD, controles electrónicos de tracción y estabilidad, control dinámico en curva, control vectorial de torque, sensor de presión de neumáticos, alerta de postcolisión, inmovilizador de motor, cámara de 360°, entre otros.
Para tener una experiencia 100% digital también durante el manejo, nuestra Escape Titanium Hybrid venía equipada con Head-Up Display: una pantalla desplegable y configurable que proyecta delante del parabrisas información de navegación y conectividad. Uno de los beneficios de esta tecnología es que permite visualizar parámetros útiles para el conductor sin necesidad de sacar la vista del camino, balanceando el brillo exterior para no resultar intrusiva. Es visible, además, en distintas condiciones de luminosidad (uno puede configurar parámetros como el brillo para que la información sea legible aún en momentos de poca luz), e, inclusive, con lentes de sol. Para activar la función y la pantalla, se debe presionar el botón HUD ubicado en el comando derecho del volante.
Sustentable y eficiente gracias a su corazón híbrido
Nuestra unidad de prueba corresponde al primer modelo de la marca comercializado en Chile en contar con un innovador propulsor híbrido de cuarta generación conformado por dos motores: uno a gasolina de 2.5 litros con ciclo Atkinson, que eroga 163 Hp a 6.250 vueltas y un par de 210 Nm disponibles a las 4.500 vueltas. Este es apoyado por otro eléctrico alimentado por una batería de ión litio de 1,1 kWh de capacidad enfríada por líquido, aportando 130 Hp y 235 Nm. Su potencia conjunta llega a los 200 Hp. Este conjunto motriz es gestionado por una transmisión automática e-CVT Powersplit, que transmite la potencia de manera suave y progresiva (si presiona la L del centro, hace que favorezca la circulación en modo eléctrico), sumado a la presencia de un sistema de tracción AWD inteligente.
Además, cuenta con distintos modos de manejo, cada uno de ellos pensado para una situación específica y que cambia notablemente la respuesta y comportamiento del vehículo. Estos son:
- Normal: Para el manejo de todos los días, siendo un balance perfecto de diversión, confort y consumo.
- Eco: Maximiza la eficiencia de combustible y reduce el nivel de emisiones.
- Sport: Para lograr una sensación de manejo deportiva, aumenta la respuesta del acelerador y endurece la dirección para mayor control.
- Resbaladizo: Para superficies firmes cubiertas de agua, hielo, pasto o una delgada capa de arena o ripio.
- Nieve/Arena: Esta función desactiva parcialmente el control de tracción, ayudando a la conducción en terrenos poco firmes.
El paso de modo eléctrico a híbrido se produce de manera automática e imperceptible para ofrecer la combinación perfecta de potencia y eficiencia.
La batería de este sistema híbrido es autorrecargable gracias a un generador eléctrico conectado al eje del motor a gasolina, que transforma la energía mecánica a energía eléctrica para cargar la batería de alto voltaje. A su vez, el sistema de frenado regenerativo utiliza parte de la energía del frenado que se desecharía por fricción, para recargar las baterías. Por ello, no es necesario enchufar al vehículo a una fuente externa de energía.
Su manejo resulta muy agradable, con envidiables reservas de potencia. Ojo que durante nuestra prueba, engranamos marcha atrás en un espacio abierto, y nos llevamos la sorpresa de que la reversa tiene una capacidad de empuje sorprendente (¿ocurrirá lo mismo en todos los híbridos?)
Al manejarlo, hay que ser delicado con el pedal del acelerador, puesto que al soltarlo, hace las veces de freno. Se luce igual de suave y acompasado, tanto en ciudad como en autopista, donde sorprende lo silencioso y bajo de vueltas que gira el motor, pero con abundantes reservas de torque, que le dan su toque emocionante al manejo o bien cuando lo necesitemos en caso de aceleraciones rápidas o adelantamientos. No es necesario ir lento para ahorrar combustible, sólo ser gentil con la presión sobre el acelerador.
La transmisión e-CVT funciona en perfecta armonía con el tren motriz, por cuanto está muy bien programada.
Sin duda que esta generación del Ford Escape convence por sus variados atributos: un SUV familiar moderno, bien equipado, tecnológico, con altos niveles de seguridad, y sobre todo en esta versión en particular, en armonía con el planeta tierra. Si lo que busca es un SUV que ahorre combustible, sin duda que Escape es la opción, por cuanto promediamos un rendimiento en ciudad entre los 14 y los 18 km/l, pero que también nos sorprende por sus capacidades dinámicas.
Fotos: Raúl Farías; Ford Escape Titanium Hybrid AWD en Azul eléctrico