Diseñado con precisión y propósito, el Bolide representa una desviación de la norma, un cambio hacia un ámbito de conducción completamente diferente que Bugatti aún no había explorado en su historia moderna. No sólo se centra en la velocidad, sino que todos y cada uno de los aspectos están ajustados con precisión para dominar el circuito.
Sin embargo, el Bolide no se trata sólo de tiempos de vuelta vertiginosos, sino también de accesibilidad. A pesar de sus extraordinarias capacidades de rendimiento, el Bolide sigue siendo accesible, incluso para quienes no tienen experiencia en carreras. En la búsqueda de la perfección, los ingenieros de Bugatti han creado un hiperdeportivo exclusivo para pista que invita a los conductores a explorar sus límites.
Para lograr esto, Bugatti aportó tecnología de punta, su inigualable herencia en el deporte del motor y la dirección del Bugatti Pilote Officiel y el legendario ganador de la Triple Corona, Andy Wallace. Su aportación, obtenida de años de carreras al más alto nivel, así como de su participación con la marca Molsheim desde 2011, resultó invaluable para el equipo de ingeniería de Bugatti mientras refinaban la aerodinámica, la transmisión y las características de manejo del Bolide.
Construido lo más fielmente posible al legendario motor turboalimentado W16 de 8.0 litros y 1.600 CV de la marca, el Bolide presenta un monocasco avanzado ultraligero fabricado con un compuesto de fibra de carbono de la más alta calidad. Desarrollada en colaboración con Dallara, esta innovadora estructura está diseñada según los mismos exigentes requisitos LMH y LMDh de la Fédération Internationale de l’Automobile (FIA) que los coches de carreras de Le Mans.