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MINI y el British Racing Green: velocidad, tradición y estilo en un color icónico
Desde 1903 hasta hoy, el verde británico de carreras ha acompañado a la historia del automovilismo y sigue vivo en el ADN de MINI.
El British Racing Green (BRG), o verde británico de carreras, es mucho más que un color: es un emblema de identidad, orgullo y herencia automovilística. Su origen se remonta a 1903, cuando el Reino Unido organizó la Copa Gordon Bennett en Irlanda y, como gesto de agradecimiento, pintó sus autos de verde. Aquel gesto simbólico dio vida a una leyenda que sigue presente en los caminos y circuitos más de un siglo después.
A lo largo de los años, el BRG se consolidó como el tono de los autos de competición británicos, aunque con múltiples variantes que compartían un mismo espíritu de elegancia, rendimiento y tradición.
La relación de MINI con el British Racing Green es profunda y atemporal. Desde sus primeros modelos, la marca se vinculó con el automovilismo, alcanzando hitos memorables como las victorias en el Rally de Montecarlo en 1964, 1965 y 1967, y el campeonato del British Saloon Car Championship de 1962, en el que un Mini Cooper S pintado en BRG se consagró campeón.
“El British Racing Green es más que un color para MINI: es una declaración de identidad. Cada vez que un cliente elige un MINI en este tono, no solo opta por un diseño elegante, sino que también se conecta con una tradición que combina velocidad, estilo y herencia automovilística”, afirma Sebastián Dañil, Gerente de MINI Chile.
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La fama del BRG se amplificó gracias al piloto Jack Brabham, tricampeón de Fórmula 1, quien en 1959 y 1960 conquistó dos títulos mundiales al mando de un monoplaza verde diseñado por John Cooper, el mismo ingeniero que dio vida al icónico Mini Cooper.
Desde 2001, MINI ha lanzado cuatro versiones distintas del BRG, cada una reinterpretada según su tiempo, pero siempre fiel a la esencia clásica del color. En 2019, la marca celebró su 60º aniversario con una edición especial en BRG que incluía franjas conmemorativas y detalles exclusivos, rindiendo tributo a la historia de la marca.
El tono incluso trascendió el mundo de los automóviles, integrándose en la colección MINI Lifestyle, con maletas, camisetas, gorras y accesorios que mantienen viva la autenticidad y el estilo del BRG.
Hoy, más de 120 años después de su nacimiento, el British Racing Green sigue siendo sinónimo de carácter y distinción. En las calles y en las pistas, los MINI pintados en este tono continúan captando miradas y conectando con una tradición que combina velocidad, elegancia y espíritu británico, proyectándose como un símbolo que seguirá acompañando a la marca en su visión hacia el futuro.
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