Suzuki a lo largo de sus más de 40 años de presencia en el mercado chileno, siempre se ha caracterizado tener un portafolio de modelos muy estable. Este año, ha marcado la excepción a la regla por cuanto han tenido lugar las renovaciones de Celerio y S-Cross. Ahora le correspondió el turno a uno de los modelos más emblemáticos de la casa japonesa: la profunda actualización (segundo facelift) del Baleno, presente por estos lares desde 2016.
Recordemos que este modelo se ganó su espacio dentro de la historia del automóvil en Chile, desde su introducción en 1995 hasta inicios de la primera década del 2000, en sus recordadas tipologías sedán y station wagon (incluyendo las versiones Outpath bicolor de los SW o las versiones más accesibles del cuatro puertas con los 1.3 GL). Transcurrieron 12 años para verlo de vuelta con una atractiva carrocería hatchback de cinco puertas, experimentando su primera y sutil actualización en 2020, año en que se consolidó como el vehículo de pasajeros más vendido en Chile.
Ahora debuta en Chile lo que la marca denomina como tercera generación, pero que en estricto rigor corresponde a una profunda puesta al día, orientado a clientes de los segmentos C3 y D, joven de entre 26 a 45 años, que ya han tenido un Suzuki antes o migran desde otras marcas en busca de un auto más amplio. DERCO realizó un estudio con clientes de Baleno, quienes resaltaron entre las principales virtudes del auto: su economía de combustible, la buena relación precio/calidad y su diseño atractivo. El nuevo Baleno 2023 toma todos ellos y los potencia aún más.
Externamente presenta una carrocería robusta, con un frontal totalmente nuevo, donde vemos una grilla de mayores dimensiones, que ahora se une con los extremos superiores de los ópticos delanteros, cambia el diseño del parachoques delantero, al igual que presenta un detalle cromado en la zona del encastre de los neblineros y una ligera reducción del tamaño de la toma de aire inferior central. Nueva es la presencia en las versiones GLX de luces LED delanteras y traseras de tres puntos. Las GLS ofrecen luces principales halógenas y neblineros LED.
Visto de perfil, se aprecia un diseño en pendiente descendente hacia la zona posterior, sumado a la presencia de una nueva línea de cintura que nace desde el costado de las luces delantera y se funde en el de las luces traseras. También es nueva la linea baja de las puertas.
La zona posterior es presidida por un spoiler que luce integrado de manera más limpia, con una tercera luz de freno algo más pequeña, manteniendo el característico bisel cromado que separa la luneta trasera del acero del portalón. A ello se suma la presencia de luces posteriores en C con brazo inferior alargado, todo lo cual le da un toque más deportivo al conjunto. Se reubicaron a una zona más central del paragolpes las luces reflectantes, mientras que el espacio portapatente fue ligeramente retocado en lo que a tamaño se refiere.
En lo que dice relación a sus cotas, redujo su largo en 5 mm, quedando en 3.990 mm; 1.745 mm de ancho y 1.500 mm de alto (+30 mm). Su batalla se mantuvo en los 2.520 mm, mientras que su despeje se incrementó en 30 mm, quedando en los 150 mm. Emplea neumáticos Goodyear Assurance de medida 195/55 R16 con llantas de aleación de serie con 10 rayos, las que son bitono en el acabado GLX.
La gama de colores contempla seis alternativas, cuatro de ellas nuevas: azul metálico perlado, rojo metálico perlado, plata metálico perlado y gris metálico perlado, los que se suman a los tradicionales blanco perla y negro.
Puertas adentro, nos encontramos con una cabina de diseño moderno, con líneas que fluyen desde el centro hacia los extremos, generando amplitud y un efecto dimensional, primando líneas de carácter fuerta del lado del conductor en la zona del cuadro de instrumentos. Las versiones GLX presentan terminaciones en piano black en el sistema multimedia. comandos de los alzavidrios. climatizador y salidas de aire.
En lo que respecta al cuadro de instrumentos, las versiones GLX disponen de un display de 4,2″ que informa acerca de: torque, consumo de combustible y autonomía.
La cabina resulta ser más espaciosa y con insonorización mejorada, sumado a la presencia de una nueva camada de sistema multimedia OEM de fábrica, con pantallas de 7′ y 9′.
En la marca indican que sus asientos fueron mejorados en forma y materialidad, para reducir el cansancio al manejar o en viajes largos, mientras que los revestimientos internos de las puertas son de materiales blandos para mejorar su uso e insonorización del habitáculo.
De serie, todas las versiones incorporan un apoyabrazos central delantero removible, al igual que la presencia de salidas de aire para las plazas traseras y dos puertos USB (tipo A y C).
Lo que nos resultó llamativo fue la reducción de la volumetría de su portaequipajes que pasó de 355 a 314 litros, ampliables a 646 litros, con los respaldos de los asientos traseros abatidos.
Porta el confiable motor K15B de 1,5 litros con 103 Hp de potencia y 138 Nm de par, asociado según versión, a una caja manual de cinco marchas o una automática de cuatro relaciones. Los rendimientos homologados por el 3CV arrojan para las versiones MT: 14,5 km/l en ciudad; 20,8 km/l en carretera y un micto de 18 km/l. Las automáticas entregan un estimado de 14,6 km/l en ciudad; 2o km/l en carretera y 17,6 km/l mixto.
En el apartado de seguridad, las versiones GLS incluyen de serie sólo las dos bolsas de aire exigidas por normativa más sistema de frenos ABS con EBD, al que ahora agrega ESP, asistente de partida en pendiente y cámara de retroceso. Las versiones GLX agregan: Airbags laterales y de cortina, totalizando seis bolsas, cámara de 360° y Head Up Display.
Texto: Raúl Farías; Fotos: Gentileza Andrés Poehler, fotógrafo profesional; Suzuki Baleno GLX en rojo perlado metálico