Ford presentó en Europa su segundo modelo eléctrico, antes conocido como Ford Sport Crossover, pero que pasó a denominarse como Explorer Electric, siendo el primer fruto de la alianza con VW.
Después del Mach-E, este nuevo modelo viene a ser el modelo más asequible de la firma del óvalo, sin compartir nada con el Explorer que todos conocemos, siendo además un crossover compacto repleto de tecnología.
Externamente presenta un frontal con unas luces LED que se extienden a lo ancho por el borde del capó, sumado a la presencia de luces diurnas en forma de L con el nombre del modelo.
De costado da cuenta de sus 4,5 metros de largo, con una línea de techo muy recta y unos pilares A bastante inclinados, mientras que en la zona posterior vemos los pilares integrados con la luneta trasera, que da forma al portalón que permite acceder a un espacio de carga con una volumetría de entre 450 y 1.400 litros.
Diseñado y fabricado en Alemania, el Explorer eléctrico brinda una experiencia digital excepcional, ayudando a conductores y pasajeros a mantenerse conectados y cómodos en sus desplazamientos.
Entre sus prestaciones, destaca una pantalla táctil móvil de gran tamaño SYNC Move 2 y un sistema de infoentretenimiento con audio, totalmente conectado y adaptado al interior, con integración inalámbrica de aplicaciones y avanzadas tecnologías de asistencia al conductor.
Su estilo exterior futurista se combina con un interior ultramoderno que incluye materiales de primera calidad y detalles singulares, como unos estilizados asientos deportivos y una sofisticada barra de sonido más propia de concept cars revolucionarios que de vehículos familiares.
La carga puede ser rápida y sencilla, ya sea en ruta o en casa. El Explorer es capaz de ayudar a localizar las paradas más convenientes en la carretera. La carga en casa puede programarse para utilizar la electricidad en horas de menor coste, así como para disfrutar de una batería completamente llena y de un habitáculo calentito antes de iniciar la marcha en las primeras horas de la mañana.
Disponible con tracción integral o con propulsión trasera, el Explorer también ofrece una serie de elementos pensados para garantizar que el conductor y los pasajeros se sienten tanto en la salida como en la llegada a su destino igual de frescos y relajados.
Para aumentar el confort, el equipamiento de serie incluye asientos delanteros y volante calefactados, asiento del conductor con masaje y control de climatización, lo que posibilita al conductor y al copiloto seleccionar la temperatura por separado. Incluso entrar al crossover resulta fácil gracias al acceso sin llave de serie y al portón trasero manos libres, que permite a los propietarios acceder al maletero aunque tengan los brazos ocupados por sus equipos deportivos gracias a un simple movimiento del pie bajo el parachoques trasero.
Los avanzados sistemas de asistencia al conductor incluyen, por primera vez en un Ford para Europa, el Cambio de Carril Asistido 3 para cambiar de carril de forma suave y segura con solo pulsar una palanca de intermitentes, y el Asistente de Salida Despejada 3, que avisa de los ciclistas que se acercan antes de abrir las puertas en los concurridos centros urbanos.
Fotos: Ford Media