La electrificación pasó a ser un fenómeno natural de transición hacia nuevas tecnologías con tal de garantizar un desarrollo sustentable y amigable con el medio ambiente. De esta manera la electromovilidad llegó para quedarse, pero a la vez trae aparejada muchos desafíos. Es por eso que en Kaufmann, representantes de Mercedes-Benz y FUSO, desarrollaron el concepto de e-Mobility, que no sólo implica traer los mejores productos eléctricos, eficientes y seguros para hacer frente a estas nuevas necesidades, si no que también proveer soluciones y soporte, más allá del producto en si.
El lema «Charged & Ready», simboliza por un lado: «Charged»: productos siempre listos, dispuestos con las mejores prestaciones para desempeñarse óptimamente en las faenas más arduas. «Ready» alude a estar siempre listos para poder soportar todos estos productos. El concepto e-Mobility asegura que todo el ecosistema que está armando Kaufmann ayude para efectos de lograr el máximo provecho de la nueva gama de camiones eléctricos, que el importador presentó oficialmente esta mañana en Chile: Mercedes-Benz e-Actros y FUSO e-Canter, cuyos detalles abordaremos en dos notas por separado.
Desde 2019 que Kaufmann viene trabajando en elaborar una estrategia en materia de electromovilidad, no sólo en términos de electrificar sus líneas de productos (representan en Chile a Mercedes-Benz, FUSO y Freightleiner), si no que también aplicar una filosofía de sostenibilidad a nivel corporativo y hacerse cargo de un ecosistema completo. Esta estrategia se basa en tres ejes:
1.- Las personas: relativo a los colaboradores de Kaufmann y sus familias
2.- Medioambiente
3.- Desarrollo económico a nivel país sostenible: cómo Kaufmann puede aportar a ese desarrollo
De ahí que la estrategia de sostenibilidad cuenta con acciones en esos tres ejes. Kaufmann va entregar soluciones extraordinarias en electromovilidad a sus clientes y mandantes, pero dentro de esa filosofía, también tienen que hacerse cargo desde una visión más holística. El lunes recién pasado, Kaufmann fue notificado de la obtención de la certificación de la cuantificación de su huella de carbono por parte del Ministerio del Medio Ambiente. Esta certificación los habilita para tener mejores condiciones frente a licitaciones de flotas.
Cristián Contreras, Gerente de Electromovilidad del Grupo Kaufmann, ahondó en más detalles acerca de esta estrategia de e-Mobility. La industria automotriz y del transporte está enfrentando un desafío de marca mayor, la que se relaciona directamente con la necesidad de descarbonizar las ciudades y detener el cambio climático, pero a la vez se da una necesidad cada vez mayor por transporte. La respuesta a lo anterior lo da la electromovilidad, que requiere nuevos conocimientos y presenta nuevos retos. Este ecosistema hace que la operación de un vehículo eléctrico sea lo más exitosa posible dentro de la operación logística de una empresa.
¿En qué consiste este ecosistema?
Al hablar del vehículos eléctricos, surgen una serie de interrogantes para los clientes. Una de sus ventajas es que tienen un menor costo operacional que sus equivalentes a combustión, lo que permite compensar la mayor inversión inicial. Otras dudas que aparecen dicen relación con los tiempos de recarga, tipos de cargadores requeridos, ¿pueden reemplazar a un vehículo a combustión? o ¿cuántas toneladas de CO2 se pueden reducir con la operación de éstos?
Todas esas preguntas son las que se hace cargo este ecosistema de electromovilidad. De ahí que el lema «Charged & Ready» es un compromiso de cara a todos los clientes, en acompañarlos en este proceso de transición, desde una flota de combustión interna a una eléctrica o un mix, producto que toda operación va a tener un período de transición, en la que convivirán ambas tecnologías.
1- Asesoría inicial: Este ecosistema busca transformar una idea en un proyecto, en una implementación de vehículos eléctricos en particular, que tiene una serie de factores que se van uniendo. Parte con el proceso de transformar una idea en un proyecto, con diez personas a cargo de implementar proyectos de electromovilidad, evaluando por medio de simulación en teoría si éstos vehículos pueden realizar la misma operación que realizan los vehículos a combustión de una empresa.
2.- Copiloto e-Mobility: Una vez realizada la asesoría inicial, se necesita contrastar con nuevos tipos de parámetros: estado de carga de la baterías, tiempos de recargas, las potencias. Toda esa información va a estar en línea, disponible para los clientes.
3.- Los cargadores: Estos vehículos eléctricos requieren cargadores, y es por ello que Kaufmann firmó convenios con las principales empresas proveedoras de energía y de cargadores, para ofrecer una solución completa e integral de cara a esta transformación.
4.- Capacitación: Para poder operar adecuadamente un vehículo eléctrico, algo fundamental es la capacitación, que permite transformar a conductores habituados a usar vehículos a combustión, a técnicos que están acostumbrados a cambiar aceite, llevarlos a esta nueva tecnología. Ofreciendo una propuesta de valor en financiamiento, postventa y capacitación permanente de los equipos humanos.
Por otro lado, Kaufmann no pretende competir con la infraestructura de carga pública, si no que pretenden complementarla. Es por ello que cuentan con la red más extensa de cargadores propios ( cerca de 60) a disposición de sus clientes, abarcando desde Arica a Punta Arenas. Pero también saben que una incertidumbre natural son las baterías, por lo que suscribieron un acuerdo con CATL, siendo representantes de servicio técnico y venta de repuestos, lo que le da a Kaufmann la ventaja de tener conocimientos, herramientas y repuestos de parte del principal fabricante a nivel mundial de baterías para el sector automotriz.
También realizaron capacitaciones para el personal de emergencia: SIAT de carabineros y Academia Nacional de Bomberos, los que pasaron por el centro de entrenamiento
La Visión de futuro del Kaufmann
La visión de la compañía, se alínea a los intereses que tiene Chile en el marco de la «Estrategia Nacional de Electromovilidad», que aspira a que en 2035 no se comercialicen autos nuevos a combustión, mientras que a 2045 le corresponderá a los vehículos pesados, lo que sumado a la política de descarbonización energética y la estrategia nacional del litio, se de una condición natural para que el país pueda desarrollar la electromovilidad.
Texto y fotos: Raúl Farías