Mayor conciencia sobre los riesgos de la conducción bajo los efectos de las drogas o el alcohol, junto con una positiva valoración de leyes y sanciones que castigan a quienes manejan tras haber consumido alguno de estos elementos, aparecen como los principales resultados del “Estudio de Seguridad Vial y consumo de alcohol y drogas”, desarrollado por el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones (MTT) -a través de la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito, CONASET- y la Achs.
De acuerdo con la medición, que dividió su análisis en percepción de riesgo, conductas al conducir y conocimiento de las normativas que restringen el consumo de drogas y alcohol al manejar; un 50,3% de los encuestados considera al consumo de alcohol y el exceso de velocidad como los factores más influyentes en la sensación de inseguridad cuando se transita por las calles y como potenciales gatillantes de siniestros. A ello, le sigue la conducción bajo consumo de drogas (14,2%) y el uso inadecuado del celular (12,8%).
Puntos del estudio a observar
En cuanto a acciones vinculadas a la conducción, 3 de cada 4 encuestados (75,7%) manifestó estar en desacuerdo con conductas como esperar un tiempo antes de manejar (previo a haber bebido alcohol), conducir sin problemas tras consumir una copa, haber consumido alguna droga, o bien, no tener alteraciones de capacidad para conducir tras beber alcohol.
Por otro lado, respecto a la valoración de normas que castigan la conducción bajo efectos de drogas o alcohol, 9 de cada 10 consultados (90,3%), indicó que es “muy importante” su existencia.
Respecto a la sensación de restricción que generan las leyes que regulan el consumo de alcohol y la conducción, un 68,8% indicó que éstas son suficientemente restrictivas o muy restrictivas. Sólo un 27,3%, declaró ser poco restrictivas.
Otro dato relevante es que un 12% de los encuestados reconoció haber consumido alcohol o drogas, previo a manejar (1 de cada 10 encuestados), siendo en su mayoría, hombres (67,6%). Vale decir, se mantiene, marginalmente hablando, acciones no sólo prohibidas por ley, sino también, factores de riesgos que pueden terminar en siniestros.
A la hora de analizar según segmentos etarios, un 56,1% se encuentra entre los 30 a los 44 años, seguido de aquellos entre 18 a 29 y de 45 a 59. Ambos grupos, representando un 18%, cada uno.
Respecto a los consultados que indicaron haber presenciado conductas riesgosas en otros conductores, un 58,2% declaró conocer a algún conocido manejando “pocas veces” bajo los efectos del alcohol; o un 58,2%, bajo efectos de las drogas. En tanto un 58% ha visto a algún amigo conduciendo “pocas veces” tras consumir alcohol o drogas.
Finalmente, también, se observa un porcentaje importante de personas que alertan sobre los riesgos de conducir si se consume alcohol (47,2%). Este punto, en tanto, baja, cuando se trata de drogas (32,5%).