PARÍS.- Septiembre 29 de 2010.- Agencias.- El presidente del fabricante francés Renault y del japonés Nissan, Carlos Ghosn, señaló que sigue abierto a una fusión con General Motors (GM), que depende del interés de los estadounidenses, pero dijo que para su grupo esta operación no es imprescindible porque tiene un tamaño suficiente.
“Para Renault-Nissan es una oportunidad pero no una obligación”, dijo Ghosn, quien reiteró su disposición a unirse con General Motors, y expresó que “si les interesa, vendrán”, en una entrevista que publica hoy el diario Le Monde.
“Sigo pensando que hay mucho que hacer con GM, que hay muchas sinergias”, aunque para que un proyecto de esas características salga adelante hace falta “un apetito mutuo”, argumentó antes de recordar que el responsable del Gobierno estadounidense que se hizo cargo de la multinacional de Detroit le había respondido cuando le sugirió la unión que entonces era “demasiado complicado”.
De su asociación con Daimler, el presidente de Renault-Nissan señaló que “hemos tenido no pocas buenas sorpresas”, en particular al comprobar que las plataformas del fabricante alemán tienen unos costes de producción menores de lo que pensaban.
Ghosn reiteró su confianza en la tecnología de los vehículos eléctricos y dijo que está “seguro de que será un éxito”, que representará un 10% de las ventas mundiales en el horizonte de 2020, y que la cifra podría ser más elevada si los precios del petróleo volvieran a dispararse.
Su grupo, que invertirá 4.000 millones de euros en los vehículos eléctricos, ha dejado de aceptar más encargos porque las más de 20.000 unidades que tiene programado fabricar en 2011 ya se han vendido.
“Mi inquietud no es si los automóviles se van a vender, sino cómo vamos a gestionar la espera de los clientes”, comentó.
El presidente de Renault y Nissan se mostró menos pesimista que hace unos meses sobre el comportamiento del mercado europeo en este segundo semestre de 2010, ya que ahora cree que la caída se situará en torno al 7%, y no al 10%.
Para Renault-Nissan, 2010 será “un año récord” con más de siete millones de vehículos vendidos en el mundo.
Preguntado por sus planes para China, repitió que “iremos un día” al que se ha convertido en el primer mercado del mundo para el automóvil, pero “no en los dos o tres próximos años”, ya que las prioridades son Rusia, India, Brasil, el vehículo eléctrico o la marca Dacia.