Testeamos la versión cinco puertas de la nueva generación del ya clásico cinco puertas del fabricante norteamericano. Es simple, bien fabricado y atractivo por fuera, pero resta de elementos que lo hagan sobresalir tanto en su interior como planta motriz, dentro de un amplio y competitivo abanico de competidores.
Luego de varios años el anterior Ford Focus había perdido jovialidad y frescura. Y con la llegada de su segunda generación, rejuveneció. Si embargo, la espera fue muy larga y ya fueron presentadas en Europa la tercera «camada» de este modelo, que todavía no tiene fecha de llegada a nuestro mercado.
El diseño se mantiene como un punto fuerte en el Focus, con líneas atractivas e innovadoras. Además el nuevo Focus es el primer vehículo de Ford en Chile que incorpora el Kinetic Design. Se trata de un estilo de diseño que busca una identidad de Ford y que se basa su lenguaje en la «energía en movimiento».
El precio del nuevo Focus es de $9.990.000 en la única versión hatchback CLX (que testeamos gentileza de Ford Chile) y $9.590.000 para la versión sedán LX. Ambas versiones cuentan con un motor de 1,6 litros de 110 HP a 6.000 RPM.
Dentro del su equipamiento sobresalen elementos como aire acondicionado, doble airbag frontal, alarma volumétrica, alzavidrios electrónicos con sistema One Touch, frenos ABS, transmisión mecánica de 5 velocidades, llantas de aluminio de 16″ y dirección servo asistida.
LO MEJOR SU DISEÑO
Su diseño es uno de sus mayores atributos. La fuerte tendencia europea queda de manifiesto al contemplar desde cualquier perspectiva el diseño de la carrocería El primer segmento de la carrocería describe una línea aerodinámica con muchos ángulos trabajados sobre el capot, mascara y toma de aire del parachoques. Los faros exhiben una forma geométrica triangular, levemente suavizada en el extremo superior externo.
Atrás presenta un perfil muy inclinado con un techo que desciende agresivamente con el estilo de un coupé, y gracias a un nuevo spoiler superior en el color de la carrocería, este aspecto se ve acentuado. Las luces trasera se ubican alto, de fácil visualización.
El panel de instrumentos presenta formas redondeadas, donde es casi imposible encontrar ángulos rectos. Manda la consola central de color de aluminio, con radio Ford doble DIN de fábrica, con una calidad regular.
El polímero del tablero es blando y de buena calidad. Sin emhargo, hay plásticos de dudosa calidad, por ejemplo en manillas y los plásticos de las puertas, por ejemplo.
Más abajo están los controles del aire acondicionado, que están correctos (pero sin climatizador) y luego una serie de botones falsos, excepto el del defroster trasero y que muestran una gran cantidad de elementos que no fueron configurados y tomados en cuenta para la única versión que llega al país.
El diseño del panel de control es atractivo, con dos grandes esferas y el computador a bordo en el centro.
Su ergonomía es muy correcta. Tiene espacio para cuatro ocupantes adultos, o un pequeño quinto pasajero. La visibilidad es buena y el puesto de conducción es fácil de encontrar. Lo asientos ofrecen un alto nivel de confort y logran retener firmemente el cuerpo.
El nuevo Focus llega en versión única, con un motor Sigma 1.6 de 110 caballos y un torque de 152 Nm a 4.250 rpm, acoplado a una transmisión mecánica de cinco velocidades. Su planta motriz nos parece insuficiente para moverlo con soltura. El mejor rango de comportamiento se encuentra entre las 3.000 y 4.000 RPM. Las aceleraciones son poco consistentes y son más consistentes cuando el conductor presiona con fuerza el acelerador.
Por eso, la primera y segunda velocidades hay que exigirlas al máximo y recién en la tercera se puede apreciar un mayor dinamismo. Si no lo exprime demadiado se logra un consumo superior a los 11 km/l en ciudad y 16 km/l en carretera. Pesa sobre 1.800 kilos y por ello su planta motriz debería ser más cercana a una 1.8 o 2.0 litros con un mayor torque.
A pesar de su motor flojo, el Focus tiene un buen andar, gracias a una suspensión equilibrada, ni blanda ni dura y que permite guiar la plataforma con seguridad. En carretera la suspensión es confiable, segura y con un escaso punto de subviraje; el tren posterior copia a la perfección el vértice del viraje. Los frenos son capaces de aceptar un uso continuo, sin acusar pérdidas de efectividad. También nos gustó su dirección, rápida y directa con muy bien feeling y sin excesos de asistencia, sin duda uno de sus puntos fuertes.
En suma, el nuevo Focus es un vehículo que ofrece una correcta relación precio-producto. Agrega su diseño exterior e interior ergonómicos. En contra elementos como calidad de algunos materiales, un motor poco enérgico, un elemento importante ya que compite en uno de los segmentos de la industria, la de los hatachback medianos, en donde participan modelos como el Peugeot 308, Mazda 3, Citroen C4, Fiat Bravo, Hyundai i30, entre otros.
LO BUENO:
Diseño atractivo
Espacio interior y maleta
Suspensión equilibrada
Buen feedback de la dirección
LO MALO:
Motor poco potente
Exceso de ruidos motrices sobre 4.000 RPM
Algunas manillas y plásticos de regular calidad
Fuente: Mauricio Carvallo, Destacados News