Las instalaciones de la fábrica matriz de Porsche en Stuttgart- Zuffenhausen, recibieron una inversión de nada menos que 80 millones de euros tendientes a acoger nuevas dependencias, con 10 mil metros cuadrados de superficie, que acogen a 400 empleados, los que darán vida a 200 motores V8 diariamente.
La principal virtud de estas nueva planta radica en su sistema de producción flexible, en donde la manufactura y la automatización se relacionan de manera armoniosa y eficiente. Puesto que el ensamblaje de los motores V8 que serán montados en el nuevo Panamera requiere de procesos en extremo precisos, la resposabilidad recae sobre los hombros de personal altamente calificado y preparado.
Las instalaciones son ergonómicamente ejemplares, puesto que pueden ser ajustadas de forma individual por cada empleado. Así, para evitar la monotonía, cada empleado se implica en una variedad de tareas, y se les capacita en distintas etapas para todo el proceso de ensamblaje.
Siempre son asistidos por herramientas y máquinas de vanguardia, como son los vehículos de transporte industrial programables por el usuario. Los transportadores eléctricos, alimentados por baterías de titanato de litio, circulan sobre una red de 16.000 imanes montados en el suelo de los dos niveles de la planta. Su flexibilidad hace posible adaptar fácilmente el proceso de producción a los potenciales cambios de producto y a nuevos métodos que se introduzcan con posterioridad.
Fotos: Porsche vía Newpress
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