Sin duda que los sistemas de seguridad aplicados a los automóviles han registrado avances gigantescos en los últimos quince años. Es cosa de ver en nuestras calles, el cada vez menor número de vehículos que no disponen de al menos una bolsa de aire o sistemas de frenos ABS. Los importadores han realizados notorios esfuerzos, sobre todo ciertas marcas europeas y japoneas, en pos de ofrecer vehículos cada vez con mejor equipamiento, aun a costa de sacrificar margen de ganancia.
No es la primera vez que una marca realiza estas comparativas visuales (en formato de video), para ilustrar los comportamientos de determinados modelos, ante una colisión. Es así como aconteció con dos modelos Toyota, que fueron probados en una colisión frontal a 64 km/h: un Auris de 2015 y un Corolla hatchback (versión europea) de 1997/98, que concluye que las posibilidades de sobrevivencia son mayores en un auto moderno que en uno antiguo.
El Auris es más seguro, por cuanto dispone de una carrocería con deformación programada, que hace que piezas externas e internas claves del auto se deformen y destruyan, absorbiendo la energía del impacto y minimizando los daños a los ocupantes.