Los altos ejecutivos y directivos de los principales fabricantes de autos reunidos con ocasión del Salón Internacional del Automóvil de Frankfrut Alemania (IAA), que ayer arrancó, visualizan un sombrío panorama ante la inminente electrificación masiva de los vehículos, lo que traería consecuencias en términos de empleo y ganancias.
Los últimos dos países en anunciar que prohibirán los autos movilizados por combustibles fósiles son Alemania y China. Ello llevó a que poderosos Grupos automotrices como Daimler, el Grupo PSA y VW diesen detalles acerca de sus programas de desarrollo e implementación de vehículos eléctricos.
Mercedes Benz ha ido más allá, al señalar que los primeros modelos eléctricos serían al principio sólo la mitad de rentables que aquellos autos movilizados por energías convencionales, lo que forzaría al gigante alemán a ahorrar aún más externalizando la fabricación de sus componentes, amenazando directamente la creación de empleos en Alemania.
Dieter Zetsche, CEO de Damiler afirmó a la prensa durante la inauguración del IAA, que «la producción doméstica es casi irrelevante para el consumidor», tomando en cuenta que Alemania está en plena campaña electoral, donde los empleos del sector automotor han cobrado relevancia.
Por su parte, VW está conciente de que aún no puede fabricar baterías para autos eléctricos de manera competitiva en Europa, por lo que está embarcada en la búsqueda de nuevos contratos globales con proveedores de componentes, por un monto de 50 mil millones de euros.
Cabe consignar que los papeles de Tesla experimentaron un alza del seis por ciento, luego de que el gobierno chino señalase que la prohibición de los motores a combustión era una cuestión de tiempo, presionando de paso a Francia y el Reino Unido que establecieron como fecha límite el 2040.
Fuente: Reuters.