Existen maneras y maneras de manifestar la disconformidad que tenemos con un producto que hemos comprado, y este presenta problemas. Sin embargo, las formas de protesta empleadas por un cliente de BMW, Pourmohseni Hadi supera lo conocido.
La tortuosa relación de amor y odio de este cliente con la marca bávara se remonta a 2008, cuando compra un M6, el que tuvo problemas con la transmisión. En vista de que no logró solucionar su problema, no encontró manera más ingeniosa que manifestar su enojo en el Salón de Frankfurt de 2013, donde lo destrozó a hachazo limpio.
Meses más tarde repetiría la escena, esta vez en la muestra de Ginebra en marzo de 2014, luego de haber reparado su auto. La tercera ocasión aconteció en 2015 cuando incendió un Z3. Al parecer tanto le gustó la idea, que recientemente no encontró nada mejor que comprarse un Serie 7 e incendiarlo justo enfrente de las oficinas centrales de BMW en Münich, Alemania.