El jueves pasado fue presentado a los medios especializados la actualización de la cuarta generación del Yaris Sport, modelo presente en Chile desde 1999. Sin duda que para muchos Yaris ya forma parte de la historia automotriz nacional, puesto que durante algún tiempo, fue uno de los modelos más vendidos en nuestro mercado (con la segunda generación del modelo), debido a su confiabilidad, durabilidad y economía de combustible. Pero el mercado tiene la última palabra, donde su éxito poco a poco fue opacado por modelos como Kia Rio, Hyundai Accent, Ford Fiesta, Peugeot 208 o Suzuki Swift, por citar algunos.
Recordemos que este reestilizado Yaris Sport o hatchback de cinco puertas, es un derivado de la variante berlina presentada en Chile a inicios de diciembre pasado. El ingeniero jefe de Yaris, Sr. Takatomo Suzuki, afirma que los clientes de este segmento (signado como segmento B), esperan un vehículo del que se sientan orgullosos. De ahí que buscasen crear un auto donde la calidad Toyota se apreciase a primera vista. Es por ello que basados en el concepto «The New Value Pioneer», mejoraron el diseño y la comodidad a un nivel que sólo Yaris podía superar.
Por muchos años Toyota se ha caracterizado por fabricar autos de calidad y funcionales, despreocupando ciertos aspectos como el diseño de sus autos, donde eran superados por sus pares europeos. Sin embargo, con el correr de los años, Toyota ha ido cambiando esta percepción, ocupándose de que sus autos sean funcionales, durables, cómodos, seguros y bien equipados. Fue así, lo que aconteció con la llegada de la cuarta generación del Yaris Sedán en 2014, donde la marca pasó a fabricarlo en Tailandia, planta desde la que también procede esta renovada variante Sport.
Pero, ¿en qué cambia el Yaris Sport? Su frontal ahora es idéntico al del sedán, donde predomina el trapezoide invertido en la zona del parachoques delantero, con toques que le dan una apariencia mucho más deportiva y jovial al conjunto, comenzando por los faros delanteros afilados con lámparas de separación integradas, el logo de Toyota al centro rodeado de una suerte de pieza que para ser una prolongación central del capó (a tono con el color del auto), que va flanqueada por dos barras horizontales en negro brillantes y ornamentación cromada.
Es en la zona del paragolpes, donde encontramos el famoso trapezoide invertido, con una gran toma de aire inferior tipo panal de abejas, sumado a la presencia de un deflector de aire inferior resaltado por un borde rojo, que le da un toque de deportividad al conjunto, sin dejar de lado los deflectores laterales situados en los encastres de los neblineros, todo ello en negro brillante.
Lateralmente se aprecian cambios en los espejos retrovisores laterales de color negro brillante, con listones rojos e intermitentes integrados en la carcasa. La zona baja de las puertas laterales, prescinde de los padding o listones laterales que iban en el color de la carrocería en el modelo saliente.
En su zaga los cambios son profundos, partiendo por la forma del vidrio posterior, que ya no describe una V, cambiando incluso el diseño del limpiador trasero. Las luces traseras abandonan su disposición vertical, adoptando una horizontal bicolor (rojo/blanco), donde el listón que une ambos ópticos de color negro brillante y recorrido por una franja roja, hace que la zona del portapatente, luzca más ancho.
Los monogramas cromados de la marca y designación del modelo, ahora se ubican en los extremos inferiores del portalón trasero, mientras que el parachoques presenta ligeras modificaciones en relación al tamaño de las luces reflectoras traseras.
Mantiene la presencia del techo tipo «Catamarán», que le da una mejor aerodinámica (coeficiente de roce Cx 0,28), sumado a un menor peso.
En su cabina, los cambios se aprecian en el cuadro de instrumentos con la presencia del sistema Optitron de iluminación, un nuevo cuadro de bienvenida al auto, cluster de la consola central con acabado «Piano Black», y la presencia de tapizado de nuevo diseño.
Bajo el capó, mantiene el mismo propulsor bencinero 2NR-FE de 1.5 litros (1.496 c.c. de desplazamiento) con cuatro cilindros en línea y 16 válvulas con sistema Dual VVT-i con 106 HP de potencia a 6.000 vueltas, y un par motor de 140Nm, disponibles a las 4.200 vueltas. Dependiendo de la versión puede ir acoplado a una caja manual de cinco relaciones o una automática CVT. Los rendimientos homologados por el 3CV para las versiones MT son de: 13,2 km/l en ciudad; 20,6 km/l en carretera y un mixto de 17,1 km/l. Emite 139 gramos de CO2 por kilómetro recorrido, mientras que las AT arrojan: 12,9 km/l en ciudad; 20,7 km/l en carretera y un promedio de 17 km/l. Emite 140 gramos de CO2 por km recorrido.
En cuanto a equipamiento, en Chile se venderá en dos acabados: GLI (reconocible por portar una E en el portalón) y Sport (portan una S en el portalón). El equipo base contempla: pack eléctrico (cierre, espejos y vidrios), aire acondicionado, sistema de infoentretenimiento (de instalación local) con pantalla táctil de 7″, compatible con Android Auto y Apple Car Play, controles satelitales en el volante regulable en altura. Las variantes Sport agregan: neblineros, llantas de aleación, espejos exteriores con repetidores de los intermitentes en las carcasas y cámara de retroceso.
En seguridad todos contemplan frenos de discos delanteros y tambores traseros con sistema ABS, EBD y control electrónico de estabilidad, doble airbag frontal, asistente de arranque en pendiente, inmovilizador de motor, anclajes ISOFIX y carrocería con deformación programada GOA.
Toyota Yaris Sport FL Precios de lista Marzo 2018
Toyota Yaris Sport 1.5 GLi 5MT $8.490.000.-
Toyota Yaris Sport 1.5 GLi CVT $9.290.000.-
Toyota Yaris Sport 1.5 S 5MT $9.490.000.-
Toyota Yaris Sport 1.5 S CVT $10.190.000.-
Fotos: Raúl Farías; Toyota Yaris Sport 1.5 S CVT en azul.