Ayer miércoles, fue presentado en dependencias de Ferrari Santiago, el exclusivo Ferrari Portofino, cuyo nombre evoca a al exclusivo balneario ubicado en la provincia de Génova. Pero en la materia que nos concierne, este nuevo integrante de la familia de la Casa de Maranello, es un descapotable de techo duro, que busca satisfacer a lo que buscan un deportivo de paseo, que uno de alto rendimiento. Pero que esconde una performance que lo convierte en un deportivo purasangre, lo que iremos descubriendo a lo largo de esta crónica.
La presentación del producto, estuvo a cargo del Sr. Patricio Abusleme, gerente general de Ferrari Santiago, quien comentó » Esperamos que este año, Portofino represente el 43 por ciento de nuestras ventas, con un total de 10 ejemplares comercializados». Abusleme aprovechó de realizar un breve balance de lo que fue 2018 para la marca italiana, el que no dudó en calificar como «tremendamente exitoso», por cuanto se comercializaron 18 ferraris, anotando un crecimiento del 29 por ciento en sus colocaciones, todo dentro de un contexto en el que el mercado de autos de superlujo (cuyo valor supera los $130 millones), decreció en un 8 por ciento, impulsado por el buen desempeño del 488 GTB Spyder y la buena acogida del 812. Cabe señalar que este segmento, pasó de comercializar 92 mil unidades a 85 mil ejemplares.
Abusleme asistió recientemente, a una convención de concesionarios e importadores de Ferrari, donde el presidente de la compañía, John Elkan, comunicó el plan estratégico de los próximos cuatro años, él que contempla 15 lanzamientos entre 2019 a 2022. El 70 por ciento corresponderán a autos híbridos, sumado a una inversión de 3,5 billones de euros, a un ritmo de cuatro lanzamientos por año, a lo que se suma el nombramiento de Ferrari como la «marca más potente del mundo», superando a grandes empresas como Amazon, Facebook, entre otras.
Diseño imponente, como todo Ferrari
Portofino, estrenado mundialmente en el Salón de Frankfurt en septiembre de 2017, es heredero de una larga tradición en la fabricación de convertibles de techo duro, que se remonta a la década los cincuenta, la que se interrumpió hasta 2009 con la llegada del California, y luego en 2014 con el California T, modelo al que sustituye el nuevo Portofino.
Este deportivo biplaza es una mezcla perfecta entre elegancia, deportividad, lujo y performance. Es un auto con dos almas: un coupé fastback y un elegante spyder. Este modelo apunta a un segmento de clientes que no busca prestaciones radicales, como las que ofrece un 812 o 488, pero que no deja de lado su actitud deportiva.
Diseñado en el Ferrari Design Center, sus líneas se caracterizan por su configuración de dos volúmenes «fastback», una solución inédita para un coupé convertible con techo duro retráctil, que realza en especial la silueta, enfatizando su impronta deportiva sin perder dinamismo ni elegancia.
Asimismo, el trabajo conjunto entre el Ferrari Desgin y el departamento de Aerodinámica, permitió obtener extrema eficiencia en todas las superficies del auto, partiendo por el frontal con la presencia de una máscara que abraza los extremos, afilando cuidadosamente su perfil, donde destacan un nuevos grupos ópticos que son completamente LED, con un diseño más horizontal, sumado a la presencia de una inédita toma de aire en la parte externa del proyector, que lo canaliza hacia el interior del paso de rueda, descargando el flujo de aire al costado, reduciendo la resistencia en marcha. Su coeficiente de resitencia es de 0,31.
Su zaga denota mucha deportividad. Partiendo por la ubicación de los ópticos en los costados del auto, lo que permite disimular el volumen posterior que alberga el techo retráctil rígido, completamente nuevo, que se puede accionar en movimiento (circulando hasta 45 km/h). La operación de apertura y cierre tarda apenas 14 segundos. Se le agregó un nuevo deflector de aire que reduce en un 30 por ciento la resistencia
En cuanto a sus cotas, es más largo, más ancho y más bajo que su predecesor. Alcanza los 4.586 mm de largo; 1.938 mm de ancho y 1.318 mm de alto, mientras que su batalla llega a los 2.670 mm. Se desliza sobre neumáticos Pirelli P Zero de medida 235/45 ZR20 (adelante) y 285/35 ZR20 (atrás). Existen seis alternativas de diseños de llantas de 20″, tres con cinco radios y tres con cinco radios abiertos. Para las pinzas de frenos o «calipers», existen ocho alternativas.
En cuanto a colores, existen 27 tonalidades, de las cuales diez son estándar, otros diez son históricos, que rememoran antiguos modelos de la marca, mientras que el color de lanzamiento: «Rosso Portofino» que tiene un costo adicional de USD 17 mil.
Confort inigualable con tecnología de vanguardia
El habitáculo del Portofino fue completamente rediseñado, partiendo por la presencia de un nuevo cuadro de instrumentos que contiene dos pantallas de 5″, sumado a un nuevo volante más compacto y ergonómico. La consola central alberga una nueva pantalla full HD táctil de 10,25″, con una nueva CPU mucho más rápida, nueva cartografía 3D y compatible con Apple CarPlay, además del split view (usada en el Lusso), donde la pantalla puede ser manejada por piloto y copiloto, al revisar diferentes gadgets del auto.
Otra novedad, disponible a pedido es el «Passenger Display», una pantalla de 8,8″ full HD y táctil, ubicada del lado del copiloto, donde se puede comandar el infoentretenimiento, sistema de audio JBL Professional, climatización, entre otros. La idea de esta pantalla es transmitir al pasajero la emoción de manejar un Ferrari.
También nos encontramos con nuevos asientos, que son un 20 por ciento más ligeros. Se adelgazaron los respaldos de los asientos delanteros, para entregar más espacio para las piernas de los ocupantes de las plazas traseras, que se trata de un espacio pensado para trayectos cortos o bien para llevar niños. Nuevo es también el reglaje eléctrico de los asientos delanteros en 18 posiciones. Su maletero es capaz de albergar dos maletas con el techo abierto y tres con la capota cerrada.
Un motor que representa la excelencia en ingeniería
Felipe Miranda, Jefe de Postventa de Ferrari Santiago, fue la persona encargada de contarnos acerca de las intimidades técnica del nuevo Portofino, quien nos comentó que el Portofino es propulsado por un motor dispuesto de manera central longitudinal adelante, gasolinero, fabricado íntegramente en aluminio, con un desplazamiento de 3.855 c.c., con ocho cilindros en V, erogando 600 caballos a 7.500 vueltas y un par de 760 Nm, disponible entre las 3.000 y 5.250 vueltas, los que son enviados al eje trasero, mediante una caja automática de siete relaciones. Toca los 100 km/h en apenas 3,5 segundos, mientras que su velocidad punta es de 320 km/h.
Este motor V8, que tiene 40 caballos respecto del que portaba el California T, se le adicionaron nuevos componentes mecánicos específicos y de una calibración especial del software de gestión del propulsor traducido en un sonido de motor aún más singular, sobre todo en su conducción a techo descubierto.
Los ingenieros con el objetivo de aumentar la eficiencia del motor 8 cilindros trabajaron en varios aspectos. Entre ellos destaca la adopción de nuevos pistones y bielas, la renovación del diseño del sistema de aspiración revolucionando la geometría de toda la línea de conductos de escape. Y un nuevo colector de escape de una sola pieza que reduce la perdida de carga, elemento fundamental a la hora de trasmitir al motor Ferrari su característica rapidez de respuesta con zero turbo lag. Todo esto, asociado al Variable Boost Management que ajusta el par en función de la marcha seleccionada, permite al Ferrari Portofino aumentar la aceleración en todas las marchas optimizando al mismo tiempo su consumo. Su valor comercial arranca en los USD 295.000.
Fotos: Raúl Farías; Ferrari Portofino en Blu Tour de France.