El verano es uno de los momentos del año en el que se debe redoblar el cuidado del vehículo. Esto se debe principalmente por las altas temperaturas y la fuerte radiación, que pueden ser perjudiciales para la pintura, un elemento fundamental. Además del color, la pintura, también es responsable de la protección anticorrosiva de nuestro automóvil.
Frente a esto, te entregamos algunos consejos y precauciones que ayudan a prevenir el daño externo de los autos en estos meses calurosos del año.
1. Spray de sal: durante este tiempo se masifican los viajes a la costa y la exposición a la humedad y mayor concentración de sal aumentan. Esto puede arruinar la pintura del vehículo e iniciar un proceso de corrosión en la carrocería. En esta ocasión, debemos ser más cuidadosos con pequeños rasguños o golpes que pueden potenciar aún más a la corrosión. El uso de ceras para la carrocería es una de las soluciones para evitar problemas de este tipo en las ciudades costeras.
2. Sol, polvo y lluvia ácida: la combinación de polvo y sol puede ser dañina dependiendo de la fuente de la suciedad. Por ejemplo, el humo negro de los escapes de camiones o autobuses más antiguos pueden contener concentraciones de dióxido de carbono que, además de causar lluvia ácida, que contiene productos que dañan la pintura, causen grietas debido a la fricción del polvo de hollín y la superficie del auto. En general, el polvo, dependiendo de su origen, puede causar daños físicos, como arañazos o químicos, como marcas o manchas.
3. Radiación: los rayos UV pueden causar daños químicamente irreversibles. Liberan radicales libres que dañan la molécula, causando daños como el agrietamiento del barniz, la delaminación de la pintura, la fotooxidación o la decoloración del color original del vehículo. «A la primera señal de uno de estos daños, se recomienda llevar el vehículo a un taller y hacer la corrección de pintura donde comenzó el deterioro.
4. Daño físico y químico: algunos compuestos químicos, cuando se exponen a la lluvia y al calor, pueden causar daños con el tiempo. La mejor manera de evitarlo es no dejar que la suciedad se acumule en la pintura de su automóvil, como excremento de pájaros, aceites de árboles y frutas, entre otros, ya que pueden marcar y dañar irreversiblemente la pintura. Lo ideal es lavar el automóvil cada una o dos semanas. No obstante, es importante limpiar lo antes posible si nota una de estas suciedades.
5. Cuidado con los productos de limpieza: algunos productos aparentemente sirven para proteger el automóvil. Sin embargo, debido a sus composiciones, actúan como villanos contra la pintura de vehículos, porque en su composición, además de la cera, tienen componentes que pueden romper la estructura química del barniz y con la acción del clima, específicamente los rayos UV, pueden degradar la pintura. Lo ideal es evitar los productos de limpieza del hogar, utilizar siempre los productos específicos para el automóvil, dar preferencia a los conocidos en el mercado, que tengan un organismo de certificación de validación, como ISO9000.