La casa japonesa Mazda, presentó la semana pasada, en la XI Región, la segunda generación de su SUV de gran tamaño: CX-9, que aterriza en nuestro mercado en tres versiones, todas ellas AWD y con un completo equipamiento.
Para ello, DERCO , su importador y representante oficial preparó un extenso «Test Drive» de 600 kilómetros, partiendo desde Balmaceda hacia el sur por la Carretera Austral en la Región de Aysén, con hermosos parajes y bordeando buena parte de la ruta, el Lago General Carrera. Debo señalar que mi primer lanzamiento de Mazda al que asistí, fue en 2013, con CX-5, sólo en la parte de presentación. Desde ese año, he cubierto sucesivamente todos los modelos que la marca ha lanzado en Chile, pero sin duda que el de CX-9 marcó un punto aparte, por cuanto contó con un nivel de producción y organización superlativos, donde no se dejó absolutamente nada al azar. No por nada, Christian Jaramillo, gerente general de la marca, nos comentó que venían planificando el lanzamiento desde octubre pasado.
Antes de zambullirnos en profundidad acerca de esta nueva camada, es menester recordar que la primera generación debutó en 2006, siendo el primer SUV de su tamaño en contar con tres corridas de asientos en ser divertido de manejar. Rápidamente se ganó la predilección de la industria y los medios no dudaron en galardonarlo, tanto en Canadá como en Estados Unidos, los principales mercados a los que va dirigido este modelo.
Alan Weiss, señaló que durante 2016, Mazda nuevamente volvió a romper un récord histórico en ventas, superando las 13 mil unidades. Mazda busca una fórmula única que es ir ganando participación de mercado y prestigio de marca, a lo que claramente contribuirá este nuevo modelo, que incorpora todas las nuevas tecnologías desarrolladas por el fabricante, pasando a ocupar la cima del Line Up, que hasta hace un año atrás era un sitial ocupado por el exitoso Mazda 6.
¿Qué hay detrás del nuevo CX-9? Lo que Mazda denomina «Indulgencia Inteligente» o acerca de cómo un cliente toma una decisión inteligente, equilibrando sus necesidades personales con las de su familia. Sin duda se trata de un auto que cumple las necesidades de quien lo maneja, pero que no deja de lado las necesidades del núcleo familiar: espacio y seguridad.
No sólo cumple con valores funcionales que dicen relación con su equipamiento, si no que además viene a entregar un valor de emoción, estando por sobre sus competidores, que se preocupan más por resolver necesidades prácticas.
Es por ello que a este modelo pretenden darle un posicionamiento más cercano a marcas de lujo como: Acura, BMW, Mercedes Benz y Porsche. La estrategia diferenciadora de Mazda pasa por apuntar a la emoción, por medio de un modelo que sea prestigiante, estatuitario, con calidad y terminaciones «Premium», con un manejo emocionante, y con una funcionalidad innovadora, es decir que su operación sea intuitiva, además de las funciones prácticas presentes en la competencia.
Con el nuevo CX-9 pretender despertar todos los sentidos. La experiencia de producto es bastante integral, que pasa desde que el auto está estático hasta que está en movimiento, donde entran a tallar los distintos sentidos, lo que se aprecia en su diseño KODO, que fue aplicado de una forma bastante más clásica y sutil, prestigiante y lujosa que en otros modelos. El diseño interior presente en el trabajo artesanal en el cuero y sus terminaciones interiores.
Cuando el auto está en movimiento, pasamos hacia los valores dinámicos, que tiene que ver con el manejo, el escuchar el sonido del motor de una forma correcta, que no exista más ruido dentro de la cabina que el necesario.
Los objetivos específicos del All New CX-9 son tres:
1.- Fortalecer el concepto «Premium» asociado a la imagen de Mazda.
2.- Crear un nuevo estándar dentro del Line Up.
3.- Retomar la participación que tuvieron dentro de los SUV del segmento D.
Ello se logra mediante una ejecución premium del diseño KODO, con un performance y rendimiento de combustible de excelencia e incorporando tecnologías de vanguardia que mejoran la experiencia abordo.
Analizando sus líneas, vemos que la fuerza del diseño KODO se expresa mediante la presencia de un capó alargado, ruedas de grandes dimensiones y voladizos cortos que transmiten estabilidad junto con una sensación de energía contenida lista para ser liberada.
Viendo su frontal, lo primero que llama nuestra atención es su imponente máscara cromada, de forma trapezoidal con cinco listones dobles, la que va acompañada por luces LED, causando un efecto de lo que es la belleza y simplicidad del diseño japonés.
Toda el área de la grilla y el parachoques están integrados en una sola gran pieza, que le dan una apariencia mucho más limpia a esta sección del CX-9. Más abajo, en los costados del paragolpes encontramos sutiles tomas de aire, bajo las cuales se ubican los pequeños neblineros circulares, además de una pequeña toma de aire inferior. Además de la clásica presencia de revestimientos de resina plástica en los bajos y pasos de ruedas, encontramos que la parte baja del parachoques es realzada con la presencia de una ornamentación cromada.
Visto de costado, el CX-9 destaca por su amplio capó, del que sobresalen dos nervaduras que se funden en la grilla delantera, sumado a sus pasos de ruedas ligeramente ensanchados que ayudan a incrementar su sensación de robustez, pero sin dejar de lado la elegancia, que se aprecia en la suave caída que traza la línea de techo desde el pilar B hasta el alerón posterior. El perfil de las ventanas luce típicamente Mazda: contornos cromados, pilares revestidos en negro brillante y la presencia de vidrios laterales ahumados.
Otro elemento llamativo es la línea de cintura que nace desde el extremo delantero de los ópticos principales, extendiendose de manera ondulada por el paso de rueda y fundiéndose frontera de separación que hay entre la zona vidriada y la de acero en las puertas laterales, hasta topar los ópticos posteriores. Los espejos laterales mantienen su forma tipo banderín con repetidores de los intermitentes integrados. La parte baja de las puertas lleva revestimiento plástico y una ornamentación cromada.
En su zaga, partimos por la presencia en el techo de una sutil antena «tipo tiburón» en el color de la carrocería. La parte alta del portalón presenta un alerón de gran tamaño bitono (color carrocería/negro) con la tercera luz de freno integrada, que da paso a una superficie vidriada, también ahumada, a través de la cual no nos otorgó inconveniente alguno, durante nuestro manejo, al observarla mediante el retrovisor interior. El limpiparabrisas trasero dispone de dos cadencias: intermitente y lenta.
Es en la zona correspondiente a los ópticos, donde nos hubiese gustado que los diseñadores de Mazda se la hubiesen jugado más, apostando por un ópticos más llamativos o en vez del listón cromado que une ambos ópticos, hubiese sido una sutil tira LED. Sin embargo, éstos demostraron su plena eficacia durante los recorridos por tramos polvorientos de la Carretera Austral, donde al aplicar los frenos se hacían visibles desde bastante lejos.
La zona del portapatentes se ubica justo bajo el logo cromado en relieve, en el portalón. A su costado izquierdo va la grafía de designación del modelo, mientras que al derecho aquella que alude a su tecnología SKYACTIV.
La zona media del paragolpes va revestida en resina negra, donde encontramos la presencia de luces rojas reflectantes en ambos costados, un listón cromado inferior y las dos salidas de escape circulares, que nos hubiesen gustado con una forma rectangular para acentuar aún más su deportividad.
En términos de sus dimensiones, su longitud se redujo en 31 mm, totalizando los 5.075mm; su ancho aumentó en 24mm, llegando a los 1.960mm (con los espejos desplegados), mientras que su altura aumentó en 19mm, con 1.747mm. Su distancia entre ejes aumentó en 55mm, llegando a nada menos que 2.930mm, lo que redunda en directo beneficio de los pasajeros, especialmente de aquellos que ocupan las plazas traseras. Su despeje es de 220mm. Emplea neumáticos Falken (japoneses) de medida 255/60 R18 para los acabos R y GT, mientras que la GTX emplea 255/50 R20, en ambos casos con llantas de aleación. Todos disponen de neumático de repuesto temporal.
Teniendo en cuenta que este modelo fue desarrollado sobre todo para el mercado norteamericano, ofrece un interior de calidad, amplio y cómodo, con espacio para siete ocupantes repartidos en tres filas de asientos.
Basta con abrir cualquiera de sus cinco puertas, para percibir el aire de sofisticación que Mazda logró en su cabina, puesto que en la marca son fieles creyentes en la premisa de que cada detalle mejora el manejo. Ejemplo de lo anterior, es la elegante pieza de aluminio presente en tablero, resaltando el ancho, el espacio y la sofisticación. Su acabado de metal auténtico se inspiró en los famosos cuchillos japoneses hechos a mano.
Al sentarnos en el puesto de mandos, apreciamos que la consola y la palanca de cambios tenían una postura ligeramente más alta que la de su predecesor, lo que claramente redundó en nuestra facilidad de conexión e interacción con los distintos comandos del auto.
También, durante las pruebas dinámicas, hicimos el ejercicio de ocupar las plazas traseras (segunda fila), donde nuestras expectativas de sensación de amplitud y comodidad fueron ampliamente superadas. Gozábamos de espacio de sobra para nuestras piernas. Nos gustó mucho contar con un reposabrazos generoso con dos posavasos y espacio para albergar objetos y poder cargar nuestro teléfono sin tener que incomodar a los ocupantes delanteros, al igual que disfrutar del climatizador trizona, mediante un centro de operaciones individual.
El cuadro de mandos es más que completo, con información útil para el conductor, además del la presencia del pantalla Head Up Display que nos informaba en todo momento de la velocidad a la que circulábamos, sin tener que desviar en ningún momento la vista del camino. Mazda también se preocupó por detalles menores como reducir los espacios de los segmentos de los caractéres en los paneles de la pantalla en 0,1mm, además de unificar las tipografías para crear una armonia visual.
Otro detalle que nos gustó es que la presencia de distintos espacios de almacenamiento escondidos en la consola, apoyabrazos, la guantera, los bolsillos de los respaldos de los asientos delanteros y los compartimientos ubicados en la parte inferior de las puertas, mantenían las cosas o artículos esenciales, cerca pero fuera de la vista.
Para mejorar la experiencia de manejo, los ingenieros de Mazda atenuaron los ruidos molestos, disminuyeron el ruido de las vibraciones del motor y agregaron 24 kilos de material que absorbe el sonido. Emplearon vidrio que aísla el sonido, brechas más pequeñas y aislamiento más sellado para reducir el ruido del viento. Todo ello fue acompañado de una reducción de peso de 90 kilos, respecto del modelo anterior.
Este SUV viene equipado con el sistema multimedia MZD CONNECT, que permite acceso a audio, comunicación, navegación GPS, personalización de funciones del vehículo e internet a través del smartphone, de la manera más segura y sencilla durante los trayectos.
Las múltiples funciones de MZD CONNECT se controlan de forma rápida y precisa por medio del botón de comando HMI, ubicado en la consola central, donde la mano del conductor puede apoyarse naturalmente permitiendo una operación intuitiva y rápida de cada una de las funciones principales.
Su pantalla táctil TFT de 8” se encuentra ubicada en la parte superior del panel de instrumentos, de tal forma que reduce en gran medida la necesidad de bajar el ángulo de visión, y sus gráficos están diseñados para una legibilidad instantánea. Todo esto pensado para eliminar distracciones en el conductor, de tal forma que se minimicen sus esfuerzos y se aumente la concentración para disfrutar la conducción al máximo.
Además cuenta con un completo sistema de sonido BOSE® con 12 parlantes (según versión) y una alta insonorización en la cabina, minimizando las vibraciones en superficies e incrementando aún más la comodidad.
Los asientos delanteros son calefaccionados y cuentan con ajuste eléctrico, mientras que la apertura y cierre de la quinta puerta es de accionamiento eléctrico.
Incluye de serie techo corredizo “sunroof” eléctrico, sistema inteligente de iluminación frontal, sensores de luz y lluvia que activan automáticamente las luces y los limpiaparabrisas, espejos laterales con desempañador, memorias de posición de la silla del conductor, sensores de estacionamiento y cámara de retroceso.
Novedad absoluta: Motor turboalimentado de 2.5 litros con 227 caballos de fuerza
El control absoluto es un sello distintivo de Jinba Ittai. Cuando un conductor pone su pie en el acelerador, el auto debe hacer lo que el conductor espera, trabajando armoniosamente para encontrar el engranaje adecuado a las revoluciones correctas para entregar el rendimiento requerido para una situación dada.
Con los motores SKYACTIV, Mazda nunca se ha centrado en los números que aparecen en el catálogo. Sino que ha apuntado a ofrecer a los clientes una combinación de gran rendimiento en situaciones de conducción cotidiana, sin dejar de lado la economía de combustible.
Basado en esta filosofía, la familia de motores SKYACTIV estrena de manera inédita mediante el nuevo SKYACTIV-G 2.5 turbo. ¿Pero cómo Mazda aterrizó sobre la decisión para crear este nuevo motor? Cuando los ingenieros de Mazda se propusieron diseñar un nuevo motor específicamente para CX-9, miraron cómo los conductores usaban sus vehículos. Los ingenieros de Mazda North American Operations rastrearon a los conductores de SUV´s en varias situaciones, siguiendo con los vehículos establecidos para imitar la curva de par del CX-9.
Su conclusión fue que los clientes quieren una aceleración sin esfuerzo a través de una entrega generosa de par, por lo que los ingenieros desarrollaron este propulsor con suficiente potencia y par para proporcionar una amplia aceleración desde bajas revoluciones sin necesidad de buscar a través de los engranajes.
Los clientes también esperan una economía de combustible de primera clase, no sólo en una etiqueta de catálogo, sino también en el mundo real. Mazda tenía una hoja limpia desde la cual diseñar un nuevo motor. Un motor de gran desplazamiento y aspiración natural podría ofrecer un rendimiento instantáneo, pero carecería de eficiencia de combustible.
Un motor de baja cilindrada y de aspiración natural podría ofrecer eficiencia de combustible, pero sacrificando la sensación de rendimiento superior. Por último, los motores turboalimentados a menudo prometen aceleración sin esfuerzo y alta eficiencia de combustible, pero a menudo, en el mundo real, su eficiencia no es mucho mejor que un motor de mayor cilindrada. Los motores turboalimentados también pueden «retrasarse» antes de que su turbocompresor se bobine, creando una sensación de conducción lenta y decepcionante cuando se requiere energía, que técnicamente se conoce como «Turbolag».
Una pieza de tecnología clave es el Turbo Dynamic Pressure Turbo de Mazda, el primer turbocompresor del mundo con la capacidad de variar el grado de pulsación del escape dependiendo de la velocidad del motor. El sistema conduce el escape del motor a la turbina del turbocompresor a través de puertos más pequeños a bajas revoluciones. Funciona de manera similar a cuando uno coloca el dedo pulgar en una manguera de jardín, creando una fuerte cantidad de presión a través de una salida más pequeña. Esto permite que el turbocompresor se desplace rápidamente, creando un impulso instantáneo de hasta 1,2 bares de presión.
Los ingenieros de Mazda demostraron que con esta tecnología, el turbocompresor tiene una respuesta de 20 a 25 por ciento más rápida que un turbocompresor de doble cilindro a velocidades de motor por debajo de 1.500 rpm, ayudando a crear una sensación de entrega de energía sin esfuerzo. Cuando el motor está en el corazón de su rango de revoluciones, abre válvulas secundarias, permitiendo que mayores cantidades de gas de escape pasen a través del turbocompresor. El sistema se complementa con el motor de 2.5 litros que ya se beneficia de más par a presión atmosférica que un 2.0 litros comparable en virtud de su tamaño.
Avanzado sistema de tracción integral i-ACTIV AWD
En 2013, Mazda estrenó en el CX-5 el sistema i-Activ AWD, que en el CX-9 anterior, podía reconocer instantáneamente las condiciones del camino y ajustar la distribución del par antes de que el conductor pudiese notarlo.
El sistema de tracción total de Mazda en la anterior CX-9 tomó en consideración aproximadamente 10 factores, incluyendo la velocidad en carretera, las revoluciones del motor y el deslizamiento de las ruedas, entre otros para asignar la entrega de potencia entre los ejes delantero y trasero.
Debido a su potencia de procesamiento, i-ACTIV AWD puede incluso ajustar la distribución de energía para tener en cuenta el deslizamiento de las ruedas en condiciones secas. Incluso puede enrutar el poder para limitar el subviraje durante el manejo alegre, enviando hasta un 50 por ciento de la potencia de CX-9 a las ruedas traseras a través de la probada transmisión automática SKYACTIV-Drive de seis velocidades de Mazda, presente como equipo de norma en las tres versiones.
Una bateria de elementos de seguridad: i-ACTIVESENSE
El conjunto de tecnologías de Seguridad i-ACTIVSENSE informa, alerta y protege al conductor, usando los equipos y sensores más modernos para apoyar sus decisiones, de manera que pueda concentrarse en disfrutar la conducción en un entorno más seguro.
All New Mazda CX-9 cuenta con faros adaptativos LED (ALH). Este es un sistema de iluminación inteligente que ayuda a mejorar la visibilidad de noche sin encandilar a los otros conductores incluso con luces altas.
Adicionalmente, cuenta con un sistema de advertencia al mantenimiento de carril (LAS), Monitoreo de Punto Ciego (BSM), Sistema de frenado de emergencia en ciudad delantero y trasero (SCBS), Alerta de tráfico cruzado trasero (RCTA), Sistema de advertencia de salida de carril (LDWS), Sistema de advertencia en caso de cansancio del conductor (DAA).
Además del innovador Sistema de Seguridad Proactiva i-ACTIVSENSE, All New Mazda CX-9 incluye un completo equipamiento en seguridad pasiva para proteger al conductor y a sus ocupantes, como la carrocería SKYACTIV-BODY, que es capaz de cumplir con las pruebas de seguridad más exigentes.
También cuenta con 6 airbags, sistemas de frenos anti bloqueo (ABS) con distribución electrónica de la fuerza de frenado (EBD) y Control Dinámico de Estabilidad (DSC).
Versiones y precios
Mazda CX-9 2.5R AWD 6AT $25.490.000.
Mazda CX-9 2.5GT AWD 6AT $27.490.000.
Mazda CX-9 2.5 GTX AWD 6AT $29.990.000.-
La gama de colores contempla las siguientes tonalidades: blanco mica perlado, gris plata metalizado, gris oscuro metalizado (nuevo) y negro mica. El nuevo color Machine Gray Metallic o gris oscuro metalizado, le da el aspecto de una pieza sólida de acero. Parte por un revestimiento grueso de base negra, que va cubierta con una capa de pintura aluminium silver en aerosol. El proceso está rigurosamente controlado para garantizar que las partículas de pintura de aluminio del revestimiento caigan de manera uniforme y paralela a los paneles de la carrocería. Esto le da más luminosidad a los tonos negro y plateado y una calidad reflectante líquida. Por último se aplican capas de revestimiento en tinta gris y transparente sin color (1) para darle el toque final a nuestro color de mayor calidad hasta el momento.
DERCO aspira a colocar del orden de las 50 unidades mensuales, concentrándose el grueso de las colocaciones en las variantes más equipadas (GT y GTX).
Fotos: Raúl Farías; Mazda CX-9 2.5 GTX AWD 6AT en blanco perlado mica.