Ayer se celebró el Día Mundial del Reciclaje, y Suzuki siempre se ha mostrado comprometida con el impacto ambiental de sus actividades y ha prestado una especial atención al reciclado. De hecho, el reciclado es uno de los tres pilares de sostenibilidad de Suzuki, que denominamos las 3 R’s: Reducir, Reutilizar y Reciclar.
El espíritu de la compañía es contribuir a la creación de una sociedad sostenible y orientada al reciclaje, mediante el uso cuidadoso de los recursos durante todo el proceso de producción, desde el diseño inicial hasta el fin del ciclo de vida del vehículo.
Suzuki lanzó en 1998 su “Plan voluntario de acción para el reciclaje de automóviles usados” y cuatro años después llegó la “Suzuki Global Environment Charter”, una carta de compromiso en la que se recogían las iniciativas y propuestas en relación con la protección del medioambiente que la compañía se comprometía a asumir para cumplir con su Plan Medioambiental 2020. La marca consiguió que el 95% del peso de sus vehículos fuera reciclable mucho antes de que la ley obligara a ello.
El reciclaje es un factor clave en el diseño de un vehículo y de su producción. Solo así será posible que los componentes utilizados puedan reutilizarse cuando la vida útil del vehículo llegue a su fin y vaya a la planta fragmentadora.
El primer paso es emplear materiales de fácil reciclaje, como los plásticos resinosos, o que ya han sido reciclados. Son muchas las piezas que pueden tener vida más allá de su primer uso, tanto del interior como del exterior del auto. Los parachoques, limpiaparabrisas, pasos de rueda, parrillas, tiradores de las puertas interiores y exteriores, salpicadero, alfombrillas, panel de instrumentos, etc están fabricados en resina termoplástica, fácilmente recuperables para poder reciclarse y emplearse en componentes que formen parte de otros vehículos.
Por ejemplo, en el caso de los paragolpes, los materiales plásticos con los que se producen son fácilmente recuperables para fabricar nuevas piezas. Suzuki lleva a cabo desde el año 2000 una política de recopilación de paragolpes usados o que han sido sustituidos en algún proceso de reparación.
Para ello, se ha instalado en la mayoría de los distribuidores mundiales una trituradora de paragolpes, cuyo material reciclado sirve para producir otros componentes tales como cubiertas plásticas, soportes de motor o batería, alfombrillas, etc. Además, la trituradora reduce a una sexta parte el tamaño de estas piezas, por lo que también se ahorra energía en su transporte.
La misma política se sigue con las baterías de iones de litio. Suzuki se ocupa de recopilar todas las baterías al final de su vida útil para reciclarlas y cumplir con la normativa existente tanto en Japón como en Europa.
En el caso de los airbags y el gas freon, la tasa de reciclaje es de un 93,5 %. Para su recolección y reciclaje, Suzuki y otros fabricantes de automóviles han organizado la Japan Auto Recycling Partnership para trabajar conjuntamente con empresas de reciclaje en todo el país. En cuanto a los clorofluorocarbonos (CFC), ya han recolectado y desechado más de 83.000 kilos.
Fotos: Raúl Farías /Suzuki Press.