El tricampeón mundial de la Fórmula Uno Niki Lauda, considerado como uno de los mejores pilotos de todos los tiempos y quien se convirtió en un exitoso empresario aeronáutico, murió el lunes a los 70 años, informó su familia.
El austriaco, Niki Lauda, quien fue hospitalizado en enero por aproximadamente 10 días debido a que sufría de influenza, había recibido un trasplante de pulmón en agosto pasado.
“Sus logros únicos como deportista y empresario son y serán inolvidables”, señaló la prensa austriaca. “Su incansable entusiasmo por la acción, su franqueza y su valentía siguen siendo un modelo a seguir y una referencia para todos nosotros. Fue un esposo, padre y abuelo cariñoso y lo extrañaremos”. Niki Lauda ganó dos campeonatos mundiales en 1975 y 1977 con Ferrari y un tercero en 1984 con McLaren.
Tuvo un accidente casi fatal en 1976 cuando corría en Nürburgring, pero a pesar de sufrir graves quemaduras, pronto regresó a su Ferrari con un casco modificado y conquistó su segundo título de la F1.
Su rivalidad con el piloto británico James Hunt, campeón mundial en 1976 con McLaren, fue intensa y se convirtió en el tema de la aclamada película “Rush” de 2013.
Durante su primera ausencia de la F1 tras correr en Brabham, Lauda estableció una aerolínea charter y regresó a su negocio de aviación a tiempo completo después de retirarse del automovilismo.
A lo largo de las décadas de 1980 y 1990 convirtió a “Lauda Air” en una aerolínea internacional con vuelos de larga distancia desde Austria y hacia todo el mundo antes de que se fusionara con Austrian Airlines en 2012.
Lauda también regresó a la F1 en cargos gerenciales, primero con Ferrari en la década de 1990 y luego con Mercedes, donde fue nombrado presidente no ejecutivo en 2012.
Se le acredita por ayudar a llevar al ahora pentacampeón del mundo Lewis Hamilton al equipo de McLaren. Su muerte de Lauda sacudió a la comunidad de F1 días antes del Gran Premio de Mónaco.
El excampeón del mundo británico de F1 Jenson Button, quien ganó un título con Brawn GP en 2009, tuiteó: “Una leyenda nos ha dejado. Descansa en paz, Niki”.