Durante esta jornada de lunes estuvimos realizando una entretenida prueba de manejo, donde pudimos ponernos tras el volante de la versión GLX Sport MT en color blanco, cuyas impresiones pasamos a relatarles seguidamente.
El fabricante japonés siempre ha tenido su mira puesta en ofrecer productos eficientes y duraderos, lo que demuestran los buenos volúmenes de ventas que anotan S-Presso o Baleno. De esta realidad, tampoco escapa el Celerio, presente en el mercado chileno desde juio 2009, y del que ya se cuentan tres generaciones, incluyendo la que comentamos.
¿Qué ha cambiado en el Celerio? Podemos decir que todo, puesto que emplea la nueva plataforma Heatect, con dimensiones que crecieron en largo, ancho y distancia entre ejes, además de una considerable reducción de su peso. De partida, basto con dejar nuestras vituallas en el portaequipajes, para caer en cuenta del aumento de la capacidad de este en 60 litros. (295 litros) Luce más profundo, tomando en cuenta que viene con un recambio de tamaño 165/70 R14.
Su cabina nos recibe con líneas modernas, que la hacen lucir más amplia y cómoda, en consonancia con su exterior. Al momento de abordarlo, y tomando en cuenta mi estatura, extrañamente no necesite regular la altura del volante, que cuenta con mandos del sistema de audio y manos libres, sumado a la presencia de un nuevo cuadro de instrumentos que cuenta con una práctica combinación análogo/digital, puesto que el reloj principal es el velocímetro, que da cabida, a la derecha a un display digital monotono que alberga el tacómetro, reloj, rendimiento promedio y nivel de combustible.
Eso sí, nos costó un poco habituarnos a la ubicación de los comandos de los alzavidrios eléctricos, bajo la pantalla táctil que alberga el sistema de audio e infoentretenimiento. Para replicar nuestro teléfono inteligente, basta con conectar un cable en la salida de USB ubicada en la parte baja de la consola.
Basta con acomodar los espejos laterales (eléctricos) y el interior, para empezar a disfrutar de su manejo. El sitema de encendido electrónico suena como un auto de segmento superior, dando vida al propulsor K10C, que corresponde a una evolución del K10B, de 1 litro de desplazamiento, con 66 Hp y 89 Nm. Aunque se muestra algo nervioso en ralentí, con la vibración típica de un tricilíndrico, basta con que engranemos la primera marcha para que Celerio saque a relucir sus cualidades innatas para la selva de cemento. Como novedad estrena un sistema de Start/Stop, pero que entre tanta congestión deicidimos prescindir de su ayuda desactivándolo.
En el manejo citadino, al motor se le saca gran provecho entre 2da y 3ra marcha, especialmente en lo que a recuperaciones se refiere, resulta ideal la segunda marcha., lo que sumado a su bajo peso, hace que no se quede atrás con el tráfico urbano. Sin duda la relación peso/potencia resulta destacable.
Aun cuando al acelerarlo se dejaba sentir cierto grado de rumorosidad proveniente del vano motor, su cabina está razonablemente bien aislada del ruido, tomando en cuenta que nuestra unidad de prueba calzaba neumáticos de medida 175/60 R15, provistos por Yokohama Blue Earth-FE AE30 con llantas de aleación de conco rayos dobles en gris oscuro, que le dan una apariencia algo más deportiva, pero que al momento de transitar por zonas con pavimento irregular, se hacen sentir.
Un punto a tener en cuenta es su despeje del suelo, que llega a los 170 mm, nada mal para un auto urbano, donde hay que lidiar con zonas con baches, pavimento en mal estado o estacionarse teniendo que sortear aceras elevadas, pero que tiene cierta desventaja, puesto que su carrocería se balancea más de lo necesario, lo que se explica por su alto centro de gravedad, pero que compensa la sensación que nos transmite su dirección.
Otro punto destacable, es su reducido radio de giro. Cabe consignar que este modelo ofrece lo esencial en seguridad con 2AB, frenos ABS con EBD y como novedad la adición de sistema ESP.
Texto y fotos: Raúl Farías; Suzuki Celerio 1.0 GLX Sport en Blanco Perla