Mazda está embarcada en una estrategia de largo aliento, tendiente a escalar posiciones y pasar de ser una marca generalista a coquetear con el segmento premium. Los últimos modelos presentados por la casa de Hiroshima han ido sembrando el camino, como lo han hecho Mazda 3, CX-30 y recientemente el CX-60, a los que ahora se suma el elegante e imponente SUV de tres filas de asientos CX-90, que debutó en Chile en el marco de la última edición de Experiencia E, pero que pudimos conocer a fondo en una toma de contacto, que realizó su importador y representante oficial Inchcape, con medios de prensa especializados. Por el momento llega en versión única, signada como Signature MHEV AWD con un valor comercial de $59.990.000, a la que se sumaría una variante menos equipada bajo el nombre de Elegance, cuyo precio no fue revelado.
Este nuevo modelo, que al menos en el mercado chileno, aún convive con su antecesor, el CX-9 de segunda generación que todavía se comercializa, no apunta a rivalizar con marcas generalistas de su misma procedencia, sino que apunta a firmas de lujo como Acura, Lexus o incluso alguna que otra de origen alemán.
La base de este nuevo buque insignia de Mazda está representada por su nueva plataforma, que internamente denominan como «SKYACTIV Multi-Solution Scalable Architecture Large Platafform Group, pero que por razones de simplificar las cosas a ojos del lector, denominaremos como Large.
La primera virtud de esta arquitectura es que acoge motores en posición longitudinal con tracción trasera (algo que ya venimos conociendo de marcas de lujo como BMW y Mercedes-Benz), estando apta para recibir mecánicas electrificadas del estilo de los MHEV o Plug in Hybrid. La particularidad, es que los ingenieros de la marca aplicaron particulares soluciones como son:
- Ubicación del motor, transmisión y batería al centro hacia el centro con tal de mejorar la dinámica de manejo
- Los ingenieros pusieron dedicación al tema de rigidez estructural, minimizar vibraciones y distribución de fuerzas, con tal de darle un mejor manejo, menos vibraciones y más silencio a sus ocupantes
- El uso de un sistema de suspensión de doble horquilla adelante y multibrazo posterior con amortiguadores paralelos y ligeramente inclinados hacia atrás, lo que hace que la carrocería tenga movimientos longitudinales más naturales al momento de pasar por un resalto simple o un bache en el camino
- Mazda desarrolló la tecnología llamada «Kinematic Posture Control», que mejora aún más la adherencia al momento de manejar por zonas de curvas o sinuosas
Estéticamente estamos en presencia de un SUV del segmento D con un frontal en el que sobresale su imponente grilla vertical, flanqueada por un conjunto óptico LED en forma de L, con bordes cromados, sumado al particular entramado de esta pieza con la presencia de la cámara delantera y los sensores de proximidad.
De perfil, lo primero que llama nuestra atención es la presencia de un capó alargado y una cabina más retrasada, un truco de diseño elegante y muy usado en los SUV de lujo europeos, con rieles de techo satinados integrados, contornos cromados en torno a toda la superficie de las ventanillas laterales, pilares B y C en negro brillante, monograma «Inline 6» en ambos pasos de ruedas delanteros, además de los listones cromados en la zona del zócalo con el monograma «Mazda».
El nuevo CX-90 se desliza sobre neumáticos Toyo Tires Proxes Sport de medida 275/45 R21 con llantas de aleación bitono, que lucen muy acordes a las dimensiones de este SUV D.
Su zaga presenta un spoiler superior, parcialmente a tono con la carrocería, con una estilosa pero discreta tercera luz de freno, además de la luneta trasera con tinteado de privacidad, al igual que las laterales traseras. Las ópticas traseras presentan un fondo rojo, que se mezcla muy bien con el color del SUV que ilustra esta nota, además de contar una sección que se adentra en la zona media del portalón trasero. Unos discretos monogramas: lado izquierdo CX-90 AWD y lado derecho e-Skyactiv-G que alude a su planta motriz.
La zona baja del parachoques trasero cuenta con un listón cromado que se mezcla con acabados en resina negra y las luces reflectantes.
Sus cotas llegan a los 5.100 mm de largo; 1.971 mm de ancho y 1.745 mm de alto, mientras que su batalla llega a los 3.120 mm. Su despeje libre es de 203 mm, anotando 2.886 kilos de peso bruto vehicular en la báscula.
Comparado con su predecesor el CX-9, el nuevo CX-90 es más largo y más ancho, además de ofrecer una batalla más generosa. La oferta de colores contempla cinco tonalidades: blanco cristal, gris metálico, gris plata metalizado, rojo artisan y rojo cristal.
En su interior, nos acoge un puesto de mando que nos resulta muy natural y cómodo, realizando como es habitual los reglajes correspondientes de dirección, asiento y espejos. En primer término, sus dimensiones pueden resultar algo intimidantes a alguien que no está habituado a manejar un vehículo de este tipo, pero a medida que vamos devorando kilómetros, uno piensa internamente: ¿cómo hacen los ingenieros de Mazda para hacernos creer que estamos manejando un CX-5? Este SUV se acomoda muy fácilmente a su conductor o al menos esa es la impresión que nos causó.
Su cabina nos recibe con un ambiente sofisticado y detalles atractivos como son volante calefaccionado, revestido en cuero y con reglaje eléctrico en altura y profundidad, climatizador trizona, asientos tapizados en cuero de napa, con asientos delanteros calefaccionados y ventilados, además de poder albergar a ocho ocupantes, aunque señalamos que las plazas de la tercera fila están pensadas para personas de hasta 1.75 mt de estatura, pero la altura de la banca hace que uno ponga en duda, que tan cómodas serían para un viaje de largo aliento.
Su equipamiento de confort es más que abundante, puesto que considera, entre otros:
- Sistema multimedia Mazda Connect con pantalla de 12″ compatible con Android Auto y Apple Car Play inalámbrico
- Tablero de instrumentos digital de 7″
- Sistema de audio Bose con 12 parlantes
- Espejos eléctricos abatibles eléctricamente con sistema fotocromático
- Sistema de personalización del conductor
- Mazda Intelligent Drive con tres modos: Normal, Sport y Offroad
- Smart Keyless
Su portaequipajes puede admitir, dependiendo de si abatimos o no la tercera o segunda corrida, entre los 421 y los 1.321 litros de volumetría.
Su mecánica corresponde a un bloque de seis cilindros en línea turboalimentado de 3.3 litros de desplazamiento con sistema de asistencia híbrida de 48 voltios, que generan el equivalente a una potencia de 12,3 kW, equivalentes a 153 Nm de par, entregando una potencia total de 340 Hp de potencia y 500 Nm de par, gestionados por una transmisión automática de ocho velocidades con embrague húmedo, en lugar de una tradicional con convertidor de par, con tal de reducir el tamaño de la transmisión y ofrecer más espacio para los pies de los ocupantes de los asientos delanteros, al reducir el ancho del túnel de la transmisión.
Por último, en el apartado de seguridad, el CX-90 viene equipado de serie con:
- 7AB
- Control crucero adaptativo
- Luces delanteras adaptativas
- Cámara de 360°
- Sensores de proximidad delanteros y traseros
- Anclajes ISOFIX
- 8 cinturones de seguridad de 3 puntos de anclaje
- G-Vectoring Control Plus
- I-Stop
- Sistemas ADAS: Monitor de punto ciego, alerta de tráfico cruzado delantero/trasero, sistema de advertencia de salida de carril, sistema de asistencia de mantenimiento de carril y asistente de frenado de emergencia
Texto y fotos: Raúl Farías; Mazda CX-90 Signature MHEV AWD en Rojo Artense