Entre 2015 y 2017, Morgan en Chile, importada por Quantum Group, comercializó cerca de una docena de modelos de la empresa fundada en 1909 por HFS Morgan, basados en una arquitectura que data de mediados de la década de los 30.
Pero de 2019, a la fecha este más que centenario fabricante británico, Morgan Motor Company, bajo las hábiles directrices de Andrea Bononi y la firma Investindustrial, favorables vientos soplan en la compañía en el sentido de renovar sus productos con más comodidad, funcionalidad y seguridad, lo que le ha valido poder retornar al mercado estadounidense durante este año, sin perder su clásico estilo con el lanzamiento del Plus Six, al que se sumó en 2020 el Plus Four, que en el mercado chileno tendrá un valor comercial de USD 145 mil.
La firma, con sede en Worcestershire sigue fabricando en torno a las 600 a 900 unidades anuales, cada una de ellas solicitadas a pedido por sus clientes.
¿A qué se debe el cambio?
Al estreno de la nueva plataforma CX-Generation basada en una cabina con aluminio adherido, que resulta ser el doble de rígida que la anterior de acero usada por Morgan, a lo que se sumó el empleo de un sistema de suspensión independiente en las cuatro ruedas (McPherson adelante y Multilink atrás).
En lo que respecta a estilo, no se parece en nada a lo que conocemos hoy en día. Es un auto que de seguro volteará miradas, caracterizado por un extenso capó, largos arcos esculpidos y pasos de ruedas ensanchados que albergan neumáticos con llamativas llantas de rayos múltiples. Los paneles y el característico marco de madera de fresno, que rodea la cabina, forma parte de la estructura.
Estilo a la vieja escuela con toques del siglo XXI
Su interior es la resultante de la mezcla entre materiales de alta gama y ergonomía «Old School», con la presencia de evidentes mejoras en cuanto a comodidad y conveniencia como son: asientos de cuero bien mullidos, un cuadro de instrumentos digital, volante achatado en D, sumado los clásicos indicadores análogos al centro: tacómetro y velocímetro, presencia de ornamentaciones en madera en la zona de la consola, la que alberga una palanca de la transmisión automática, claramente tomada de BMW.
Este modelo, es propulsado por un motor delantero dispuesto de manera longitudinal, provisto por BMW. Es un 2 litros Twin Power Turbo que eroga 255 Hp de potencia y 400 Nm de par, enrutados hacia el eje posterior (tracción trasera), por medio de una transmisión automática de ocho marchas, provista por el especialista alemán ZF. Su peso en vacío de poco más de una tonelada, le permite lograr una velocidad punta de 240 km/h, mientras que tarda 4,8 segundos en alcanzar los 100 km/h desde detenido.
En el apartado de seguridad, se introdujeron una serie de optimizaciones dinámicas encabezadas por el Control Electrónico de Estabilidad (ESC) -que ha sido adaptado a cada modelo y variante de caja de cambios y permite cambiar entre niveles de asistencia según el modo de conducción- y por un sistema de frenos completamente nuevo, desarrollado en conjunto con Continental y AP Racing.
Además del Control de Estabilidad, Morgan desarrolló calibraciones de caja de cambios personalizadas en colaboración con BMW para la variante automática del Plus Four. Estas calibraciones se integran más profundamente en el vehículo y adaptan el cambio de marchas en función de la presión de los frenos y el ángulo de dirección dependiendo de si está en modo «normal», «Sport» o «Sport+».
A esto se suma la incorporación de dos bolsas de aire frontales, reforzando el compromiso de Morgan con desarrollar y evolucionar continuamente sus productos. Lo que representa un importante proyecto de ingeniería y supera los requisitos de homologación del vehículo.
Fotos: Raúl Farías; Morgan Plus Four Roadster