Luego de cinco años de vida, ya se hacía necesario un recambio generacional para el crossover compacto de entrada de Mercedes-Benz, el GLA, actualizado en 2017, que marca el punto de entrada a su gama de SUV´s. Externamente se presenta con líneas que destilan dinamismo y aplomo, puesto que logra una apariencia más todoterreno.
Luce proporciones externas poderosas, con voladizos cortos, delante y detrás, destacando entre sus rasgos característicos: los poderosos hombros de su carrocería, y la linea coupé que trazan sus ventanas laterales.
Su zaga se resalta por la presencia de luces traseras con dos elementos, mientras que los reflectores fueron desplazados hacia abajo, ubicándose en el parachoques, lo que le da más anchura a la zona del portaequipajes.
Este nuevo modelo, estrena nueva plataforma, la que comparte con los nuevos Clase A y GLB, con cotas que alcanzan los: 4.410 mm de largo (-14 mm); 1.834 mm (+30 mm) y 1.611 mm de alto (+104 mm), mientras que su distancia entre ejes aumentó en 30 mm, llegando a los 2.729 mm. Si bien el nuevo GLA es más corto que su antecesor, su habitáculo es más espacioso. Esto se aprecia sobre todo en el espacio para las piernas en la parte trasera y en las dimensiones del maletero, cuya capacidad se incrementó en 14 litros, hasta totalizar los 435 litros.
Su interior está inspirado en el del GLB, modelo que toma como base el del Clase A, donde el tablero de instrumentos consta de un volumen básico con entrantes ópticos en la zona del conductor y del acompañante.
En la sección del lado del conductor destaca la unidad de pantallas exenta, disponible en tres ejecuciones diferentes: dos visualizadores de 7″, un visualizador de 7″ y otro de 10,25″ y la versión widescreen con dos visualizadores de 10,25″. En la sección del lado del acompañante se ha integrado un elemento de adorno.
El nuevo GLA da un paso adicional en el terreno de la seguridad con sus sistemas de asistencia a la conducción, que prestan ayuda cooperativa al conductor. Algunas de las funciones ampliadas del paquete de asistencia a la conducción son, por ejemplo, la función de girar, la función de corredor de emergencia, la función de advertencia al salir del vehículo si se acercan ciclistas u otros vehículos y una advertencia preventiva si se reconocen personas en el entorno de un paso de peatones.
El GLA es capaz de reaccionar por sí mismo si el conductor no lo hace. El asistente de frenado activo se encarga en numerosas situaciones de iniciar un frenado autónomo para evitar una colisión o, al menos, para mitigar su gravedad. Hasta una velocidad propia de unos 60 km/h, el sistema puede frenar asimismo ante vehículos detenidos o ante peatones que cruzan la calzada. De esa manera, en función de la situación, pueden evitarse colisiones al circular a una velocidad máxima de hasta 50 km/h.
En cuanto a sus motores, Mercedes-Benz señala que ofrecerá el nuevo GLA 2020 con propulsores bencineros y diésel, los que fueron renovados a fondo: más prestaciones, eficiencia y menores emisiones. Mercedes está trabajando en una planta híbrida enchufable de tercera generación.
El motor de entrada, producto de la alianza Renault-Mercedes, corresponde al M282 con 1.33 litros con 163 CV de potencia, asociado a una caja de 7 marchas con doble embrague, que equipará a los GLA 200, mientras que el extremo superior lo representa el 2 litros turbo con 306 CV, que portará el AMG GLA 35 4Matic, que convence por su respuesta espontánea a cualquier movimiento del acelerador, una elevada capacidad de aceleración (par motor máximo 400 Nm a partir de 3.000 rpm), una enorme agilidad y una sonoridad sugestiva. Va acoplado a una caja DCT de 8 velocidades. Se fabricará en Rastatt, Alemania para todo el mundo, y en Pekín para el mercado local chino.
Fotos: Daimler Global Media