Muchos lo calificamos como uno de los sedanes que representa mejor la combinación entre deportividad y practicidad, que al igual que el Serie 5, presentado hace unas semanas atrás, la versión más prestacional se suma al rediseño estético, con cambios mecánicos y tecnológicos no menores. Pasemos a revisar los detalles de los actualizados M5 y M5 Competition.
En términos de estética, se aprecian varios cambios la parrilla de riñón BMW actualizada cae más abajo en el faldón delantero y su borde cromado tiene un diseño de una pieza que enmarca ambos elementos de la parrilla. Las barras dobles específicas de M y una insignia M están presentes y son correctas. La parte delantera tiene un contorno más audaz y entradas de aire más grandes a los lados, mientras que la entrada de aire central expansiva tiene forma hexagonal e incorpora el enfriador de aceite y el sensor de radar para el control crucero adaptativo.
Los nuevos tubos de luz en forma de L que se estrechan hacia la parrilla agregan un toque dinámico a los faros LED de nuevo diseño. El capó de aluminio, los paneles laterales delanteros con las branquias M distintivas, los espejos exteriores M aerodinámicos y el toldo de polímero reforzado con fibra de carbono se unen a las barras dobles de la parrilla en forma de riñón de BMW como características de diseño distintivas.
La parte trasera musculosa con un gran difusor también se ha rediseñado, al igual que las luces traseras LED tridimensionales, cuyo gráfico de luz preciso proporciona una nueva visión de la típica forma en L de BMW.
Los clientes de BMW M5 y BMW M5 Competition pueden elegir entre cinco nuevas tonalidades de pintura: las Brands Hatch Grey y Motegi Red metálico, así como el Tanzanite Blue II metálico, Aventurine Red II metálico y Frozen Bluestone metálico mate de BMW Individual. El tono metálico Champagne Quartz pasó a denominarse Alvit Grey metálico.
Puertas adentro, destaca la nueva pantalla táctil de 12,3″, centrada en el conductor. Además, presenta dos nuevos botones en la consola central que dan un acceso directo a la configuración del sistema de tracción integral xDrive, los modos de manejo y a las diversas lecturas en el cuadro de instrumentos y en la pantalla del Head-Up Display. Al presionar el botón de Modo M, el conductor puede alternar rápidamente entre los ajustes de Road y Sport. En el primero todos los sistemas de asistencia al manejo están activados, mientras que en el segundo, los sistemas activos sólo emiten alertas sobre limites de velocidad y restricciones de adelantamiento. También neutraliza todas las intervenciones en los sistemas de frenado y dirección, aparte de las realizadas por la advertencia de colisión con la función de frenado y el Asistente de evasión.
Los dos botones pintados de rojo M1 y M2 junto a las levas de cambio de velocidades en el volante M multifuncional permiten un movimiento rápido entre las configuraciones. Permiten a los conductores ajustar dos configuraciones individuales, que comprenden su elección del sistema M xDrive, DSC, motor, transmisión, amortiguadores y características de dirección, así como la apariencia de M View en la pantalla del Head-Up Display.
En lo que a mecánica se refiere, las plantas propulsoras son las mismas: un V8 biturbo de 4,4 litros con potencias de 600 CV (M5) y 625 CV (M5 Competition), ambos con un par máximo de 750 Nm, y acoplados a la caja automática M Steptronic de 8 velocidades, con sistema Drivelogic, que permite elegir entre tres modalidades: eficiente, deportiva o dinámicamente intensa.
Por último, la suspensión de los M5 y M5 Competition, reciben los amortiguadores del M8 Gran Coupé, sumado a una puesta a punto del chasis para mejorar el manejo al límite, pero sin penalizar el confort. Producto de ello, el M5 redujo su altura en 7 mm.
Fotos: BMW Press Club México