En el marco de las celebraciones de los 120 años del fabricante checo, algunos empleados del Museo Skoda y del Centro de Construcción de Prototipos, ayudaron en el proyecto de construir un ejemplar del Skoda 1100 OHC Coupe. Los equipos empezaron reacondicionando el bastidor, el chasis y el motor originales y reconstruyeron la carrocería basándose en la documentación histórica. Durante el proceso, usaron la tecnología más avanzada, así como técnicas tradicionales para la construcción de carrocerías.
El proyecto del modelo, del que únicamente se fabricaron dos unidades entre 1959 y 1960, se remonta a 1956 cuando comenzó el proyecto bajo el código interno 968, destinado a fabricar un auto destinado a las carreras de resistencia. El primer prototipo estuvo listo a finales de 1957, estaba hecho en plástico reforzado con fibra de vidrio, permaneciendo en las instalaciones del Museo de la marca en Mladá Boleslav. El segundo ejemplar, está en manos de Skoda UK, que lo usa para fines publicitarios.
La documentación técnica original también fue crucial para asegurar el éxito del proyecto. Casi todos los documentos se habían almacenado en el archivo de Skoda, incluyendo una explicación de cada sección de producción y un dibujo explicativo de la instalación de los conjuntos individuales. La renovación del chasis completo, junto con un radiador, un depósito de combustible y otros elementos recientemente reconstruidos, se completó a finales de 2015.
La tarea más difícil fue reconstruir la carrocería de aluminio. El diseñador original fue el antiguo diseñador de fábrica Jaroslav Kindl. Los carpinteros de la época construyeron un modelo de madera acorde con sus documentos. Un grupo de obreros metalúrgicos forjaron los paneles de aluminio a mano, y posteriormente soldaron y fijaron las piezas individuales.
A lo largo del proceso de reconstrucción, el equipo del taller de restauración del Museo Škoda trabajó estrechamente con homólogos del centro para la construcción de prototipos de Škoda. Basándose en los escaneos de los dibujos 2D a escala 1:1, crearon una cuadrícula tridimensional, que después procesaron visualmente.
Examinaron y corrigieron minuciosamente el aspecto de los distintos elementos, por ejemplo, en la parte delantera del vehículo y alrededor de las luces traseras. Tras la valoración de los expertos, los ajustes necesarios y la aprobación final, los ingenieros empezaron a trabajar en los tabiques, los pasos de rueda y otros elementos de la carrocería.
La carrocería se creó a partir de láminas de aluminio de 0,8 mm y 1 mm de grosor que se soldaron manualmente y se moldearon durante el proceso de reconstrucción. Originalmente, ambos coupés eran únicos, con un acabado anodizado.
El laborioso proyecto para reconstruir completamente el vehículo requirió numerosos componentes menores que eran idénticos a los que se utilizaron en los vehículos de producción de la época.