Costó pero lo logramos. Después de mucho buscar e investigar, logramos dar con un ejemplar correspondiente a la variante japonesa del exitoso Nissan Sunny, que en rigor corresponde a la primera generación del actual Sentra.
En el caso particular del modelo que analizamos en la presente crónica, los modelos que llegaron a nuestro país entre 1983 a 1986-87, conocidos bajó el código B11), fueron importados directamente desde Japón. Fue a contar de los modelos MY88, que sus importadores, Datsun Chile (que luego se conoció como Marubeni y actualmente como Nissan Chile) y CIDEF, lo empezaron a importar desde la planta de Cuernavaca. Este modelo llegó como reemplazo de los exitosos Datsun 140 y 150Y, y en alguna medida del 160J, siendo el primero en contar con tracción delantera. Las últimas unidades del Sunny se comercializaron en 1991, siendo nuestro mercado, el único en tener conviviendo tres generaciones de un mismo modelo: B11, B12 y B13, conocido este último como V16, al menos en 1991 y 1992, cuando coexistiero B12 y B13.
Con el correr del tiempo, Sunny logró escalar posiciones rápidamente entre los autos más vendidos en Chile, llegando a ocupar el primer lugar en 1988, lo que los medios especializados lo explicaban a raíz de la presencia de tres razones muy claras:
1.- El peso de la marca.
2.- Su confort, dimensiones contenidas, economía de combustible.
3.- Precio atractivo dentro de su segmento.
Este modelo aterrizó en tres tipologías: sedán de cuatro puertas, coupé de tres puertas y station wagon de cinco puertas. Se conoció en dos grados de equipamiento: DX y GL, siendo éste último el más equipado.
Sin duda que los Sunny de fabricación japonesa, son realmente los más escasos de hallar, cayendo casi en la categoría de avistamiento, más aún tratándose de un ejemplar en el estado del que ilustra esta nota, con apenas dos dueños y poco más de 135 mil kilómetros recorridos en 33 años de vida.
Analizando sus líneas, estamos en presencia de un sedán de tres volúmenes, de diseño muy clásico y proporcionado para aquellos años. Su frontal, difería del de origen mexicano, partiendo por la presencia de una máscara de cuatro lamas horizontales cromadas con las letras Nissan en blanco del costado derecho del observador. Incluso recuerdo algunos ejemplares que llevaban una chapa roja con dorado, que indicaba los 50 años de la compañia. Iba flanqueado por dos ópticos cuadrados de halógeno, que albergaba luces bajas y altas, mientras que al costado, en forma vertical, iban las de posición. Otro elemento diferenciador era la presencia de un generoso parachoques delantero de resina, muy prominente, que alberga en sus esquinas los intermitentes. Los limpiarabrisas iban pintados en gris claro, que en la unidades de origen mexicano eran negros.
El frontal de los Sunny de México, presentaba una máscara en su totalidad cromada, con entramado cuadriculado y un parachoques ligeramente menos abultado, con un vértice superior más marcado e intermitentes ligeramente adelgazados, además de presentar una toma de aire inferior central y una pequeño spoiler inferior. El vidrio delantero llevaba una banda superior tinteada.
De costado se advierte los tres volúmenes claramente definidos con un capó extendido, una línea de cintura que nace desde la parte alta de las luces de posición delanteras, extendiéndose de manera recta hasta el maletero. Dispone de una antena de recepción de señal de radio, incorporada en el pilar A, ocultable y extendible a voluntad de manera manual, canal vierte aguas cromado, presencia de un sólo espejo retrovisor externo en negro (del lado del conductor), repetidor del intermitente lateral en el paso de rueda delantero, paddings laterales negros, manillas cromadas. En los costados, los de origen japonés presentan la designación del motor y grado de equipamiento (1.5 DX). Los neumáticos eran de medida 155 SR13 con llantas de acero, siendo privativos de las unidades japonesas, la presencia de unos pequeños tapacubos con la leyenda «Sunny» en negro, que en las variantes GL, que según parece no llegaron a Chile con este origen, presentaban tapacubos cromados. Los MY90-91 se reconocían por las luces de posición en color naranjo. Posee un fuerte acento aerodinámico dado por su forma de cuña y el portamaletas realzado.
De perfil, los mexicanos MY88-89 no presentaban la designación motor y acabado, adicionaban un espejo lateral, neumáticos con tapas de ruedas plásticas grises con letras Nissan en negro para los DX y cromadas para los GL. Los MY90-91 llevaban pilares negros de puertas, presencia de franjas de cintura adhesiva en color negro.
Por detrás el Sunny japonés se diferenciaba del mexicano, por sus ópticos mixtos con luces de reversa de un tamaño reducido, puesto que compartían espacio con las reflectoras y la no presencia de bandas negras divisorias. En los de origen azteca, las de reversa eran de forma vertical mucho más grandes. Del lado izquierdo de la tapa del maletero, se leía la leyenda «Nissan Sunny», mientras que al derecho iba la de 1.3 y 1.5DX o 1.5GL.
Sus dimensiones eran de 4.050 mm de largo; 1.620 mm de ancho y 1.385 mm de alto. Su distancia entre ejes es de 2.400 mm.
La variante coupé, escasamente conocido en Chile, incluso llegaron unos denominandos Ninja Turbo con motor de 1.6 litros y 109 CV de potencia, se caracterizaba por sus líneas depuradas que le daban una cierta deportividad, con un diseño hatchback dado por la presencia de un gran portalón vidriado, luces traseras ahumdas y una ornamentación cromada en el parachoques en las versiones GL.
El Station Wagon combinaba confort y utilidad, pensado para acoger a cinco ocupantes con gran amplitud, puesto que al abatir los asientos traseros tipo banqueta, se disponía de un espacio alfombrado lo suficientemente amplio para acomodar objetos voluminosos. Ambas variantes, tenían ventanas laterales traseras pivoteables a control remoto, desde un comando situado entre ambos asientos delanteros.
Interiormente, el Sunny cumplía a cabalidad con la máxima: «Pequeño por fuera, grande por dentro», que demuestra que un auto por ser compacto, no tiene por qué dejar de ser espacioso. Abrimos sus puertas y nos acomodamos en sus asientos con tejido textil, a tono con su color beige, completamente reclinables coon apoyacabezas delanteros regulables, revestimientos de puertas parcialmente de plástico (dejando la parte superior en metal del color del auto), con vidrios de accionamiento manual.
Nissan dejó 150 mm entre el piso y el asiento delantero para dar más espacio a las piernas de los ocupantes de las plazas traseras.
El cuadro de instrumentos es funcional y nítido, con una disposición de los relojes de manera racional y fácil de leer. De izquierda a derecha encontramos tres relojes: indicador de nivel de combustible, velocímetro con cuentakilómetros y odómetro e indicador de temperatura del refirgerante del motor, sumado a la presencia de vistosos testigos de advertencia de: freno de estacionamiento aplicado, carga de batería/alternador, presión de aceite, desempañador, estrangulador aplicado y luces altas, sumado a la presencia de las flechas de los intermitentes de color verde. La gráfica en versiones japonesas era blanca, mientras que en los mexicanos pasó a ser de color naranjo. Las versiones GL sumaban un tacómetro.
El volante, en los DX, era de dos rayos con la inscripción Sunny al centro, con bocinas en ambos lados, mientras que los GL presentaban un timón con los rayos dispuesto en una V invertida con la bocina al centro. Los MY88-91 llevaban la inscripción Nissan. Delante de este elementos, éstan ubicados los telecomados de las luces/intermitentes al lado izquierdo y al derecho el conmutador de los limpiaparabrisas delanteros.
La plancha de la consola, como era habitual encontrar en autos de esos años, disponía de espacio para colocar objetos del lado del copiloto. Al centro iban dos rejillas aireadoras orientables, el encededor de cigarrillos y los comandos del sistema de calefacción/ventilación. Màs abajo encontramos el sintonizador de radio AM/FM con cinco presintonizaciones, tres de ellas para emisoras FM, además de la presencia de un reloj de cuarzo y el cenicero.
En otros mercados, las versiones GL se ofrecían con un tocacassete ubicado aparte de lo antes señalado, justo delante de la palanca de cambios. Un elemento de confort de serie, era su palanca de apertura de la tapa del maletero. La de bencina se abría mediante una llave.
En su aspecto técnico, al abrir el capó nos encontramos con la presencia de un motor bencinero tipo E, diseñado especialmente por Nissan para modelos de tracción delantera, con peso reducido, mínima fricción de las piezas y eficaz conducción. La marca señalaba que el alto torque desarrollado por su propulsor, le daba una aceleración excelente, a velocidades bajas y medianas.
En Chile se ofreció con dos alternativas de motores bencineros. El primero era el E13 con 1.270 c.c. de desplazamiento con 74CV de potencia a 6.000 vueltas, asociada a una caja manual de cuatro marchas, que con los modelos de procedencia azteca pasaría a ser de cinco velocidades. El más potente era el E15 con 1.488 c.c. y una potencia máxima de 84CV, que iba acoplado a una caja manual de cinco velocidades o una automática de tres. Los rendimientos de esta última planta motriz se ubicaban en torno a los 17 km/l.
Gracias al empleo de nuevas uniones de velocidad constante tipo Rzeppa, le daban al Sunny un radio de giro de sólo 4,5 metros, de vereda a vereda, el más reducido para autos de este tipo y aun mejor que en autos con tracción trasera.
La prensa especializada de la época calificaba al Sunny 1.5 como un vehículo ágil y muy económico, lo que sumado a su mecánica eficiente y confiable, lo hacian un auto de muy bajo costo de mantención.
En Chile se ofreció en una gama de colores no muy amplia: blanco sólido, celeste metálico, gris acero metálico, rojo y verde metálico.
Algunos de los equipamientos de serie destacados del acabado DX eran:
– Aire acondicionado (disponible a contar de noviembre de 1988).
– Apoyacabezas delanteros regulables.
– Bolsillo en puertas delanteras.
– Alarma de luces encendidas.
– Cenicero con luz.
– Comando de calefacción iluminado.
– Tapiz de pana lisa.
– Limpiaparabrisas de tres velocidades.
– Reloj.
– Starter automático o estrangulación automática para partidas en frío.
– Tapas de ruedas.
– Ventilador de cuatro velocidades.
– Desempañador de luneta trasera.
Las versiones GL adicionaban:
– Faros delanteros no encatrados.
– Máscara distinta.
– Tapas de ruedas cromadas.
– Tapiz de felpa.
– Tacómetro.
– Dirección servoasistida.
Su precio en diciembre de 1988, para el 1.5 DX MT era de $2.740.000 de la época, mientras que el Sunny Ninja Turbo alcanzaba los $3.050.000.-
Fotos: Raúl Farías; Nissan Sunny 1.5 DX en color beige.